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07 | Momento Incómodo

Moví el buzo, varias veces, dándome aire. Por el camino hasta ellos, busque en el bolso una liga para atar el cabello ya seco, que está impidiendo estar en temperatura normal. Además, me fastidia un poco, lo alocado.

Lo encontré y emprendí a, atarlo en una coleta alta.

Retire las malas energías, al observarlos en aquel lugar.

—¡De acuerdo, estoy lista! —hable con energía. Cosa que a ellos no le gusto.

—Muy bien, ábranme paso, señores. —comento Jessica y, se sentó en medio de ambos. Quede de pie.

—Jakayla, ven acá. —dijo Aldair, con unos golpecitos en el asiento.

—Bien. —conteste, pero Ian, se quejó. Hizo un sonido con la garganta, por supuesto, enojado.

Hice caso omiso con su comportamiento y, me senté con Alda.

—Ya está el trato y, discúlpame mi atrevimiento. Una forma muy eficiente fue. —Le ofrecí la mano, para ya cerrarlo.

Sonrió.

—Sí, y valió la pena ayudarte con tu jefa. Y por el beso, no te preocupes. —expreso, y apretó la mano, por fin finalizándolo.

Jessica, llamo a unas chicas que pasan sirviendo a los invitados, es una ayudante. Llego alegre, y enseguida pidió unas bebidas.

«Qué bueno»

Por lo que he experimentado, el alcohol es una causa por el cual, a veces no voy a visitar a mis padres. Me encanta, ingerirlo con frecuencia, claro en día de trabajos no. Es como un amigo, de esos que siempre están contigo sin importar en las buenas y malas. Tal parecido a un compañero de vida.

Y la ventaja que mantiene obtenerlo ahora, es que quita el ambiente tenso, más de Ian. A Alda, no le interesa mucho el cómo esta, porque lo conoce, y sabes que es una tontería.

Jessica quiso sacar conversaciones, pero uno solo hizo del de vista gorda. E iniciaron la conversa.

Paso alrededor de media hora, de esta forma.

Ya sé, que estuvo mal el provocarlo. ¡Todo por un puto favor!

«Que mierda con su actitud, la verdad que me amarga la noche»

Observé a Ian por unos pocos segundos, no obstante, su mirada cayo en la mía, pero la desvió de inmediato.

«¡Carajo!»

—Si me disculpan —dije y me levante— Tengo que ir, por una bebida ya que

—No te preocupes Jakayla —Intervino Aldair, dejándome desconcertada—. Iré yo por ti. —Hizo un ademán de incorporase, pero su amigo se interpuso con su mano.

—Deja que ella lo haga. —comentó malhumorado— ¿Acaso ella no tiene brazos, piernas y boca para que necesite tu ayuda?

«Denme paciencia, que ahora lo necesito con urgencia»

Aldair, sonrió, causándole más el enojo.

—Tienes razón soy persona muy capacitada y gracias a los cielos tengo mis extremidades intactas. —contesté, mirándolo. Mantuvo la mirada, sin interés por lo comentado— Aldair eres muy amable al ofrecerte. —Me acerque a él, para dejarle un susurro, si bien, el movimiento de Ian fue más rápido. Proseguí—: Como sea, ya regreso. —Me retire y los deje con Jessica.

«Ojalá que ella los haga recapacitar un poco»

Al caminar por esta bendita fiesta, que solo me ha traído problemas. A ver, el lugar no tiene nada de problema.