capítulo 12

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-Lo siento, sé que debe ser difícil para tí estar con nosotros ahora, siendo que recién podemos conocernos, pero, quiero que tengas en cuenta Minho, que sin importar el tiempo que hemos estado separados seguimos siendo tus padres, por favor, puedes contar con nosotros para cualquier cosa. -el hombre habló con voz suave mientras que detrás de él su esposa reía divertida por ver al Rey hablar con un espejo.

-¿Qué crees que haces? -preguntó la mujer con una sonrisa enternecida, al instante su esposo volteó su mirada hasta ella mientras un bajo color carmesí adornaba sus mejillas y eso solo logró que la fémina riera nuevamente.

-No te burles, estaba practicando para hablar con Minhonnie. -se quejó el Rey con un suspiro cansado, en ese momento por la puerta entró la luz de sus ojos, el apoyo indirecto y la motivación que lo impulsó a ser un amoroso pero respetado Rey.

-¿Necesitaban de mi, padres? -preguntó el pelirrojo mientras la puerta detrás de él se cerraba con lentitud exuberante.

-Sí, queríamos que almorzaras con nosotros. -contestó al instante el Rey más que emocionado con la idea.

-Si así lo desean. -contestó Minho sin poder ocultar su pequeña sonrisa por la emoción de su padre.

-Ven Minhonnie -llamó su madre mientras con su cabeza señalaba la mesa que se encontraban frente al gran ventanal de la gran oficina, el menor no tardó en correr hasta el lugary retroceder la silla que ocuparía su madre para que la dama pudiera ocupar su lugar sobre esta.

La Reina agradeció con una sonrisa mientras que el menor se dirigía hasta su sitio ante la atenta mirada de sus progenitores, a pesar de no haber estado junto a su hijo por diecisiete años este parecía no verse afectado, decir que estaban orgullosos de la actitud y sabiduría de su único primogénito era quedarse corto, las palabras no podrían explicar el inmenso sentimiento que se asentaba en ellos.

Charlaron de temas triviales, que hizo el menor en todo ese tiemp0, sus habilidades, sus talentos, sus fortalezas, sus pasatiempos, que lo preocupaba, que le gustaría mejorar, que le gustaría corregir de si mismo, sus comidas favoritas, etc, etc.

Los Reyes estaban emocionados por recuperar el tiempo perdido con su hijo ybaprovecharían cada segundo para inculcar nuevas cosas de las que antes no pudieron.

Con la mirada de la Reina puesta en su esposo de manera divertida, el Rey expresó frente a su hijo las palabras que había estado practicando, aunque esas fueron ensayadas el sentimiento era claro en cómo se expresaba, y lo entendía, Minho lo entendía, y estaba más que agradecido con ese tiempo en familia, tiempo que no estaba dispuesto a cambiar por nada del mundo.

Se sintió como un cachorro solitario volviendo con su familia, siendo llenado de mimos y abrazos y de calidez hogareña que lo hacía mover la cola rezongando de felicidad y euforia.

Una vez que el almuerzo fue terminado y que sus padres lo hayan despedido entre abrazos, Minho volvió a sus clases pero esta vez junto a sus amigos quienes en todo el transcurso de aprendizaje se mostraban en tres etapas que Minho consideraba divertidas.

Atentos: sus miradas siempre estaban intercaladas entre sus escritos y el pizarrón, sus plumas rebosando de tinta que fue plasmada en las hojas en las que escribían, sus manos en alerta para ser levantadas en cualquier momento mientras que de reojo se miraban retadores para ver quien lo hacía primero.

Aburridos: sus labios se fruncían en una mueca mientras que escuchaban al profesor hablar, sus dedos tamborilean contra la madera del escritorio mientras que sus pies chocaban en constante ritmo contra el piso, con la mirada parecían pedirse ayudabmientras unos pucheros adornaban sus rostros.

Desesperados: nada podía calmarlos, el reloj de arena corría y todos tenían su mirada puesta en ese pequeño objeto que pronto pondría el fin de la clase, en medio de su desesperación a veces solían cometer pequeños errores, como, morden el extremo de la pluma haciendo que algunos de las péndolas se quedaran entre sus dientes o como el impacto de sus zapatos contra el piso se volvían más fuertes alertando al profesor.

Sí, de verdad que esas tres etapas se le hacía divertido al menor, intentaba ocultar su risa tapando su rostro con algún libro o pergamino pero siempre era sorprendido por Bang quien con sus dedos señalaba su sonrisa mientras decía un bajo "Beautiful" el pelirrojo no podía evitar hacer un puchero ante las palabras tan desvergonzadas (como él pensaba) que Christopher decía.

Al terminar las clases los jóvenes herederos salieron del gran salón conversando de temas triviales.

-Escuché que Daehyun y tú terminaron, ¿qué pasó? -preguntó Jeongin en dirección de Changbin, el peli-azul rascó su nuca nervioso porque él fue el de la decisión y aún no estaba seguro de porqué lo había hecho, solo sabía de que algo tenía que ver el estudiante de la escuela de caballeros Hwang Hyunjin, solo que aún no descubre que.

-Mis sentimientos por la futura condesa murieron, y no era sano mantener algo con ella cuando me siento nulo a su lado. -contestó con una sonrisa apenada, y es que, en cierta parte, no terminó en buenos términos con la dama, hubieron gritos, quejas y reclamos departe de la fémina y ahora estaba siendo cruelmente ignorado por ella pero frente a todo pronóstico podía afirmar que, no le importaba.

-Tomaste la decisión correcta, si el amor muere no es sano seguir con la relación porque si no todo se volverá una obligación. -comentó Minho, Seungmin quien estaba a su lado asintió con la cabeza dándole la razóna las palabras del príncipe, puesto que, había verdad en ellas.

-¿Usted alguna vez se ha enamorado, príncipe -preguntó curioso Seungmin, al instante la atención fue puesta en el pelirrojo quien se sintió cohibido por la pregunta que fue dada para que él respondiera, ¿si se había enamorado? miró a cada uno de sus amigos antes de que la respuesta cayera sola y él, con una sonrisa la dió.

-Puedo asegurar que me he enamorado. -contestó simple, el paso de los cinco jóvenes jamás se detuvo y ahora se encontraban en la carroza real para partir de nuevo al Instituto.

-¿Es reciente? -preguntó Jeongin y recibió un asentimiento algo dudoso de parte del pelirrojo.

-¿Podríamos saber quién es? -preguntó Changbin, la situación era curiosa y la respuesta del príncipe los había dejado mudos pero llenos de dudas.

-Mis padres. -respondió con una sonrisa burlona el pelirrojo y en el vehículo solo se pudo escuchar el abucheo que todos lanzaron mientras repetían que su respuesta era ilusa pero enternecedora.

Aunque también había otra persona, pero aún no era hora de revelar esa información, haría lo que su corazón le dijese y este le repetía en silencio y con tanta paz.

Que tan solo espere.

Espera por mis palabras y la verdad.


Espera por mis palabras y la verdad

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˖۪⸙P R I N C Eˊˎ - minchan ↴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora