Nora
Despierto y todo es oscuro a mi alrededor. No se dónde estoy ni qué hago aquí. Siento un severo dolor en mis pies, mis manos, mi vientre y mi espalda.
Oh no...estoy esposada y atada.
Me daba miedo donde estaba. No recordaba mucho de lo que había pasado y el susto ya lo tenía en el cuerpo porque me sentía algo desorientada y mi hija no paraba de patear, afirmando que ella también está inquieta.No se hace cuánto comi algo, tengo hambre, sueño, angustia y miedo. Las lágrimas caen por mis mejillas, estaba en una especie de cueva o sala muy mal cuidada, tenía una pequeña bombilla de luz que alumbra el lugar, estaba sobre un colchón con una manta, había una pequeña ventana en el lado izquierdo y una puerta blindada negra a lo lejos. Quiero llorar de impotencia, quería salir de aquí, ¿qué querían de mi, que hice yo?
De repente escucho unos pasos, la puerta parece que va a abrirse, respiro hondo y profundo, quiero cerrar los ojos por miedo, pero debo ser fuerte. Veo a un hombre, moreno, con gafas, alto y con algo de barriga, lleva un traje, es mayor, con bastantes arrugas, tiene una cicatriz en la frente y un golpe en la mejilla y cada vez que más se acerca más me suena su aspecto pero no reconozco quién es.
—Vaya vaya....la señorita está despierta
Yo no digo nada y solamente le miro con odio. Me daba asco. Él se acerca y se sienta frente a mi.
—¿No dirás nada?—rie malévolo
¿Qué diría? Nada. Solo quiero salir de aquí.
—¿Quién eres y qué quieres de mí?—digo con una ronca voz
El solo ríe levemente
—¿Ya no te acuerdas de mí?—se acerca a mi
Esa frase me genera dudas. Le conozco según el, pero debe de haber cambiado mucho no lo reconozco. Yo solo le miro a los pies y él se acerca tanto hasta quedar cara a cara.
—Los años han pasado querida. Es normal que no te acuerdes—habla él
—Pero...te daré una pista...soy alguien que odias, alguien que acabo encerrado por tu culpa—dice levantando el tono de voz
Sólo basto esa frase para saber quién es. Patrick Veylow. El hombre que me intento arruinar la vida y que parece que está libre para acabar conmigo. Ahora sí que tenía miedo, no solo por su aspecto sino por lo que se había convertido y su actitud.
—Se muy bien quién eres..pero que querés de mi, ¿no eres libre para vivir en paz?—hablo
—Libre soy, pero no puedo vivir si tú no mueres...porque te preguntarás—se levanta de la silla y camina por el lugar—. Facil, porque me arruinaste la vida, por tu culpa, mi hija murió—suelta molesto
Un momento, ¿Karen murió? Fue a la cárcel... Dios mío, la mataron en la cárcel... Oh no, se avecina una guerra.
—Mientras estaba encerrado veo que tú eras feliz ¿no?—señala mi vientre.
—Ahora ya no lo serás, morirás, bueno tú y ese bastardo de tu hijo...o no...quizá muera solamente Alan—rie—¿Qué quieres decir?—le miro
—Ay niña....vengaré a mi hija. Alan le aruino la vida y tu la mataste. Porque tuviste que enamorar y engatusar a Alan, mi hija y el eran felices—se hace la víctima
—Su hija y Alan no eran felices por mucho que lo pareciese. Alan no la amaba, entiendalo. Alan me ama—digo y de repente me suelta un tortazo que suena en todo el lugar, siento quemazón y dolor en la mejilla y de ello sale una lágrima de mis ojos
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Recuerdame
Teen FictionLleváis siendo felices desde hace 4 años. Está vez dan un paso más y deciden formalizar su relación. se casan y son felices. El amor de tu vida desaparece un mes después de casados. El mundo se te cae encima y el tiempo se detiene. Cuando él regres...