Capítulo Nueve: Bajo ataque

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Narración por parte de Sonic:

Siento una molestia en mis ojos, no puedo dormir así, aunque creo que debería abrir mis ojitos para saber qué es lo que tanto me molesta. Al abrir mis ojos de golpe la claridad de la habitación los lastimó de una fea manera haciendo que un quejido se saliera de mis labios, cubrí mis ojos con rapidez para volver a abrirlos una vez que se acostumbren a la luz del día mientras me seguía quejando por lo bajo. Unos toques se escucharon por las puertas llamando mi atención al toque, moví mis dedos un poco para dirigir mi mirada a las mismas, de seguro es Shadow quien está detrás de las mismas. Froté mis ojos por la misma molestia y me levanté de la cama para ir a abrirle las puertas, al abrirlas mis ojos se encontraron con unos carmín, tal y cómo había predicho él estaba allí parado.

—Buenos días, Shadow —Dije por cortesía mientras daba un pequeño bostezo.

—Buenos días para tí también, Sonic —Shadow de la nada se llevó algo a la boca y lo deje pasar, mientras yo aún frotaba mis ojos señale al pequeño plato que llevaba en manos.

—¿Qué es eso? —Le pregunté con mis ojos por fin acostumbrados a la claridad del día.

—Arándanos o moras, cómo quieras llamarles —Se giró a verme mientras llevaba otra a su boca, le miré alzando una ceja.— ¿Qué con esa mirada? —Preguntó él ahora alzando una ceja mientras llevaba otra mora a su boca.

—¿Te gustan? —Shadow asintió llevando otra a su boca.— Eso puede ser gravemente mal interpretado —Susurré para mi mismo mientras una crisis existencial comenzaba a formarse en mi cabeza.

—¿Dijiste algo, Sonic? —Negué con rapidez.

—¿Qué haces aquí a estás horas, Shadow? —Le pregunté inmediatamente para cambiar de tema estratégicamente.

—Vine aquí a decirte que saldré a entregar unas cosas, puede que Amy o Rouge se pasen por aquí para visitarte —Por un lado, eso me hizo feliz, no lo voy a negar.

—Entiendo, gracias por decirme —Ahora le miré con una expresión desafiante.— ¿Puedo, por favor, usar una espada? —Shadow me miró en silencio por unos minutos.— Por favooor, no haré nada malo, solo quiero entrenar un poco —Shadow aún me seguía mirando en silencio hasta que suspiró.

—No, aún no —Hice una mueca de derrota.— Primero tengo que hablar con su majestad la reina, ya más tarde volveré y te ayudaré a entrenar —Mi expresión de derrota cambió rápidamente a una de victoria a lo que Shadow solo negó.— Bien, ya me voy, cuídate, Sonic —Y fue en ese momento que un humo de color negro y un aura carmín rodeó a Shadow haciéndolo desaparecer en un parpadeo, cosa que me sorprendió al verlo justo frente a mí.

—Increíble... —Me dije a mi mismo.— Bueno, bueno, quiero hacer algo —Me dirigí hacía un ventanal de mi habitación para ver el bosque que tenía por paisaje, ahí, justo ahí, se me ocurrió una grandiosa idea.

Corrí hacía mi mochila para rebuscar entre las cosas que allí tenía y ahí encontré unos lentes, eran parecidos a los que usan los nadadores o lo que usaban estás personas que volaban en aviones. Colgué los lentes en mi cuello y dirigí mi vista a una esquina, sé muy bien lo que dijo Shadow sobre ese cristal que está en una esquina de mi habitación, pero quien sabe y aparece un arma que nunca he usado o visto, no estoy dispuesto usar un arma que ni yo mismo sé lo que hace, claro, si es que ese llega a ser el caso. Mis hombros decayeron cómo si estuviera cansado, mi expresión era una de derrota total, realmente quería hacer algo divertido, no es cómo que volver a pasar tiempo con Rouge y Amy sea malo, no lo sería en absoluto, pero quiero hacer algo más que solo caminar por ahí, siento muy dentro de mí que así debe ser.

El Caballero De Un Héroe  [Shadonic]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora