in love with you › chanlix

final.

Cuando Chan estaba parado en la puerta de la que alguna vez fue su casa, junto al que alguna vez deseo tantas veces que nunca hubiera sido su padre y vio caminar hacia el a un pequeño omega, que bajaba las mangas de su suéter, sus cabellos caían por su frente y sus ojitos azules, jamás pensó que caería de rodillas frente a el como un esclavo de amor.

Cuando Felix cruzo la puerta de aquel hogar que entró con miedo de que su futuro estaría perdido y vio por primera vez a un gran alfa de cabellos rizados, que sonreía ligeramente para que sus hoyuelos se remarcaran y lo mirara fijamente a esos ojos verdes tan preciosos, jamás pensó que caería profundamente enamorado.

Uno no sabe cuanto tiempo es el que te tardas para enamorarte de una persona, pueden pasar meses o años, pero solamente tu sabrás lo que sientes por el.

Pero los sabios dicen: "solo los tontos se precipitan", pero ellos no pudieron evitar enamorarse, solo fluyó como un río, que llegó al mar y después al infinito océano, expandiéndose para nunca terminarse.

— Estoy locamente enamorado de ti — dijo Chan, quien acariciaba la mejilla de su pequeño esposo, quien estaba sentado en su regazo, quienes estaban desnudos y solo una sabana subirá sus intimidades.

Acariciaba con la yema de sus dedos la cintura de su omega, donde las estrías estaban presentes, sus muslos más anchos y una ligera pancita que quedó después de su embarazo.

Felix temía sus manos cruzadas en el cuello de su amado esposo, donde sus dedos acariciaba su cabellera y sus ojos se perdían en los del alfa.

— ¿Bastante? — cuestiono Felix, acercando más su cuerpo hacia el.

Habían tenido una romántica noche, llena de pasión después de meses de no poder hacerlo, su pequeño bebé estaba a cargo de sus abuelitos, hoy era su sexto aniversario, que decidieron pasarlo en casa haciendo el amor.

— Totalmente, te amo más que hace seis años cuando te dije que si frente al altar — dijo Chan — te amo más que el día de ayer y mañana te amaré más que hoy.

— Te amo desde que tengo dieciocho, siempre e sido tuyo mi amor — dijo Felix, formando una sonrisa con sus labios — y siempre estarás en mi corazón Bang Chan, sinceramente tuyo.

— Tu amor solo me hace sentir vivo, ser valiente y hacer que te ame para toda mi vida — dijo Chan con una sonrisa en su rostro — estar aquí, haciendo el amor, sabiendo que ahora tenemos a un pequeño humanito al cual llamamos nuestro hijo, no puedo estar más agradecido con la vida Felix, los tengo a ustedes y eso es tenerlo todo.

— Créeme que no quiero nada más que no seas tu y mi cachorrito para hacerme feliz por el resto de mi vida — dijo Felix, ladeando su cabeza.

El omega se inclino a besar los labios de su amado esposo, quien lo recibió gustoso apretando su cintura para que pusiera su espalda recta y pegara más su cuerpo hacia el. Felix jadeo al tacto, que Chan solto un leve gruñido cuando el omega empezó a mover nuevamente sus caderas para hacer un roce leve de sus intimidades. El omega tiro su cabeza hacia atrás cuando el alfa empezó a trazar una línea de besos desde su mentón hasta su cuello, lamiendo la marca y hacerlo temblar por completo, las manos del alfa aprisionaban sus caderas.

— Siendo honestos, sigo enamorado de ti y creo que jamás dejaré de estarlo — murmullo Chan, quien tenía su boca pegada junto al cuello de Felix.

— ¿Lo nuestro es un para siempre? — cuestiono Felix, bajando su mirada hacia la de Chan, el azul cielo se perdia en el verde esmeralda del alfa.

— Lo nuestro es para toda una eternidad mi amor — respondió Chan, volviendo a besar sus labios.

Por que no existía vida en la que ellos no estuvieran dispuestos a enamorarse tan profundo, tan locos, como un amor parecido al oro, que siempre brillaria como un sol radiante para encontrarse en la oscuridad y dejaran de ser fantasmas navegando, dispuestos amarse sinceramente y puramente.

Por que era algo, que perduraria para siempre.                             

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