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13 | Presente e, incomodes

Antes de iniciar, la canción mencionada queda en el enlace. Ahora sí, prosigamos con la lectura. 

En estos momentos es cuando uno quiere abandonar la tierra, e irse, ¿quién sabe a Saturno? Estar ahí sola, aunque ya más calmada, ¡pero sola!

No sé a dónde ir o a donde esconderme, pero la presión que ejerce Morgan me hizo salir de mis pensamientos en un instante.

—Ay. —Me queje antes de soltarme.

Observó desconcertada.

—Discúlpame, ¡discúlpame! —dijo con rapidez, mientras me soba la mano con la suya temblorosa—. Perdón. Es que... —soltó una risa amarga.

—Ya lo sé Morgan, te entiendo. —respondí, calmándola. A pesar de todo, tuve que detenerme al sentir una presión detrás de mí. Al voltearme y ver que era o más bien quien es, comprendí.

Esa mirada que desde años no la he visto, me trae nostalgia.

Mis palabras no salen, mis sentidos no concuerdan.

¿Cómo es que solo por unos segundos nuestra amistad se esfumó con facilidad?

Tan solo por las hormonas alborotadas que tenía en ese tiempo. ¡Qué estupidez!

Pero pese a ello, ya está en el pasado y no debo dejarme que este me aleje de la realidad.

Ian se acercó con ella a su lado.

¡¿Este idiota la trajo justo ahora?!

«¡Ese era el gran presente, la gran "sorpresa"!»

Le di la mirada más temible que he expresado, pero él se detuvo a medio camino al verla.

Sus facciones son de plenitud de asombro, sus cejas se elevaron un tanto, su nariz e igual sus labios intactos, aunque una pizca de enojo se vio al dejar caer su mirada en mí.

Prácticamente leí su mente.

"¡¿Qué has hecho Jakayla?!"

"¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Por qué no piensas en mí, sabes lo que viví al no ser correspondido por ella?!"

"¡¿Sabes que, ella es el inicio de mi carácter?!"

«Fui muy ingenua al no pensar que Ian, la traería antes de iniciar la apuesta. Que tonta. ¡¡Eres tonta Jakayla!!»

Quise sonreír, para darles de saber que no estoy para nada, conmocionada, pero me estaría mintiendo.

Las imágenes vinieron tan rápido. Los recuerdos surgieron tal parecido a una corriente de agua.

El manoseo de aquella vez en su habitación. El primer beso, o cuando me uso, casi parecido a un ratón expiatorio. Bueno aquí, es un tanto exagerado. Si bien, lo comentado no ha sido algo tan poco tolerable, empero, el día de su cumpleaños; fue un desastre.

«—Maa-dre... —Sus palabras quedaron a medias al ser callada por una cachetada.

Me quede quieta en mi lugar. No sé qué hacer o donde irme, pero la única cosa que tenía en mente era que: ¡¡quiero que exista un método ficticio o científico, que puede hacer que la gente se desapareciera!!

Al ver el rostro de completa decepción.

Ella me brindo tal confianza, aquella calidez de su sonrisa.

«Lo siento»

Mi cuerpo no responde y, no me quiere ayudar a salir a carreras.

Baje la cabeza.