23 | Impacto inesperado

8 2 0
                                    

Ian ha mantenido esa expresión y sensación de enojo hacia mí por aproximadamente dos semanas y es contrapendiente que lo realice, sabiendo que somos los personajes principales de aquella apuesta. ¡Es molesto!

Ese ser humano me evita por completo como si fuera una plasta de mierda, más aún cuando esta junto a Aldair y estando presente, solo habla con él, dejándome con las palabras en la boca.

Para él en absoluto soy una conversa.

No sé qué le ha sucedido, o que le hayan hecho otras personas, pero si eso fuera verdad; ese tipo de actitud demasiado asqueroso no me lo tiene que transmitir, ¡prácticamente se está desquitando conmigo!

Y me incomoda bastante. Me duele que me trate así.

—¿Cuéntame que has estado haciendo con mi jefa? —indague, curiosa.

—La he estado acompañando a algunas cenas de sus conocidos. Nada importante Jakayla.

—Si como no, viniendo de ti tiene que ver algo. No haces nada gratis Alda. —conteste en burla— ¿Te da dinero o, solo quieres acercarte a alguna chica que te guste?

—Eres adivina. Pensé que tenías el cerebro solo de adorno. —acoto y al instante soltó una risa por lo mencionado— Me mantienes sorprendido cada vez que nos vemos. Además, es bueno tenerte cerca para apreciar tus movimientos y así, ver que eres una especie única.

—Maldito. —refute afectada— ¿Quién es? Ya que yo sepa, su familia no es de aquí de Guayaquil. Es de playas. —le recordé, pero, de inmediato ate los cabos sueltos— ¿Es la chica de Canoa?

—Es su sobrina. —lo confirmo— Me lo comento ese mismo día porque no tuve más oportunidades de verla otra vez.

—¿No es la primera vez? —Negó, dándome más palabras— Pero Aldair, solo fue esa y, es cuando te hice el favor e igual tu a mí, ¿entonces cuando la fue? —Abrí la boca, admirada— Te fuiste con ella quien sabe a dónde, y es ahí cuando te la encontraste.

Aplaudió.

—Vaya, vaya Jakay. Debiste ser Einstein en otra vida. —declaro aun con esa acción— Claro, pero, más guapa.

—Estoy anonada por tus comentarios. Sabiendo que eres todo un don Juan, realizando estas cosas me hace querer molestarte y verte sufriendo hasta más no poder.

—Es mutuo, ¿sabes?

Rodee los ojos.

—Y la finalidad, ¿es que vas por una relación seria, ¿verdad? —exprese, cosa que a él le cayó como mal. Se quedó callado por unos minutos. Lo espere solo por la vieja chismosa que llevo dentro.

—Es complicado, diré eso y nada más. —concluyo y se levantó— Cumple con tu trabajo y no te desvíes de ninguna forma. Tengo algo que hacer. ¡Fuerzas!

Al rato llego la jefa y me pregunto por él. Le respondí que ya se fue y, esta se molestó conmigo, dándome más trabajo de lo impuesto en el contrato que firmé.

Tuve que sacar una sonrisa a cada nada, por estar en el servicio al cliente.

—⨚—

Una vez terminado el horario adecuado, Elia se acercó y propuso ir por unas cervezas muy heladas para alejar el cansancio que obtuvimos en el día de hoy, pero de repente una de ellas rodeo mi cuello con su brazo, quise quejarme por lo hecho, sin embargo, la otra hizo lo mismo.

—Vamos Jakayla será por unas horas. He encontrado un buen lugar y, ¡lo mejor es que está cerca! —opino, alegre.

—No te hagas la de rogar y vamos a divertirnos. —indico Elia—. Jesly anda por ello —le dijo y esta le hizo caso. Rápidamente tomaron mi bolso que estaba reposando en un sofá, cerca de donde he estado; abandonamos el sitio con cada una de ella a mi lado. Sus manos quedaron sujetadas en mis brazos, ambas en los extremos.

Notables © [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora