Capítulo 14.- Aka Hanabira ...

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Como si la lluvia melancólica de lágrimas y sangre  hubiera iniciado, dos pequeños cuerpos descendieron con pérdida de hálito y consciencia ...

¿Era el final?...

El Agrillion tomó a su amante en brazos, poco antes de que este tocara el suelo; logrando rozar levemente la superficie con unas sobresalientes plumas negras que se acomodaban entre su calidez.

— Nunca lo olvides... - la presión de sus labios contra los de Len se había convertido en su principal fetiche, pero sus intenciones en el momento eran otras...
— Tu existencia sólo puede hacer funcionar la mía - seguido de una triunfante sonrisa, se dedicó a observar el entorno que apaciguaba la última tormenta presentada... el cielo rojizo era la lumbre de pétalos marchitos que veía en primera fila el pecado de sus acciones, pero ahora, ya no quedaba más remedio, pues el reino que había afrontado, ahora estaba en riesgo de extinguirse...

Seguramente se hallaba involucrado en una situación que lo llevaría a la muerte segura, vaya que era ingenuo... pues solamente había ocasionado desastre desde que su esperanza en Len acrecentó un deseo incontenible de volverlo solo suyo.
Pero el dios principal ya había decidido el destino de su amado, entonces, ¿Eso correspondía a su verdadera rebeldía?, el cambio que hizo en los sentimientos de su pequeño era parte de todo su plan; y por más que deseara revertir el tiempo en aquel entonces antes de haberse enamorado, sabía que tan solo ocasionaría su propia destrucción.

— Despierta... - de pronto, un par de ojos celestes se asomaron entre la vida y la muerte de la curación inmediata, propagando un rayo de luz entre las almas inconscientes; y haciendo que sus víctimas vieran el renacer por medio de su asombroso poder.
Después de todo, Len simplemente era un Agrillion más.

Entre la oscuridad, Kaito y Len habían logrado su misión... huyendo con veloz vuelo, era hora de iniciar una nueva etapa...

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.:POV PIKO:.

Todo andaba mal, pues con certeza, puedo asegurar que mi ser había entrado en el Río de las almas perdidas en la séptima dimensión, lugar de los muertos destinados a reencarnar debido a su corto tiempo de vida.
Y de repente una extraña luz logró hacerme recapacitar de mi ausencia y recibí el despertar ante una visión  real del reino destrozado en ruinas, la única ventaja era que todos seguíamos con vida, pero claro, con fuertes heridas contundentes.

Mi cuerpo dolía y respondía a mis movimientos con dificultad, quizá se trataba de un tóxico que había hackeado parte de mis diamantes, aunque a decir verdad, todo era culpa de aquel ataque inesperado.

En ese momento, me arrepentía de no haber vigilado a mis rehenes con más astucia, pues aquello ocasionó que atacaran a Yuma y obviamente, también a mí. Um... aunque... en toda mi vida, jamás había visto tal unión...
¡Es que, se trataba de un Agrillion!... y un humano...

¿Una resonancia de distintos seres era posible?,

¿¡Realmente se trataba de una sincronización!?...

¡Evidentemente, por ley, mis dudas seguirían sin respuesta alguna!, pero la inconformidad aumentaría mi sed; y ese era un lujo que no me podía permitir.

*****
Me dirigí al centro del templo sagrado, donde el ataque de los antiguos visitantes retó al Subjefe y al pequeño Oliver en batalla.

Era un milagro de que aún siguieran con vida para poder contarlo.

Poco después de llegar, Rei tenía planteado su primer punto de vitalidad en la quinta dimensión,  cuestión que abarcaba reconstruir los daños materiales causados de este.

Lunas Acarameladas (Yaoi-KaiLen)[En edición y por terminar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora