‡Nueve‡

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Kelly

Entre la oscuridad de la noche, con los cantos de los grillos y los aullidos de los animales, sostengo con fuerza un tubo oxidado. Los pedazos sobresalientes de color naranja penetran la piel de mi mano, pero, no tomo tanta importancia al dolor que me transmite. Mi respiración es un desastre, mi cabello está por toda mi cara, escucho como una voz hace eco por la silenciosa habitación.

-Kelly, no tengas miedo. Yo sería incapaz de hacerte daño. - Su voz me da escalofríos, la voz varonil, la tan familiar varonil que lo representa. - Vamos Kelly, ven conmigo, estarás mejor conmigo.

Doy pasos atrás, hasta que siento mi espalda chocar con una pared. Todo está oscuro, hasta que, una luz se enciende y deja ver su cara llena de sangre. Sus ojos verdes, su cabello ondulado, él se acerca a mí viéndome fijamente. Se para a dos pasos y su mano acaricia mi mejilla, mientras dice:

-Estarás a salvo conmigo, nunca te sentirás sola e impotente, mi amada Kelly, juntos seremos la pareja perfecta.

Apretando el tubo oxidado, mi vista viaja atrás de él, puedo observar una puerta. Una salida.

-No.

-¿Qué?

Le golpeó en la cara con el tubo oxidado y lo empujo, él cae al piso pegándose en la cabeza. Comienzo a correr hacia la puerta, siento mis nervios comerme entera, resbalo y me goleo en la pierna.

-¡¿Dónde estás?! - lo escucho gritar, escucho como todo cae. Me levanto y vuelvo a correr como puedo.

Atravieso la puerta y la cierro. Veo que hay unas escaleras, las subo y cuando llego hasta arriba, veo la forma de una casa. Escucho como él abre azota la puerta y sube las escaleras, me quedo paralizada, veo el baño y corro hasta esa habitación. Cierro la puerta con seguro, veo la tapa del retrete y la tomo, entro a la ducha y cierro la cortina.

Me tapo la boca mientras escucho como grita y arroja todo. Trata de abrir la puerta, pero no puede.

-¡ABRE LA PUERTA, KELLY! ¡ABRE LA MALDITA PUERTA!

No hago nada, me quedo parada. Escucho como da golpes a la puerta, grita desesperado hasta que la puerta azota contra la pared. Me congelo y trato de no hacer ningún ruido.

-Kelly. - Dice de un modo juguetón.

Veo como su mano sobrepasa la cortina y la va quitando. Respiro entrecortado y siento como me jala del cabello y me lanza al piso.

-¡Maldita perra!

-¡DÉJAME MALDITO!

-¡TÚ IBAS A SER MÍA! ¡TÚ IBAS A SER LA MADRE DE MIS HIJOS!

-¡NOOO!

Forcejeo, pero, él toma mi manos y las pone arriba de mi cabeza. No puedo hacer nada, me muevo violentamente, pero no hay resultado.

-¡DÉJAME!

Siento como me golpea, veo borroso mientras trato de recuperarme. Él deja mis manos libres viendo que estoy noqueada. Coloca sus manos alrededor de mi cuello emergiendo presión. No puedo respirar, muevo mis manos tratando de liberarme, le encajo las uñas en la cara pero no emite ningún gesto. Veo la herida que le cause en la cabeza, pero, emerge más presión. Pongo mis manos sobre las suyas tratando de liberarme. Puntos negros invaden mi vista, y siento como voy perdiendo la conciencia. Con mis últimas fuerzas, pongo mis dedos sobre sus ojos e introduzco los pulgares dentro de ellos. Escucho como grita del dolor, junto con mis pulgares de encajan más a profundidad.

¿Quién mató a Kaiden Jensen?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora