Capítulo Dos: Huir

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Narración por parte de: Sonic.


Allí estaba yo, de rodillas en frente de una tabla tallada lo suficientemente bien como para aparentar una lápida, colocando con suavidad un precioso ramo de lirios azules sobre el montículo de tierra donde, abajo de este, yacía el cuerpo de la, ya fallecida, Lilith. Pequeñas lágrimas recorrían mi inexpresivo rostro aún sintiendo un gran dolor en mi pecho, el haberme quedado bajo aquella fuerte tormenta realmente me hizo mal pues en estos momentos me costaba un poco agarrar aire por mis fosas nasales ahora bloqueadas por mucosidad. Luego de haber incinerado los cuerpos de quienes me arrebataron a mi pequeña niña, decidí salir de allí, pues era obvio que iba a ser cazado una vez se descubriera que yo asesiné a esos bastardos sin capacidad cerebral alguna. Iba de regreso a mi casa, mis orejas estaban agachadas y la luz del sol me molestaba mucho mis, lastimados y llorosos, ojos.

Saque una manzana de una mochila que cargaba, tuve una corazonada, una no muy buena, algo me dio la sensación de que tenía que sacar todo aquello que consideraba importante de mi casa, obviamente, cosas materiales, realmente sentía que algo malo pasará, pero no se cuando.

Rodé los ojos poniéndolos en blanco mientras me entretenía pateando piedritas en mi camino, nada iba bien realmente y eso podía sentirlo, fue así cuando me dí cuenta de un pequeño gran detalle, un fuerte olor a quemado se notaba por todo el área, supuse que podía ser, algo así, como un incendio forestal, pero claramente la curiosidad me mató pues el fuego provenía de la misma dirección de mi casa. Al estar cerca de un lugar donde podría divisar mi hogar sin problemas, fue cuando ví lo que todos llamarían como una secuela a una pesadilla realmente horrible. Ví como varias personas de Möbius le tiraban gasolina a mi, ya no tan, humilde hogar, el alcalde personalmente se encargo de prenderle fuego y yo solo podía quedarme allí, observando como llevaban mi hogar hasta las cenizas.

-Mi corazonada fue acertada. -Me dije para mí mismo, apretando los puños, realmente estaba enojado, estaba que echaba humo de la impotencia nuevamente.- ¿Cómo se atreven?...

Entonces si tenía que sacar todo aquello que consideraba valuable he importante después de todo. Aquella casa vieja era lo único a lo que podía llamar mi hogar reconfortante y humilde, al estar tan sumergido en mis pensamientos no me percaté de que un Mapache me señalo haciendo que básicamente todos los que estaban allí, viendo alegremente como mi casa se incendiaba, voltearan a verme como si hubieran encontrado a su presa, lo cual fue lo que me hizo volver a la realidad para darme cuenta de que el alcalde le hizo unas señas a unos guardias que habían por allí.

- Carajo...- Corrí, claramente si me quedaba allí sería asesinado, escuché varios disparos mientras me hechaba a correr con más rapidez, creí que había evitado todas las balas al salir corriendo del lugar, pero sin embargo una de las balas alcanzó mi brazo y caí por una pequeña colina con brusquedad golpeandome contra una roca debido a la repentina herida de bala, mi labio se rompio al morderlo con fuerza, sentí ese sabor metálico que tanto detesto en mi paladar y me hice un rasguño en la frente, allí, mientras estaba tirado en el suelo, supe que era un imán de desgracias.

-Arg..M-Mierda..-Me queje del dolor al tratar de sacar la bala sin éxito alguno, al escuchar como nuevamente disparaban me oculte detrás de la misma roca con la que me lastime horrible la frente para prepararme y esta vez salir corriendo con mi poder, salí corriendo nuevamente, pues era obvio que si me quedaba allí por más tiempo era probable que en vez de tener un rasguño en la frente, tuviera un agujero de bala...

