-¿Sigo yo? -pregunté ingenuo y con mi rostro serio, pero aterrorizado por dentro. Y pude escuchar como una risita pícara se liberaba de sus labios, el sujeto se acercó a mí y poco después de quedarse viéndome durante unos segundos, se agachó hasta donde yo me encontraba tirado y me sostuvo entre sus brazos con mucha fuerza, ¿Me estaba... abrazando?.-¿Q-qué haces? - le interrogé mientras este me apretaba contra su pecho y me acariciaba el cabello, pude sentir como mi corazón latía fuertemente, mi respiración era lenta y mis mejillas ardían como nunca lo habían hecho -ni siquiera en presencia de Gakupo -. El peli-azul tomó de mi barbilla y alzó mi rostro con la yema de sus dedos logrando que mis ojos se dirigieran hacia sus pálidos y serenos ojos azules, y lentamente fue descendiendo aquellos dedos con deleite hasta llegar a mí cuello. Mi cara empezó a arder hasta llegar a un punto en el que mi corazón y mi pecho empezaran a doler , podía sentir el exquisito aroma a helado de aquel hombre y para colmar el momento sus ojos eran tan fríos e hipnotizantes; parecía el pecado y la tentación pura, en persona.
-¿Q- quién eres?, ¿Qué estas buscando de mí?... no... ¡me toques! - alcé mi tímida voz en un hilo aterrorizado, mientras lo apartaba ligeramente de mi cuerpo, su corazón palpitaba y lograba que mi mente se encontrara en blanco haciendo notorio el ardor en mis mejillas.
-Creo que eso ya lo he dicho - enfatizó con una expresión frustrante -mi nombre es Kaito Shion, y ahora mismo te pertenezco hasta el día de tú muerte, pero no te preocupes, no pienso matarte, ahora duerme ... que tendras que pagar tu boleto para seguir viviendo - acarició mi cabello e intentó adormecerme con su dulce canto.
De pronto su frente chocó contra la mía, y poco a poco fue acercando nuestros labios hasta convertirlos en un tierno beso, ¿Qué era esa sensación dominante de tenerlo más y más cerca?, mis mejillas seguían ardiendo como nunca, y entre mis piernas pude sentir como un doloroso bulto advertía una enorme excitación.-Eres tan vulnerable y sumiso, ya veo por que casi te violan... MI, pequeño. - rió observando como se alzaba cada vez más mi miembro, y con picardía comenzaba a bajar su dedo índice hasta llegar a mi entre pierna.
- Por favor... quien quiera que seas, ya dejame ir ... te lo ruego, además soy un hombre. - supliqué con mi frágil voz y con lágrimas cayendo por mi mejilla...
-¿Y qué si eres hombre?, yo igual lo soy... y no pienso dejarte ir, pero tampoco pienso tomarte en un lugar como este, es por eso que voy a esperar a que duermas... y así mismo ir a tu sueño- contratacó, seguido de acomodar mi cabeza en su regazo y posó su mano encima de mis párpados y haciéndolos sentir pesados, comenzando con el viaje hasta mis sueños.
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Me encontraba en una enorme cama matrimonial, sus sábanas eran blancas y tenían miles de pétalos rojos exparcidos por todo el lugar, habían velas con aroma y mi cuerpo se hayaba desenvuelto de entre las sábanas y despojado de mi vestimenta. Mi vergüenza se hizo notoria en el instante que volteé mi cuerpo para mi derecha y me encontré enfrente de la persona que me hacia estremecer con solo ver su mirada, y claro también sus extrañas alas.
-¿tú... eres K-Kaito, no? - pregunté ingenuo acercándome con lentitud hasta su rostro y lo tomé por las mejillas deshaciendo su lujuriosa mirada hasta volverla una enternecida vista.-Veo que tú "amiguín " ya se ha tranquilizado - comentó mientras observaba entre mis piernas, acto que me hizo sonrojar y rápidamente cubrirlo bajo las sábanas de aquella cama.
- No tienes por que avergonzarte, estamos dentro de tú sueño, nadie que no sea un agrillion o el propio soñador puede entrar. - aclaró seguido posicionarse sobre mí y acercar sus labios hasta mi oreja y comenzar a lamerla.
-Len... eres tan dulce.- susurró a mi oído mientras tomaba una ligera distancia entre nuestras narices, el brillo de mis ojos se hizo cristalino, ¿Qué era lo que quería de mí?... ¿A caso no era suficiente el haber estado cerca de una violación para pasar repentinamente a otra?.
- me pregunto hasta cuando me haras soportar este sentimiento dentro de mi pecho.- su voz se había agravado, y el tono de esta me encerraba entre el temor de salir herido y del lúbrico momento. ¿A qué sentimiento se refería? Yo solo veía lujuria desde sus serenos ojos azules, esto era una maldita tortura... ¿Este tipo de verdad pensaba en llevarse mi virginidad?.
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Lunas Acarameladas (Yaoi-KaiLen)[En edición y por terminar]
RastgelePasaron las lunas, y los meses se hicieron largos sin tu presencia. Mi alma inocente se esfumó junto tus palabras , y caí rendido a tus pies. Juro que volveré a ser el mismo de antes... solo da me tiempo. O quizá da me a alguien mejor que tú. Hombre...