Capítulo 2- Pasado.

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El miedo se había apoderado dentro de mí mente.

¿Qué hacía Gakupo aquí?, ¿Cómo había entrado tan fácilmente?, no sabía por qué, pero algo me decía que en cualquier momento Gakupo se aprovecharía de mi estado frágil y volvería a golpearme intcontrolables veces , o quizá haría algo peor, algo que superara lo de la última vez.

 Mí frente sudaba, y mis dedos jugaban con la sábana blanca de la camilla, me encontraba severamente asustado, quien sea se hubiese dado cuenta de eso, y de ser posible Gakupo también. 


-Tranquilo, no te haré nada - masculló en un tono serio y frío, yo simplemente me a asombré, sentí mi cuerpo helado, mientras una lágrima se deslizaba por mi mejilla izquierda. 

Gakupo cerró la puerta y le puso seguro, intenté correr pero algo me detuvo, una horrible punzada en mi estómago se apoderó de mí haciéndome caer rendido al suelo, definitivamente no era la mejor bienvenida después de estar al borde de la muerte. Me aferré a las sábanas de la cama y me aseguré de estar bien sujetado para poder subirme nuevamente a la camilla, me era imposible subir, el dolor era terrible; sentía como si me incrustaran un cuchillo cada vez que intentaba volver a mi lugar .

 De pronto se oyó una risa incontenible, era la de Gakupo, se había quedado viendo como mi cuerpo se retorcía de dolor y simplemente se había burlado de la asquerosa desgracia a la cual él me condenó, era un idiota.


-Dije que no te haría nada, pero de verdad que esa expresión tuya me tienta- insinuó Gakupo cambiando su expresión a una más lujuriosa, mientras se relamía sus labios y se dirigía hacia donde yo me encontraba tirado, retrocedí tanto como pude e ignoré por completo el enorme dolor que mi estómago recibía, simplemente actué conforme mis instintos me decían que reaccionara.


-¡No me toques, idiota!- grité aterrorizado seguido de patearlo en su pierna ocasionando que este cayera sobre mí.


Las frías y ásperas manos de Gakupo comenzaron a recorrer mi mejilla izquierda, solo limpió una lágrima que había caído inesperadamente, pero incluso eso me hacía sentir asco dentro de todo mi ser. 

Mantuve mi mirada perdida, era solo cuestión de un movimiento para volver a recaer en su "encanto" , al parecer aún sentía algo por él. Gakupo tomó de mi barbilla y me acercó a su rostro, pude sentir como su respiración era lenta y se acompasaba con la mía, intenté acercarme aún más , lo deseaba, quería su calor; al menos en un último abrazo. 


-No malinterpretes mis sentimientos.- Susurró Gakupo a mi oído, y poco a poco se fue alejando de mi agarre - Yo realmente te odio - Era aquel mismo tono frío de ya hacía unos minutos. 

Agaché mi cabeza, esto era penoso, e irremediable, ¿Cómo pude creer que todo se arreglaría así de fácil?, en ese momento me dí cuenta de que yo era el único estúpido de la habitación.
-¿Por qué...? - murmuré, mientras una cascada de lágrimas intentaban contenerse en todo mi rostro, Gakupo se había sentado tranquilamente sobre la cama y se encontraba distraído jugando con su cabello

-Gakupo... responde, ¿Qué es lo que sabes sobre mí que yo ignoro?, sé que tú tienes más conocimiento de mí pasado, ¡conoces más de mi, que yo!- su rostro se había tornado de una manera extraña, sus ojos se encontraban cristalinos apunto de explotar en lágrimas, sus labios no temblaban, al contrario, tenían una forma sería, sin sentimientos. 

Él nunca había puesto esa expresión durante el tiempo que lo conocía, era apacible, pero me causaba mucho temor en el interior.


-De verdad, Meiko-sensei no supo criarte bien, niñato. - suspiró de forma aburrida dispersando al aire su mirada llena de tristeza, su mano frotaba desesperadamente su rostro y sus ojos se mantenían cerrados, parecía tan serio.
- Ella es como mi madre y tú más que nadie lo sabe. No es mi culpa que ella le haya contado a Yuzuki cosas que ni a mí se atrevió a contarme, ¡cosas sobre MI pasado!- refunfuñé exaltado y lleno de furia, no quería que él la rebajara a su nivel; no era nadie para hablar así de la persona que tanto cuidó de mí y de mi hermana. Yuzuki era su madre, otra amiga inigualable de Meiko, que afortunados son algunos en esta vida.

Lunas Acarameladas (Yaoi-KaiLen)[En edición y por terminar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora