Chapter Twenty one.

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Las calles de Seúl eran alumbradas por el sol brillante que adornaba la tarde, el viento hacía revolotear a las hojas, los autos cruzaban rápidamente y con ayuda del semáforo las personas cruzaban o pasaban de lugar en lugar por compras o un almuerzo en los restaurantes, para ser una ciudad grande, el ambiente era muy cálido.

Especialmente para cierto híbrido que observaba a través de la ventana, acariciando su suave cola y mordiéndose el labio con nerviosismo.

Exactamente, ¿Qué es lo que le sucedía? Simple.

Jungkook estaba a inicios de realizar la tesis de su universidad.

Y no es que le agrade mucho la idea de pasar casi todo el día lejos del chico que tanto quería. De hecho no le agradaba para nada el solo pensar que no lo vería ya que se iba. encontrar ocupado en otros lugares y se quedaría solo la mayor parte de los días.

Odiaba a ese lugar, ¿Por qué hacían que Jungkook se separe de él? Simplemente nefasto.

— Creo que te vas a quemar el cerebro de tanto pensar.

Jimin volteó encontrándose con el dueño de sus pensamientos ya vestido y aseado para salir, sosteniendo una galleta con su mano derecha, comiéndola como un pequeño conejo.

— ¿Por qué?

— Estuviste ahí desde que te levantaste, y eso que fuiste el primero, no me acompañaste a desayunar. — Inconscientemente hizo un pequeño puchero.

"No me hagas ésto, Jeon Jungkook o juro que me aferraré a tu pierna y no te voy a soltar" pensó Jimin.

— Lo siento, Jungkook. Me distraje un poco demasiado.

Jungkook rió por lo tierno que se mostraba Jimin.

— No hay problema, en unos minutos me voy y Yeonjun dijo que vendría para acompañarte, baja a desayunar. — pronunció antes de salir de la habitación.

"¿Y si mejor me tranformo y me meto en su mochila?" Desapareció ese pensamiento rabiosamente.

Por favor, solo serían unas horas quizás estaba exagerando demasiado.

Agarró una casaca grande, de Jungkook obviamente, y bajó las escaleras hacia la sala mientras de la colocaba por sus brazos.

— Huele bien.

— Son waffles, pensé que nunca los habías probado así que los hice especialmente para tí.

— G-gracias, de verdad.

— No es nada, anda pruébalos.

Jimin asintió sentándose en la silla cerca a la mesa, agarró el tenedor y sacó un pedazo de uno de los arroz para comerlo.

Iba a llorar.

— Sé que no cocino como Seokjin, pero tampoco es para que me pongas esa mueca.

— ¿Cuál mueca?

— La que acabas de hacer. - Imitó la reacción de Jimin exageradamente.

— N-no es eso, realmente esa delicioso.

— En ese caso, me alegro de que te guste. — observó el reloj en su muñeca. — Falta poco, voy por una casaca y voy saliendo. — Salió de la cocina y subió las escaleras.

— Odio la universidad, odio el estudio, odio el mango, odio todo. — Murmuró frustrado.

Tres tocadas fueron sonadas en la puerta, le alertó de inmediato al saber quién podría ser por lo que se levantó sin pensarlo, caminando hacia ella y abrirla encontrándose con su mejor amigo y un nuevo color de cabello.

Lovely ⵌ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora