❪‛᩠⋆𖥘໋᳝·໋᳝݊▹𝕯𝖎𝖘𝖋𝖔𝖗𝖎𝖆꙳໋͙ꓸMetagala❫

❛ં⸼Capitulo 1❜

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❪᭝ּ໋᳝݊𝙸𝚗𝚖𝚊𝚛𝚌𝚎𝚜𝚒𝚋𝚕𝚎˖۪❫
ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ᵘⁿᵒ
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━━ﾞ °⌜ૈ̼𖤐·໋᳝݊▹ᴜɴ sᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏ ǫᴜᴇ ᴊᴀᴍás sᴇ ᴍᴀʀᴄʜɪᴛó.˖۪⸙͎⌟°
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Ha pasado un tiempo desde la última vez que pude escuchar tu voz.

Han pasado décadas desde la última vez que pude sentir tu piel.

Han pasado años desde la última vez que me pude perder en tu mirar.

Ha pasado una eternidad, desde la última vez que pude sentir tu amor.

Y el dolor de tu perdida aún quema como cuando supe que jamás te volvería a ver.

El tiempo ya me es relativo, desde que todo lo he perdido, no ha habido un solo día en que no me sienta arrepentido, para mí ya nada tiene algún sentido, solamente siento tu vacío, tu ausencia, que a pesar de ser mi mayor carencia, me pesa, una aplastante verdad que me supera.

Quizá mi mayor pecado sea ya no valorar los días desde que ya no estas a mi lado, aun trató de ver las cosas como me las enseñaste, pero aunque trate, todo ha perdido ese color que tú le habías dado, aquella esencia que inundaba mi ser y aceleraba mis latidos, aquel sentimiento que recorría mis venas, y a flor de piel fue marcándose con tus besos: con cada caricia, cada vez que estremecías mi ser con pétalos, tus manos que se grabaron en mi cuerpo, de tu amor y tu cariño no me quedo nada mas que eso, meramente el recuerdo.

Aún recuerdo aquella voz que se apoderó de mí, aquella que en las mil y una noches de nuestra unión se dedicó a susurrar para callar mi dolor, aquella voz de la que jamás pude despedirme.

Anhelo el suave tacto de tus manos en mi piel, unas manos ásperas, que recorrían y exploraban todo mi ser, de ti, recuerdo cada marca, las cicatrices que recorrían tu blanca tez y se esparcían por todo tu cuerpo, cada lunar, cada destello en tu mirada, la suave textura de tus labios, que me enloquecían cada vez.

El haber paseado mis manos por todo aquello que me perteneció. Aún recuerdo la sensación de tu piel en la madrugada, y el aroma tan sutil que lo acompañaba, aún recuerdo aquella época en la que solo tu cuerpo me llamaba, en la que te hiciste dueño de mis pensamientos, mis fantasías y mis emociones, aun recuerdo el color de tus ojos, aquel color que me perseguirá hasta el fin de los tiempos.

Aún recuerdo tu silueta en el atardecer, la grandeza de tu porte firme e imponente, como se marcaba la figura de tu cuerpo, de tus rasgos, de aquellas alas que se extendían con la brisa, y aquellos ojos que me perseguían en silencio, aún recuerdo tantas cosas, tantos momentos, que aunque insignificantes, viven, viven solamente en mis recuerdos, pues tú, mi amado, ya estás muerto.

Ni aunque rogara podría hacer retroceder el tiempo, pues han sido centenares e incontables las noches que he llorado en silencio, se volvieron millares las lágrimas que dejé caer en tu nombre, sin testigos que apaciguaran este desconsuelo tan grande que cargo en mi pecho, este resquemor tan inmenso, este dolor que me enloquece y me lleva hasta el infierno, pues hasta el día de hoy, he sido incapaz de olvidar este sentimiento.

Este sentimiento inmarcesible, que no se ha apagado a pesar del tiempo, un sentimiento que jamás se marchitó, una herida que abriste en mi ser y que jamás se cerró, ¿acaso tendré forma de describir este dolor? Me he sumergido en la desidia, me he sumergido en tu pérdida y quizá jamás pueda superar tu ausencia, cada noche me desvelo en tu recuerdo, en tu voz, en tu sensación que cada día se pierde mas en mis recuerdos, en tu presencia que cada vez se aleja más de mis pensamientos, aunque quiera olvidarte y lo esté haciendo, para mí no hay castigo más grande que saber que te estoy perdiendo, a ti, a lo poco que me queda de ti, a ese pequeño fragmento de tu recuerdo, tan frágil como la arena, perdiéndose tan solo con el viento.