Chapter Twenty nine.

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La señora Jeon, bueno, Sunhe, escuchó el timbre sonar desde la sala dónde ella se encontraba tejiendo una chalina para el invierno cercano, al darle el día libre a la sirvienta y nana de la casa, se levantó ella misma y fué directamente para abrir la puerta encontrándose con su hijo.

— ¿Jungkook?

— Mamá. — saludó de forma informal.

— Hijo, no comprendo, aún no es sábado.

— Vengo a hablar con ustedes.

— ¿Hay algo malo?

— Realmente espero que no, ¿Él se encuentra aquí ?

— Está en su estudio.

— Hablaré con él primero.

Jungkook ingresó de manera calmada y serena, pero por dentro estaba teniendo pequeños temblores y pensamientos sobre cómo actuar ante toda la situación.

Sí, el había decidido ir por voluntad propia, era lo correcto.

Bueno, quizás no mucho.

Es decir, si no es apegado a sus padres ¿Por qué contarles?

La respuesta es fácil para Jungkook, quería proteger a Jimin.

Su familia era de las más reconocidas en la ciudad, por no decir el país, su suerte fué alejarse de todos los medios desde muy pequeño así la gente no tendría idea de quién era él realmente.

Su madre, ella siempre estuvo con él, le debía tantas cosas que no sabía cómo agradecer por haberle hecho el hombre que es.

Su padre era otra historia, lo apoyaba económicamente, él compró el departamento dónde vivía y continuaba pagando sus estudios hasta sacar su título profesional. No tenía nada de qué quejarse en el ambiente económico.

Pero si hablamos de valores, la cosa cambia.

Había pensado mucho sobre el tema, y no sólo porque Jimin llegó a su vida para hacerle saber que su orientación era distinta.

Jungkook ya sabía que era gay.

Ni siquiera bisexual, desde Eunwoo había dudado mucho, incluso había salido con mujeres y no se sentía lo mismo en absoluto.

Su mente, ojos y corazón ya estaban puestos en una persona, y jamás trataría de esconderlo, mucho menos de su familia. Jimin merecía ser una persona a la cuál debería tratar como lo más hermoso del mundo.

Y lo era, jodidamente lo era.

Es por esa razón que ya se encontraba tocando la puerta del estudio de su padre, al escuchar su permiso se adentró y cerró la puerta asegurándose de que su madre seguía en la sala.

Tal como se lo había prometido.

— Jungkook, hasta que te acuerdas que tienes una familia.

El menor sonrió de lado, Minseok siempre tenía sus comentario positivos.

— Y aquí me ves, he venido por un rato.

— Algo te trajo hasta aquí

— ¿Por qué piensas eso?

— Eres mi hijo, o necesitas algo o quieres decirlo. No es difícil leerte.

Jungkook mordió su labio inferior, en eso sí se parecían padre e hijo, tenían cierta costumbre en leer a las personas.

Y Minseok era como un detector de mentiras humano, una equivocación y sería vista como el mayor error de tú vida.

Lovely ⵌ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora