capítulo 2

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Un joven de diecisiete años recién cumplidos corria por los pasillos del Castillo de la mano de una joven de cabellos pelirrojos quien lo miraba divertida mientras soltaba pequeñas risas

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Un joven de diecisiete años recién cumplidos corria por los pasillos del Castillo de la mano de una joven de cabellos pelirrojos quien lo miraba divertida mientras soltaba pequeñas risas.

-Wonpil, ya para, creo que ya no nos sigue. - dijo la joven entre risas.

- ¿Estás segura? Wonsik no se rinde fácil, me atrevo a decir que es la persona más testaruda que he conocido en toda mi vida. - contestó el de cabellos castaños, habia un leve rubor en sus mejillas debido a la carrera que se habían dado para escapar del que Wonpil consideraba su hermano.

-Estoy segura, me apena haber huido así de él pero... de verdad hablar con el me pone nerviosa, nunca se que decirle cuando me habla de la historia de cada artefacto en este castillo. - confesó la chica.

- No te preocupes Nayeon conmigo puedes hablar de Guerras, no se si eso sea mejor pero a mi me gusta mucha el tema. - la risa del castaño inundó todo el lugar, mientras tanto, apegado a uno de los muros del próximo pasillo se encontraba un joven de cabellos azabaches que escuchaba todo atento. - Por ejemplo...

- No hables más, temo decirte que me se todo el tema. -lo interrumpió la chica. - Así que cualquier cosa que digas yo lo sabré.

– Wow princesa Nayeon ¿que es esto? ¿una revelación?

-preguntó con diversión.

- Shsss... es un secreto, a mis padres no les gusta que lea los libros de ese tipo, prefieren que preste más atención a la clase de etiquetas.

- Oh sí, el dedo anular levantado señorita, ¡levantado señorita!–las risas inundaron nuevamente el lugar. - A ese paso el dedo se te va a a quedar levantado de por vida.

– No lo dudo. - la joven de cabellos rojizos respiro profundo antes de calmar su risa. -¿Te puedo decir algo Wonpil?

-¿Es un secreto?

- Sip.

- Vale, soy todo oídos y mi boca es una tumba.
La chica fingió pensarlo unos momentos antes de inclinarse sobre el oído del más alto.

- Me gustas.

El castaño abrió en demasía sus ojos antes de ver a los ojos a la chica frente a él.

- ¿Te digo otro secreto?- preguntó el joven y la dama asintió. - Tu también me gustas.

Y con eso se creó una hermosa historia de amor y se rompió un corazón, quien dolido se recordó las cosas que aquel joven de cabellos castaños le había quitado.

Un padre, un Reino y su primer amor.

Con decisión se marchó e inició una nueva vida en un pequeño pueblo jurando que recuperaría todo lo que le quitaron injustamente.

Con decisión se marchó e inició una nueva vida en un pequeño pueblo jurando que recuperaría todo lo que le quitaron injustamente

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Era un catorce de octubre de 1526 cuando dos felices padres sostenían en brazos a su pequeño bebé de apenas algunos meses.

La escena era observada por los guardias reales y algunos duques del castillo.

Una situación bastante enternecedora que será sin duda recordada por todos en el Reino luego de aquella terrible noche.

Una vez que la Luna hizo su aparición todo el mundo yacía descansando en paz, entre ellos los Reyes quienes gozaban de un profundo sueño.

Mientras que a un lado de aquella gran cama, cerca del enorme ventanal se encontraba la cuna del príncipe bebé que descansaba sin ninguna preocupación.

De repente la luz de la luna se extinguió por una sombra, una mujer que era tapada por una túnica negra y una capucha del mismo color.

Aquella mujer miró con adoracióna aquel hermoso bebé teniendo por un pequeño momento lástima.

Más eso no le impidió agarrarlo en brazos para poder llevárselo, pero de un momento a otro el bebé empezó su llanto haciendo que la mujer entrara en pánico y que los Reyes despertaran.

Ellos al ver las escena se levantaron de forma rápida para evitar aquel secuestró más la mujer fue rápida y bajo por la ventana hasta que sus pies tocaron el piso.

Con miedo escuchó las trompetas siendo tocadas y como los guardias bajaban a buscarla, y entonces huyó.

Corrió lo más lejos que pudo hasta poder llegar al bosque en donde vio al hombre que le encomendó aquella tarea.

-¡Aquí está! Pero la Guardia Real viene en camino, tenemos que irnos -informó la mujer.

-Vótalo al río - exclamó el hombre viendo la cara aterrada de la mujer.

-¿Qué?-preguntó ella en total shook escuchando como toda la Guardia Real se acercaba hasta ellos.

-Si nos deshacemos del príncipe ya no habrá más Rey y así se acaba la monarquía, dejaremos de ser esclavos de los Reyes - dijo de forma rápida el hombre.

-No... No podemos hacer eso, es un bebé - habló tratando de hacer entrar en razón al mayor.

-¡¡¡Hazlo!!! - ordenó, pero la mujer no hizo caso en su lugar corrió en otra dirección con el bebé aún en sus brazos.

Ahora no solo la perseguía la Guardia Real si no también aquel hombre de cabellos color azabache que le hacia recordar aquel "maravilloso" plan que había sido empleado para... La independencia del reino pero... ¿Con qué costo? ¿Un bebé? Uno que no tenía la culpa de nada.

No se detuvo, siguió corriendo hasta poder ver una cabaña cerca de los grandes montes justo metros antes de la frontera con el bosque que daba hasta el reino Freder sin pensarlo se dirigió hasta la puerta y de su bolsillo sacó un pequeño papel junto a una pluma con la que escribió un texto que ayudará a su causa presente y pasada.

Y la dejó encima del bebé al que dejó en el suelo a orillas de la puerta, dio tres fuertes toques para luego salir corriendo escuchando como la Guardia Real le pisaba los talones.

Mientras que de la cabaña una jovencita salió en busca de la fuente de aquel sonido mas no vio nada sólo a aquel pequeño bebé en su puerta.

Con confusión lo cargo y tomó entre sus manos la pequeña nota.

Dejó a tu cargo al príncipe de este Reyno, pidiéndote el favor de que lo cuides hasta los diecisiete, enemigos tenemos y nuestro bebé corre peligro, protege a mi hijo, y Cuando sea el momento llévalo ante nosotros para que todo Vuelva a su normalidad.

Con gran pena dejamos a nuestro pequeño príncipe con la esperanza de que aquí estará a salvo.

Eternamente agradecidos... Los Reyes de Otherper.

La joven miró al bebé y luego a la nota para finalmente mirar alrededor y escuchar a lo lejos el sonido de las trompetas de la Guardia Real y aceptando el cumplir aquel favor de nuevo se adentró hasta su hogar con aquel bebé.

Sólo hasta los diecisiete...

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˖۪⸙P R I N C Eˊˎ - minchan ↴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora