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"Descanso tras la Tormenta"

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Vaya desastre...

Una hora después de esa batalla en donde los villanos se colaron a la preparatoria a hacer una especie de batalla para nada conveniente y mucho menos, esperada.

Iida se estaba dirigiendo a unos de esos baños individuales para una persona, aunque eran algo espaciosos cosa que justo ahora necesitaba. Se encontraba algo mareado por todo lo que había sucedido, esto para él, era algo totalmente nuevo y lo tomó de sorpresa.

Cuando esta por abrir la puerta escucha a alguien con la respiración agitada e insultando por lo bajo, toca la puerta para verificar.

-...Ocupado-

La respuesta tardo en venir, seguramente por que le costaba hablar.

Reconoció esa voz al instante y decide abrir la puerta lentamente, topandose con algo que ya se imaginaba.

-¿Bakugo...?-

Lo primero que ve son sus piernas; una flexionada y la otra totalmente extendida, sentado en el suelo apoyado en la pared cerca de la ducha, agarrando con fuerza su torso del lado derecho, abajo de sus costillas.

-...¿Acaso no me escuchaste? Dije que estaba ocupado.- dice regulando su respiración, una farsa total.

-Pensé que algo no estaba bien... Y parece que no me equivoqué.-

Rápidamente se agacho, arrodilladose a su lado para ver cual era el problema y buscar una rápida solución. Pero el rubio seguía en la defensiva.

-No es tu problema, delegado. Estoy bien.-

-¿Bien? Es obvio que no estas bien.
¿Acaso la enfermera no te atendió todavía? Tu eras uno de los que más luchó...-

-No es eso... Fui de los primeros.- dijo interrumpiendo al más alto, otra vez con su repiracion agitada pero algo más disimulada.

-Entiendo, entiendo... Déjame ver, así sé que buscar.-

Él asiente y saca su mano, que apretaba unas vendas con algo de sangre, ya bastante mojadas.

-¿Corte profundo?-

-No, pequeños cortes, más o menos...-

-Okey, enseguida vuelvo, sigue sosteniendo las hemorragias y no te muevas.- Ordena, se levanta rápidamente y usa su quirk para irse lo más rápido posible.

-Como si pudiera irme a algún lado... Imbecil.- rechina para si mismo, odiaba verse débil. Y va y se encuentra al amigo cercano del nerd, lo que le faltaba.

No pasaron más de tres minutos cuando el chico de lentes vuelve con un maletín de primeros auxilios y cosas extras en una bolsa aparte. Algo despeinado, había estado correteando unas 20 vueltas para poder encontrar todo.

Bakugo estaba sentado en el inodoro con la tapa cerrada, así se le haría más fácil para él ayudarlo. Aunque no tenía buena cara, pero bueno, ¿cuando tuvo una 'buena cara' realmente?

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