06 | Fiesta/2

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No está nada mal. La decoración normal con una bola giratoria en la pista. Algunos espacios para conversar con las mesas arrinconadas a la pared que consta con sus respectivos asientos. Obviamente no tiene que faltar las bebidas y, ¿tuvieron presupuestos para tener un bartender?

«Interesante»

El pequeño bar en la esquina, está chévere.

Pensé que solo era el local. ¿Cuánto han recaudado?

Debió ser un presupuesto muy considerado.

Al cruzar por la pista con el señor galán, una mano se posó en su brazo; deteniéndolo. Saque una sonrisa, incomoda a los presentes.

Dos chicas acompañado de un joven, llevando sus bebidas en las manos, están analizándome con detalle.

No sé qué hacer, cuando hacen eso.

¿Qué quieren que les dinero o algo así parecido?

Pase la mano por el cabello, intentando quitarme este sentimiento. Pero, no soporte más, por motivo que él, les sonreía a otras personas no tan lejos de donde estamos.

Me acerqué a Ian, y tuve que susurrarle:

—Nos vemos, no puedo con sus miradas. —No le deje responderle y me retire con otra sonrisa de la misma manera.

Al caminar, di un vistazo hacia él, por haberme ido de tal forma, pero ni bien me fui reposó sus labios en una de las chicas.

Vaya. Y yo, preocupándome.

Qué barbaridad.

Bueno es su problema. Continúe mi camino hacia una mesa.

¿A ver qué puedo hacer ahora?

¿Puedo bailar con algunos desconocidos?

«Tal vez»

¿Puedo beber?

«Claramente que sí»

¿Tengo derecho a divertirme y así satisfacerme?

«Pues sí, no tengo una relación quien me lo impida»

Entonces elijó...

«¡Todas las anteriores!»

¡Muy bien!, ya tenemos el itinerario de esta noche, solo falta realizarlo.

El ambiente está muy vivo, y eso que aún no es la hora adecuada para estarla. Supongo, que su impaciencia lo hizo llegar temprano.

Mirando a mi alrededor hay más chicas que chicos, vamos bien.

¿Podré conseguir una, y que esté dispuesta a ir más allá de bebidas?

«Ojalá que sí»

Crucemos los dedos.

Otras personas conversan, mientras otras más ingieren liquido como si no existiera un día después de este.

Y pese a ello, se me vino a la mente, el trato con Aldair. ¡Maldición!

Tengo que cumplirlo. Él me salvo en el momento menos apropiado.

«Ya me arruiné el plan».

A pesar de todo, la única culpable soy yo por aceptar.

«¡Qué bendito problema!»

Bueno lo hecho, hecho está. ¡No servirá nada el arrepentimiento ahora!

Deje salir aire, e igualmente lo inhale, recobrando la valentía para iniciar el movimiento. Sino antes, los nervios llegaron y, me fui a buscar una bebida. Aunque todo anda bien, al pasar me golpe en el hombro una chica, enseguida me disculpe, apenada.

Notables © [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora