Pasó diecisiete años lejos de su familia, lejos de su destino y ahora que había regresado para ocupar su lugar sabía que las cosas no iban a ser tan fáciles.
"Mi príncipe"
˖۪⸙esta historia es una adaptación, todos los créditos a @makh_alister
˖۪⸙pro...
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—¿Entonces? ¿Qué harás esta tarde? —preguntó Christopher a su pequeño novio —podemos ir al jardín trasero del Colegio —aconsejó.
—¿Porque no mejor vamos a tu cuarto? No tengo ganas de pasear por el Colegio —aconsejó Jisung con un suspiro cansado.
—Claro, no hay problema, podemos ver las películas viejas que encontramos en la oficina de Madam Serina.
—Bien, te veo en la tarde. —contestó el menor para luego ingresar con la mirada en alto a su clase.
—Adiós Jisung. —respondió Christopher al vacío.
Con una mueca en su rostro caminó de frente hasta el patio de juegos en donde reconoció a los caballeros de la Academia God's Armor ocupar la mitad del gran patio ven la otra mitad se encontraba su clase.
Con pasos lentos se acercó hasta sus amigos a los que saludo con una sonrisa.
—Bien estudiantes, hoy practicaremos el tiro al arco —anunció el profesor señalando las veinte Dianas ubicadas de forma continua en posición horizontal —primero haremos calentamientos y luego, se hará una competencia contra la Academia de caballeros, las damas por favor vayan con Madam Lisa para la clase de etiqueta en el jardín. —pidió el hombre siendo obedecido al Instante.
—Una competencia... Interesante. —susurro Christopher con una pequeña sonrisa.
—No me digas que eres un loco de los juegos. —habló alguien a su costado haciéndolo saltar del susto.
—¿Un loco de los juegos? ¿Yo? Pff nada que ver, príncipe, sólo me gustan las competencias. —contestó una vez que reconoció al pelirrojo a su lado.
—Lo que digas Bang. —burló Minho para luego tomar la mano del pelinegro y dirigirlo hasta la gran mesa que contenía todos los arcos.
Una vez todos listos con sus arcos y flechas en manos se dispusieron a practicar, algunos exclamaban frustrados por no poder conseguir acertar a la Diana, mientras que otros se reían cada vez que lo lograban, orgullosos de si mismos.
—¡Oye Minho! —grito Christopher llamando la atención del nombrado.
Minho al voltear su mirada hasta el pelinegro sintió el suave viento frío que recorrió una de sus mejillas cuando una flecha pasó a su costado con rapidez y luego se clavó contra la Diana detrás de él.
—Christopher maldito Buffon ¡Te mataré! —exclamó con un potente sonrojo en sus mejillas para luego correr en dirección al mayor.
Christopher que no dejaba de reírse sintió miedo al ver como el menor se acercaba a él con toda prisa.
—Ay no. —susurró para luego empezara correr sintiendo al pelirrojo pisar sus talones.
—¡Ven aquí! ¡Te voy a hacer sobra para perros! —grito Minho teniendo como fondo la incesante risa de los demás estudiante.
