Capítulo 27 -Felices-

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El tiempo pasaba tan rápido. El verano era la estación presente, el calor, los días claros, el cielo azul.

Nora

No me puedo creer que el tiempo pase rápido. Hoy Luna, mi bebé, mi tesoro, cumple dos meses desde que nació. Aún no puedo creerlo. Es el ser, más bonito y adorable del mundo, a Alan se le cae la baba con ella, la cuida mucho. Le canta para dormir, la mece cuando llora, duermen la siesta juntos.

Ser madre es un sentimiento tan bonito. No pensé que sería así. Aún tengo miedo, miedo al mundo a lo exterior. Estoy recuperada de mi trauma, pero a veces siento que me persigue, que está conmigo. A veces voy a terapia para anular esos pensamientos, para que me den consejos.

Desde que Luna llego a nuestras vidas, llego para darle mil vueltas, todos están encantados con ella, mi amiga Nancy quiere comprarle ropa tanta que haría su propia marca solo para mí hija, Stella es una tía muy cariñosa no para de besar sus mejillas, mis padres se pelean por tenerla en brazos, mi hermano está loco con ella, es su mini yo como el dice, tampoco se equivoca, tiene mis ojos y mis labios. Brian y Gisele quieren estar todos los días con ella, se la llevarían a casa, están queriendo desde ya un bebé y los padres de Alan no paran de llamar con la excusa de saber de su nieta.

Desde que ella nació no trabajo, dedico mi vida a ella. Ella es la luz de mi vida, lo que me impulsa a seguir junto con Alan, yo sin ellos estaría perdida. Alan me apoya tanto, me cuida, me ama, nunca he llegado a sentirme tan amada y enamorada de alguien, siempre pensé que quedaría sola y con gatos en casa. En la adolescencia, todos me amaban pero yo no, yo buscaba a gente sincera, leal, lo pasé bastante mal con algunos novios y tuve miedo al amor. Pero llegó Alan y todo cambio, él me enseñó a abrir mi corazón y que existen personas que te quieran.

Vuelvo dentro de casa y oigo los lloros de Luni. Cuando llego a nuestra habitación veo a Alan tratando de calmarla, pero no hay forma, así que mientras me quito el sujetador para dejar libre mi pecho Alan trata de que no llore.

-Eres adorable, pero tiene hambre-me la pasa en brazos y ella al instante se engancha

-Es increíble vuestra conexión. La creas, le das de comer, la traes al mundo....-me mira con sus ojos brillosos

-Es increíble si

-Que suerte tengo con vosotras, enserio, gracias por darme una familia-el me abraza desde atrás y yo lloro de emoción

-Gracias por amarme siempre, independientemente de la situación. Me diste la familia y el amor que siempre soñé.-beso sus manos

Luna hace sonidos y veo que se ha desenganchado

-Luna, pequeña, no te distraigas con papá, se que le amas-sonrio acariciando la mejilla de mi hija y ella vuelve a tomar mi pecho y poco a poco se le cierra los ojos

-Trae, le sacaré los gases e irá a dormir-me susurra Alan

-Toma, con papi con papi

Alan le mece dándole golpecitos en su espalda y mientras saca los gases logrando que se duerma. La deja en la cuna y vamos fuera.

-Es tan bonita cuando duerme-dice el

-El dulce si, como tú-le beso

-Nora, Norita no juegues

Ambos reimos. Siempre que empezamos a besarnos, acabamos a acostados en la cama.

-Vamos al jardín, hace un buen día y...

El besa mis labios. No puedo evitarlo le sigo el beso. Nos abrazamos y acariciamos hasta que nos falta el aire.

-Eres increíble-me dice

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