Recuerdame

Capítulo 4 -El accidente-

Hoy hace un día soleado, brillante y bonito. No hay ni una sola nube blanca que cubra el cielo azul. La temperatura actual, son de veinte grados centígrados.

Nuestra chica, estaba en la cama tumbada durmiendo sobre el pecho de su esposo, mientras esté que estaba despierto desde hace escasos segundos acariciando su pelo con calma.

—Quedemonos así todo el día porfavor—pide Nora cariñosamente

—Lo siento cariño. Hoy tengo que viajar a New York por el proyecto del museo.—dice apenado Alan

—No vayas porfavor—pide Nora

—Tengo que ir mi amor. Me gustaría que vinieses, pero tienes que hacerte cargo de la empresa y no me permiten llevar a nadie—suspira Alan triste 

Nora se levanta y le besa en los labios. Él le sigue el beso hasta quedarse sin aliento. Sus respiraciones son agitadas.

—Amor mío..no sigas por ahí que sino no podré resistir—sonrie Alan

—Esta bien. Duchate, yo haré el desayuno—besa sus labios.

Nora se levanta de la cama y sale de la habitación. Alan se queda pensativo aún sentado en la cama.

Alan

Puedo ver tristeza en su mirada. No quiero irme pero debo firmar papeleo en New York. Sin pensarlo mucho me voy a la ducha.

Al entrar, espero unos segundos a que el agua se temple y luego dejo que el agua corra por lo cuerpo. Intento relajarme y respirar.

Minutos después, salgo de la ducha. Me visto esta vez en traje negro. Posteriormente, bajo a la cocina de donde viene un hermoso olor.

—Mm el desayuno huele delicioso—digo olfateando

Ella solo me sonríe

Me acerco a ella y depósito un beso en su nuca.—Mi amor, ¿Qué te ocurre?—susurro

—Nada. Es sólo que tengo una sensación de incomodidad en mi pecho.—suspira girándose hacia a mi mirándome.

—Calmate. Todo estará bien—sonrio y trato de acercarla a mí para abrazarla

—Es que el problema es ese, creo que algo no va bien. Tengo la sensación de que algo malo pasará—dice triste

Ella me mira y observo que sus ojos están cristalinos, apunto de soltar lágrimas.

—Hey Nori—digo. Me acerco a ella y la abrazo contra mi pecho. Puedo notar su respiración agitada y que sus lágrimas han comenzado a caer.

—Calmate cariño—trato de tranquilizarla mientras acarició su espalda.

Ella se aferra a mi con fuerza y solo puedo escucharla decir con un hilo de voz -Te amo, te amo mucho.

—Desahogate tranquila.—dejo que saque su tristeza

—Yo...no se que me pasa..lo siento—al escucharla decir eso, puedo ver qué se siente culpable por llorar.

—No querida. No tengo nada que perdonar. Mira hacemos una cosa. Hoy quédate en casa con tu hermano o si quieres ve a casa con mis padres. Esta noche estaré aquí de regreso contigo, ¿vale?—Trato de animarla

No quería que hoy estuviese sola. Además parecía que no tenía ganas de ir a trabajar. Se que mis padres la aman y les encantaría estar con ella.

—Prometeme que volverás esta noche conmigo—se despega de me abrazó y me mira

—Te lo prometo amor, te lo prometo.—digo besando su cuero cabelludo

Ella simplemente me mira para después besar mis labios y abrazarse a mi. Después, desayunamos pensado en que haremos juntos al regresar.