⋆⋅ 🌟 ⋅⋆

No se cuanto tiempo llevo corriendo, pero sé que llevo lo suficiente como para haberme alejado bastante de Möbius, me encontraba esquivando cada árbol que encontraba, era un bosque realmente inmenso al que me había adentrado, pero algo tenía en claro y eso era que hasta no sentirme seguro no me detendría para curar la herida sangrante que tenía. Para mi fortuna pude divisar un gran lago a lo lejos, realmente no dudé en lo más mínimo para tomarme un descanso allí.

Me detuve frente al gran lago para así tomar la mochila que traía conmigo en mi mano derecha, busqué desesperadamente unas pinzas, unas vendas y algo de alcohol para comenzar a tratar mis heridas, no sin antes quitar la sangre con algo de agua del lago cristalino que tenía en frente. Sentía como aquella herida ardía debido al efecto del alcohol, trate de ahogar mis gritos mordiendo unas vendas pues realmente el dolor era algo inmenso hasta para mí, saque la bala llena de mi sangre y la tiré a un pequeño agujero con agua, limpie la sangre seca de mi ropa y por último reforcé los vendajes de mi herida. Miré al inmenso lago en frente mío y me acerqué lo suficiente hasta poder ver mi reflejo borroso allí, toque mi labio partido y solté un quejido, otra cosa que tengo que desinfectar y que olvidé tratar.

Mi labio ardía, pero era el típico ardor de una pequeña herida, fue fácil de tratar. Una vez que terminé con mi labio comencé a observar mi alrededor dónde solo podían verse grandes árboles que ocultaban el bello lago. Sería lindo quedarse por aquí, improvisar una casa y vivir en paz, pero quien sabe que clase de animales salvajes haya por estos alrededores, no me quería encontrar con un oso la verdad, me levante y me acerqué a un árbol lleno de manzanas, sonreí haciendo un mueca de arrogancia porque sabía que iba a ser fácil recogerlas todas del tirón, usé mi poder para impulsarme hacía las ramas del árbol saltando entre las mismas para atrapar las manzanas una por una y luego pegar un último salto para caer de pie en frente de mi mochila, allí las guardé todas y como ya había terminado, sacudí mis manos para ver como atardecía en el hermoso horizonte. Fue entonces que pensé que no sé exactamente qué será de mí o a donde voy a ir, por lo tanto, es mejor tener provisiones ya que si sigo mí camino tal vez pueda encontrarme con una ciudad o pueblo que no me vea con esas molestas miradas por haber sido "bendecido" por encima de ellos...y fue entonces cuando me senté para repasar lo que me había ocurrido, sentí como mis ojos comenzaban a arder y como gotitas de agua caían sobre mis manos, fue entonces cuando supe que estaba llorando, era normal que empezará a llorar al recordar lo que le pasó a mi querida niña.

-Lilith...mi pequeña niña...cuanta falta me haces en estos momentos, si estuvieras conmigo esto sería más fácil de soportar, p-pero supongo que esto era lo que el destino tenía preparado para mí, que me f-fuera arrebatado todo aquello a lo que alguna vez amé y me hizo feliz. -Una vez que terminé de hablar para mí mismo, fue cuando comencé a llorar y gritar con desespero, realmente nunca quise experimentar la soledad, pero supongo que es algo que no iba a poder evitar por más que intentara cambiar lo que hecho, hecho estaba...

─── ⋆⋅ ☆ ⋅⋆ ──

Realmente quise cambiar un montón de cosas que estaban fuera de lugar, ahora que he vuelto a leer nuevamente mí pequeño invento, me doy cuenta de que no me estaba tomando en serio varias cositas, ahora realmente quiero darle importancia a esos detalles que olvidé ya que quiero que se note que fueron una marca para Sonic en el trayecto de su vida.

En fin, espero que sea de su agrado esto y esta vez me aseguraré de que los capítulos estén ordenados.

El Caballero De Un Héroe  [Shadonic]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora