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"Reclamos Fantasmas"

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Negación.

La famosa primera etapa luego de enterarse de algo que no te gustaría.

Es que, simplemente no le cabía en la cabeza eso. ¿Gustarle alguien? O peor, ¿Que la persona que le guste sea ese tipo? ¡De ninguna manera!

No sabía de qué se trataba eso, y tampoco le llegó a interesar en absoluto. Hasta ahora, que entró a su vida sin ningún tipo de aviso.

No podía controlar su respiración cuando estaba cerca, cada sonrisa sincera que veía por su parte era como un elevador de sangre hacia su cara, cada tacto era el responsable de marcarse en su memoria e inevitablemente las charlas que tenían estaban condenadas a quedarse grabadas en su mente y repetirlas cada vez que no pensaba en algo en concreto.

-Buen día, Bakugo.- ahí esta otra vez, esa sonrisa que tanto le hacía enojar, un gesto tan insignificante que hacía que su día empiece a tornarse de otros colores más llamativos por su culpa.

No le contesta, solo sorbe un poco de su café con casi nada de azúcar, últimamente se cruzaban más en las mañanas, ya que Bakugo se levantaba tan temprano por irse a dormir a las ocho, pero Iida se levantaba más temprano para hacer sus labores de delegado.

El delegado, que ya se daba una idea de como lidiar con ese tipo de situaciones, sigue en lo suyo sin quitar su gesto contento, mientras se hacía unas tostadas y un té negro.

Dándole la espalda, el rubio tiene todo un panorama que observa atentamente sin darse cuenta. Es irónico que alguien que puede noquear de un solo golpe a cualquiera este agarrando con tanta suavidad y gentileza la tostada mientras le unta algo de mantequilla sin dejar de sonreir de manera suave.

-Creo que hoy solo comeré una tostada, ¿Quieres que te deje la que sobro?- pregunta amable mirándolo.

-...Sólo con mermelada, no sé como tienes tan mal gusto para poner mantequilla antes de la mermelada.- acepta sin dejarlo de criticar. Intenta disimular porque sus ojos con ese brillo tan... ¿singulares, raros? No sabía como expresarlo, pero parecían un imán porque una vez cerca parecía no poder quitarlos.

El delegado solo sonríe más, mientras hace lo que el otro le pidió. Para después dárselo y por fin empezar a tomar su té caliente.

Algo que no pasó desapercibido es que el té no lo sirvió en una taza si no en un vaso térmico. ¿Se iba a ir ahora? Generalmente se iba más tarde. Hasta que la respuesta a su pregunta aparece.

-¡Good morning!- Aparece Aoyama, ese chico que para él, era un insoportable con un raro fetiche con lo brillante.

-¡Oh, ya estas aquí! ¿Quieres llevar algo para desayunar?- pregunta Iida con buen humor. Espera ¿Acaso la razón por la que estaba tan sonriente era por ese tipo?

-Deje a quick breakfast in the fridge.- responde en inglés mientras se acerca a la nevera a tomar lo que sea que haya dicho con una sonrisa de oreja a oreja.

-Very clever of you.- lo peor, es que Iida le sigue el juego en toda la mierda que dice, parecía estar de buen humor con el otro.

-Bueno, nos vemos.- Saluda el chico de lentes primero. Para ser seguido por Aoyama que empuja levemente a su acompañante por su espalda baja, ese tacto no pasó desapercibido por el de ojos rojos.

-¡See you later, Katsu!- se despide guiñandole un ojo con un tono algo exagerado.

Eso para cualquiera debía ser solo una broma que debía tomarse con humor.

Paciencia ꨄ︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora