"Choques de Preguntas Suicidas"
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Sintió su mano algo fría por su frente y cabello mientras separaba los mismos de su cara que le impedían ver un poco. Estaba leyendo tan concentrado que no le dio importancia, pero su lectura pasó a segundo plano cuando esa mano se apoyo.
Para su suerte, Iida pareció no darle mucha importancia porque se centro nuevamente en lo suyo y no notó esa pequeña porción de sangre que se elevo en la parte alta de sus mejillas.
-Tengo sed.- dijo mientras daba vuelta la página de la siguiente página del manga que Iida se tomo la molestia de alcanzarle.
-¿Te gustaría alguna gaseosa o agua?- pregunta de forma educada el más alto, mirándole desde arriba.
-Monster, la clásica.- Contesta rápido - Hay dinero en el tercer bolsillo.-
-No hace falta, ya me invitaste lo suficiente.- se levanta buscando dinero entre unos cajones de un mueble oscuro. -¿Te gustaría algo más?-
-No, gracias.- baja la voz a la segunda palabra que pronuncia, no estaba acostumbrado a agradecer las cosas.
-Esta bien, enseguida vuelvo.- el de gafas se dirige rápido hacia la puerta, pero da un pequeño salto cuando ve a alguien justo adelante con el puño levemente levantado. Estaba por tocar la puerta.
-¡Good afternoon!- era el enérgico rubio, como un Bakugo con un giro de 180°, pero era igual de insoportable que él, solo que distinta manera.
Pero parece que a Tenya le agrada todos los tipos de Bakugo.
-Hola, Aoyama. ¿Qué tal?- pregunta de buen humor, como no estarlo teniendo en cuenta quien estaba en su habitación, aparte que la sonrisa del chico de brillos era muy contagiosa.
Bakugo se sienta en la cama de un solo salto mientras mira por encima del hombro del de cabello oscuro. Su nariz se arruga por el disgusto que le da ver a la persona que estaba del otro lado de la puerta, o peor, ver por meros segundos como Iida sonreía para él.
-No por mucho... ¿Recuerdas cuando vimos la película de terror? Me he olvidado mi cobija aquí.- explica mientras que sus fosas nasales huelen un olor a energizante con papas fritas.
-¡Tienes razón! Disculpa por no dártela antes, es que estaba haciendo algunos deberes... Enseguida te la traigo.- Cierra la puerta para después entrar nuevamente a lo profundo de la habitación, mira hacia el costado para ver al otro rubio mirándolo con recelo.
-¿Qué quiere?- pregunta sin pelos en la lengua. Fingía no saber la respuesta, había escuchado toda la conversación.
-Nada, solo una sabana.- explica sin mirarlo con una sonrisa.
-Mhm...- lo mira de arriba a bajo. ¿Por qué tenía esa sonrisa tan boba en su rostro? ¿Sabana? ¿Acaso durmió aquí mientras veían una película? Tenía tantas preguntas pero no podía lanzarlas.
El de gafas se levanta con la pequeña sabana morada con estrellas amarillas, vuelve abrir la puerta y sale cerrandola detrás de sí. El otro solo mira a la puerta con enojo. ¿Debía ir a espiar? ¡Que poco digno! ¿Dónde quedaría su orgullo? Ni hablar.
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Paciencia ꨄ︎
Fanfiction[En procesos de reescribir] Ahora que lo pensaba, él casi siempre salía ganando. -Tengo la sensación que cuando estas conmigo no gritas tanto. ¿Me puedes decir por qué?- -...Me controlo para no romperte la cara.- mintió, mientras se secaba sus mano...