XXXVIII

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Robert

El dolor de cabeza me hace abrir los ojos para buscar algo para aplacarlo, la luz tenue que entra por un pedazo abierto de las persianas me hace maldecir, pero quedo helado, en mi puesto al sentir mi cuerpo, tan entumecido

Tanto como el ardor en mi pecho, me levanto de golpe, y abrir las persianas para examinar mi alrededor, hay un cuerpo que se mueve entre las sábanas y se que no es mi esposa aunque el cabello blanco este esparcido por la sabana

Trago en seco, buscando entre mis memorias, lo que ocurrió anoche, avanzó de nuevo hasta la cama y quitó la sábana para ver de quién trata y lo que me encuentro son gotas de sangre, manchando el blanco impoluto de las sábanas

—No... No ... No, mierda  — susurro, viendo la sangre, y viendo la persona que se despierta y aprieta los labios — lárgate, lárgate ahora, antes que te mate

Exijo, la mujer se levanta y se viste como.puede para salir corriendo de la habitación, quito las sábanas con rabia y me meto al baño, queriendo quitar su aroma de mi piel, observó mi reflejo en el espejo, las marcas y cierro los ojos

Se que debo decírselo a Cinnia, pero no entiendo que paso anoche, parecen borrosos, o imágenes de otra persona en mi cuerpo, aprieto los labios y abro el paso de agua para aclarar mis pensamientos

Parpadeo tratado de recordar, pero nada sucede, y suspiro de nuevo, salgo encontrando una nueva muda de ropa, me visto, sintiendo un peso gigante sobre mis hombros, exhaló el aire que tenía retenido y avanzó hacia la habitación de Cinnia

Escucho una conversación a lo lejos pero estoy tan sumido en mis pensamientos que no escucho de que trata, cierro los ojos con rabia al ver a la misma mujer que amaneció en la cama conmigo discutir con mi esposa

—¡Lárgate! — gruño, ambas se sobresaltan al verme y la mujer dice algo más a Cinnia, haciendo una reverencia sin mirarme a los ojos

—Uy, parece que hiciste algo malo — murmura Cinnia una vez estamos solos, con burla en cada frase, y suspiro sin querer verla a los ojos , suelto un suspiro que a ella la hace reír y me hace espacio para que me acueste a su lado

Aún cuando tengo muchas cosas que hacer lo hago, pero estar con ella siempre es un momento de paz a todo lo que sucede a mi alrededor, sus dedos débiles acarician mi cabello, y me pierdo recordando esos breves momentos a su lado que se hacen interminables

Casi siempre en silencio, ella me ama, yo lo hago con ella, no me atrevería a engañarla y aquí estoy con el peso de la culpa, sin saber bien que paso, pero se que hice algo malo, y ella lo sabe, y aún así no me presiona a hablar

—Si, hice algo malo — murmuró, trayendo su atención a mis ojos, ella sonríe — muy, muy malo, me enamore de una mujer

—Hablame de ella — expresa, la ayudo a sentarse y yo me acomodo con la cabeza en su regazo, viendo sus preciosos ojos de luna

—Oh, la primera vez que nos vimos mi padre insinuó que sería una excelente esposa, solo por la forma en que cocinaba — arruga la nariz recordando ese momento — esa misma noche me dijo que no creía en los hombres y por eso no quería casarse pero que lo haría porque no tenía otra opción

—Solo se estaba haciendo la difícil seguramente — sacudo la cabeza

—No lo creo — ella ríe

Su Majestad [Tronos #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora