X

46 4 3
                                    

Alaia

Las horas se hacen eternas, tan eternas como las gotas de lluvia que siguen cayendo sobre mi cabeza, las lágrimas como gruesos cardenales cayendo sobre mi cara, la cuál la cubre un velo negro, hay personas a mi alrededor

Pero no escucho nada de lo que hablan, estoy más centrada que todo es avanzar al ritmo de la cavarana que lleva la caja de madera donde va la Reina de Salísbury, mi padre va a mi lado, por regla y por qué no tiene otra opción

Doy pasos alejándome de el, de su aura que no ha cambiado en nada desde que levanto el arma, desde que acabo quitándome no solo a mi madre

Los dos largos días que hemos vivido y que de seguro se extenderán, es solo el inicio de un mes de luto que se vive cada que se pierde un miembro de la realeza, aunque estemos en guerra, o en una amenaza de guerra ya que Cortona fue atacado, no por nosotros, pero es posible que venga una venganza en nuestra contra

Además no sabemos las consecuencias que tendrá el hecho que papá haya prohibido el ingreso de cualquier persona de Olive, sobretodo el rey de ese pueblo, pero no me interesa nada de eso, solo sigo avanzando hasta que nos detenemos frente a un pedazo de tierra

Un sacerdote empieza a hablar pero tampoco lo escucho, solo me acerco a la caja de madera y me inclino hasta que mi frente siente el frío material mojado por las gotas de agua, y sigo llorando mientras acaricio la madera y dejo una de las rosas que aún se conservan y que me regaló el rey de Olive

Levanto la vista cuando se escucha una explosión y guardias civiles que reconozco por su uniforme, me hacen tragar en seco, los guardias me levantan de la tierra y empiezan a hacerme correr, se escuchan gritos, sollozos y disparos

Mientras sigo corriendo, hasta que entramos en la base de seguridad y empiezan a salir los guardias de guerra y papá me ve con furia, pero no me inmutó porque tengo un plan que nos salvará de toda esa mierda que pretende el rey de Cortona

* * *

El fuego cruzado ha sumado más vidas de las que se pueden contar, el agua que envío el Rey de Olive se está acabando y aún no ha regresado la temporada de lluvia, por lo que todo es un caos, papá me tiene encerrada en el castillo

Cosa que no me preocupa, lamo mis labios mientras avanzo hacia la parte inferior del castillo, en el salón está el Duque, el cual trajo a su esposa a vivir, ya que al ser el segundo en línea de mando deben proteger su vida tanto como la nuestra

Su esposa me sonríe a pesar de sus ojeras, está embarazada según lo que escuche, y esperemos que no le pase nada como a mamá y que su hijo venga sano

El se acerca dónde estoy, sus ojos verdes tan transparentes como jade me sonríen algo maliciosos, enarco una ceja y acepto el beso que deja en el dorso de mi mano

—Le recuerdo, señor Marconi que su esposa espera su primer hijo — expreso en un susurro que solo el lelga a escuchar — así que comportese, sobretodo cuando ella está a dos pasos de usted

Hago una inclinación soltando su mano y camino al balcón, aunque se supone que no debo estar aquí, aún así observo la pequeña canasta que me hace sonreír e inclinarme para tomarla, hay está lo que llevo esperando desde hace mucho, la carta  está sin sello y hay algunos chocolates que acompañan la cesta, veo a mi alrededor y suspiró tomándola con algo de nerviosismo

Su Majestad [Tronos #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora