Narración:
Una eriza fucsia se encontraba frente a un gran espejo alistándose para salir, era hora de que se encargara personalmente de volver a la normalidad a su amado reino, no podía seguir solo viendo desde su palacio cómo sufrían solo por el ataque de aquella aberración. Fue entonces cuando las puertas de sus aposentos fueron abiertas de golpe, ella se giró sabiendo de quien se trataba instantáneamente, miró al peliverde de gran copete entrar con prisa hasta estar cerca de ella, la fucsia sonrió y abrazó a su querido hermano, el peliverde le devolvió el abrazo y allí fue dónde le preguntó a la fucsia.
—¿Qué es lo que sucede, Sonia? —La fucsia se separó del abrazo subiendo sus manos hasta los hombros del contrario, lo miró con seriedad por unos momentos y luego sonrió.
—Iré a comenzar la restauración —El peliverde le miró con emoción y tomó las manos de su hermana para luego arrodillarse frente a ella.
—¿Puedo ir? ¿Puedo? ¿Puedo? —Suplicó el menor, ella se rió por el acto infantil de su hermano, era raro que él se comportase así, eran ocasiones muy especiales en las que solo se podía ver esa faceta de él.
—Para eso fue que te envié a llamar, Manic, levántate —El peliverde acató las órdenes inmediatamente y la fucsia solo volvió a reír.— Antes que nada, Manic, me encantaría que llames a Lancelot, aún sigo con la curiosidad de aquel discípulo que tiene —El peliverde le miró y asintió dándole la razón.
—Yo también tengo esa duda —Dijo el peliverde alejándose de su hermana.— Iré inmediatamente a llamarlo, espero no sea una excusa para irte sin mí, Sonia —Exclamó el peliverde saliendo y cerrando las grandes puertas tras él.
—No haría eso —Susurró para si misma. La fucsia se giró hacía el espejo viéndose de arriba a abajo para luego chasquear sus dedos.— Esto me servirá de base para el atuendo final —Dicho esto, comenzó a usar su magia para transformar el vestido simple que llevaba a una obra maestra.
La fucsia asintió orgullosa de su trabajo, usando nuevamente la magia arreglo sus púas hasta poder colocarse su corona de reina, volvió a verse al espejo para acomodar su corona hasta que se ella la viera bien. Unos momentos después, el peliverde volvió a entrar a la habitación con un atuendo bien elegante, la eriza fucsia volteó a verle con una sonrisa mientras le extendía la mano.
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El Caballero De Un Héroe [Shadonic]
FanfictionTodos me conoceréis como Sonic The Hedgehog, el erizo que consiguió la super velocidad... ¿Pero a qué maldito precio? Un erizo cobalto acostumbrado ya a la realidad en la que existía, fue desterrado de la pequeña ciudad en donde solo se quedaba para...