2 - Una habitacion propia

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11 de octubre de 1985

Estaba despertando, y lo primero que sintió fue un terrible dolor de cabeza. Entonces abrió los ojos y no pudo averiguar dónde estaba.

Ese lugar no lo reconoció.

Ni siquiera estaba en una cama, estaba acostada en un colchón, todavía vestida y con una manta. Miró el reloj, mediodía.

¿Qué pasó? - Pensò.

Entonces las piezas del rompecabezas de su reciente pasado volvieron a encajar lentamente. El día antes finalmente terminò la universidad. Y luego por la noche, la fiesta.

Bebía raramente y siempre con moderación, pero esa vez hizo una excepción, la ocasión lo merecía.

Pero aún no sabía dónde estaba.

En la habitación sólo había el colchón donde estaba acostada y un escritorio. Decidió levantarse. Fue un gran esfuerzo. Cuando abrió la puerta de la habitación, y se encontró en el pasillo, reconoció la casa de Natalia y Marina, y fue segura hacia a la cocina.

"Buenos dias, arquitecta" "Buenos días. ¿Resaca?"- Natalia y Marina le dieron la bienvenida calurosamente.

Alba oyó las voces de sus amigas sonando en su cabeza y rápidamente buscó una silla, todavía no podía estar de pié por mucho tiempo.

"Haz una lata de café" le dijo Natalia a Marina, y luego se dirigiò directamente a Alba: "Te llevo una toalla limpia, para que puedas ducharte y en cuando salgas encuentraras el café listo".

"¡Bonita borracha, chica!" - fue el comentario de Marina - "bueno, te gradúas una vez en la vida, pero has sido fuerte..."

"¿Qué hizo?" - Alba estaba preocupada.

"No te preocupes, nada que no puedas decir."

Natalia llegó a la cocina con las toallas y acompañó a Alba al baño.

Fue sólo después de terminar el segundo café que fue capaz de encontrar la fuerza para escucharlas.

"Oye, tienes que recuperarte para mañana, que te necesitamos con fuerza" - le dijo Natalia.

"¿Por qué, qué tengo que hacer?" - la posibilidad de una tarea inminente ya le preocupaba.

"Tenemos que ir a casa de Elena para llevarnos la cama y el armario que descarta, para ponerlos en la otra habitación."

Alba estaba empezando a entender: "¿Habeis decidido alquilar la habitación?"

"Claro. No tenemos bastante dinero con todos los gastos. Y el salón solo es casi 36 metros cuadrados... es mas que suficiente para nosotras dos."

Natalia y Marina, una empleada y la otra estudiante universitaria, llevaban dos años en pareja, y habían estado viviendo juntas durante casi un año.

Marina se había ido a vivir con Natalia que todavía compartía el piso con Estefania. Todas habían estado en el piso durante cuatro meses, pero luego Estefania se graduó y regresó a Linares, dejándolas solas. Al principio habían pensado en mantener la casa sólo para ellas, pero los gastos eran demasiado altos.

"Hemos dedicido alquilarlo a una chica lesbiana" - dijo Marina.

"¿Por qué? ¿Quereis ponerla en el medio?"- Alba queria hacer un chiste, pero no podía reír, el dolor de cabeza se lo impidió.

"Mira lo que pasa para decir cosas malas"- dijo Marina riendo.

"No, no es por eso"- Natalia se encargó de explicar - "pero no queremos chicas heterosexuales, con el riesgo de tener tios en casa haciendo el gillipollas simplemente porque están en frente a dos lesbianas".

El futuro robadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora