‡Trece‡

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—Nos vamos de éste pueblo, empaca tus cosas.

—Pero, no podemos mamá, tenemos prohibido irnos del pueblo según la policía.

—Nos vamos, Kilian, empaca tus cosas. — Dice mi madre con desdén. — Después de lo que pasó con esas personas... no estamos a salvo, piensa en tu hermana, piensa en ti, no estamos a salvo en este pueblo, nos vamos y punto.

No me deja decir nada más, desde lo que pasó con esos hombres, no hemos salido de... quién sabe dónde estemos, pero no hemos salido a la luz del sol. No puedo dejar a mis amigos aquí, no están a salvo, tengo que ayudarlos a encontrar al asesino. Tengo que vengar a Kelly.

Sin más remedio, empaco mis cosas. Mi madre pone las maletas en un carro blanco y sube a mi hermanita en él. Le abrocha el cinturón de seguridad y se sube.

—Kilian, sube rápido, nos tenemos que ir antes de que nos vean.

—Es que... no puedo...

—¡Te dije que te subieras!

Me subo al carro y ella lo enciende. Una vez comienza a manejar el ambiente se siente tenso, algo no está bien. Un mensaje llega a mi teléfono, es de un número extraño. Abro el mensaje y veo que es un vídeo, bajo el volumen hasta el mínimo. Me quedo atónito al ver qué en el vídeo salimos mi mamá, mi hermanita y yo montados en el carro. De pronto, un mensaje de texto llega.

Dile a tu mamá que maneje con cuidado hasta California, Kilian.

Me quedo aterrado con el mensaje, ¿cómo sabe que vamos rumbo a California? Cuando alzo la vista, veo a mamá hablando por teléfono, está discutiendo con alguien. Mi hermana está ligeramente dormida.

Cuando pasan unos segundos, ella cuelga el teléfono.

—¿Quién era mamá? — pregunto pero no me contesta —, ¿Mamá?

—Ers tú padre, dice que no puede darnos lugar para quedarnos, tendremos que buscar una residencia para pasar la noche o no sé.

No digo nada, me quedo callado. De pronto, mamá comienza a actuar extraño, maneja de una forma que nunca antes había echo. Pisa el acelerador y cada vez vamos avanzando más rápido. Siento el miedo recorrerse en mi pecho, volteo a ver a mi hermanita, está dormida.

—Mamá, baja la velocidad, la carretera es muy resbaladiza.

—No tenemos a dónde ir... nos van a encontrar — la voz de mamá se rompe.

—Mamá.

—Nos van a encontrar... nos van a matar está vez, no estamos seguros en ninguna parte...

—Mamá baja la velocidad. — Comienza a aumentar la velocidad a tal punto donde casi pierde el control del carro totalmente.

—Perdóname, hijo.

—¡Mamá, baja la velocidad! — no me hace caso. A pocos metros está la pared de un túnel y vamos directo a chocar contra esa pared. — ¡MAMÁ, BAJA LA VELOCIDAD!

Ella da la vuelta para la pared y puedo escuchar el sonido del carro chocar, los vidrios se rompen y lo único que puedo sentir es un dolor en la cabeza antes de ver todo de color negro...

Ella da la vuelta para la pared y puedo escuchar el sonido del carro chocar, los vidrios se rompen y lo único que puedo sentir es un dolor en la cabeza antes de ver todo de color negro

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¿Quién mató a Kaiden Jensen?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora