Capítulo 17

423 29 6
                                    

Pov Henry

-Si no querías que viniéramos no habernos transportado contigo. -Indiqué muy enfadado con él.

-¿De verdad estamos en Nunca Jamás?- Preguntó mi prima al borde del éxtasis.- Aunque esperaba algo más... ¿Alegre?

-Primero,- Puntualizó mirándome a mi.- No os he traído, os pegasteis a mi como pequeños Gremblings. Y segundo,-Continuó mirando a mi prima.- Esto nunca ha sido alegre de noche, oh deberías ver la tierra de las hadas en los solsticios... Eso si que es una delicia. Vino... Mujeres...

-Lo hemos entendido.- Le corté antes de que siguiera divagando.- ¿En que parte estamos exactamente?

-Nunca he tenido buen sentido de la orientación aquí.-Confesó el hada con malicia.- Aunque os recomiendo pasar la noche aquí, pero no encender fuego.

-Espera... Calla... ¿Oís eso?- Preguntó mi prima de repente, a lo lejos de oía como unos tambores.- ¡A lo mejor es gente!

-Yo de vosotros no me acercaría a los niños perdidos.- Nos indicó el hada antes de sacar las alas y salir volando.- ¡Quedaos ahí!- Tras eso desapareció entre las hojas.

-¿Vamos a ir a investigar verdad?-Me preguntó mi prima.

-Eso no lo dudes.- Afirmé y fuimos hacia el ruido de los tambores.

Pov Emma

Henry y Vanessa cogieron al hada y de repente ¡Puf! Se habían evaporado los tres.

-¡Dónde han ido!- Pregunté tanto a Garfio como a Gold.

-Seguramente, al lugar donde se encuentra Crystal.- Dijo Garfio sin inmutarse.- Necesitamos algo para viajar a Nunca Jamás, ahora.

-Creía que tenias un maravilloso barco que podía hacer eso.- Ironizó Gold.

-Esperad, ¿por que irían a Nunca Jamás?- Pregunte intentando tranquilizarme.

-Ese niño... Bueno hada, es un enviado del rey Oberón, o quiere matar a mi hija para asegurarse el trono para siempre o quiere mantenerla encerrada.- Confesó Garfio preocupado.- Y no tendrá escrúpulos a la hora de matar a tú hijo y sobrina.

-Pero según él, le es fiel a Titania, ¿no?- Pregunte intentando no pensar en lo peor.- Se supone que no tiene que hacer nada malo a los demás.

-Si se interponen en su camino, si.- Gold estaba mirando unos viejos papeles mientras hablábamos.

-¿Sabes o no como llegar, Cocodrilo?- Preguntó Garfio con impaciencia.

- Habría dos forma, primero con una habichuela mágica, aunque no se encuentran con mucha facilidad en estos días. Y la segunda pedirle ayuda a las hadas o a las sirenas.

-No creo que las sirenas nos ayuden... Y las hadas, simplemente no me han caído nunca bien.

-¡Tuviste una hija con una!- Le recriminé a Garfio.-Y no con un hada cualquiera, ¡sino con una reina!

-Y por eso, precisamente, las hadas os ayudaran.- Dijo Gold de repente.

-¿Por qué estuve en la cama con su reina y le di una hija?- Preguntó Garfio confuso a lo que le di un golpe en el brazo.

-No, cabeza llena de agua salada. Por que a quien vais a buscar es a la princesa, su princesa.- Puntualizó Gold.- No son buenas luchando, pero no os dirán que no mientras la traigáis de vuelta.

-No me parece una buena idea.-Negó rápidamente Garfio.

-Es la mejor que tenemos por ahora. Gold, explica a los demás que ha pasado, y Garfio, tú te vienes conmigo.-Ordené a cada uno dirigiéndome al coche.

la princesa de los piratas y el príncipe de los cuentos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora