Golden spider

5. Identidades

   —Entonces ¿En que carrera están cada uno? —preguntó Peter, pues a pesar de ya tener una semana en el club, todavía no sabía mucho de sus compañeros.
   —Somos un grupo bastante variado, yo por ejemplo estoy en administración de empresas, ya que voy a heredar la empresa familiar —dijo Harry— Eddie está en arqueología, Gwen en biofísica y Livy en Artes, aunque eso seguramente ya lo sabías.
   — Deberías dejar que nosotros mismos nos presentaramos Harry —le reprendió Gwen— ¿Que hay de ti?
   —Biofísica.
   —¡Igual que Gwen! Sólo que un grado más abajo, aún así, me comentaste que tenías pensado tomar clases avanzadas, ¿no?
   —Si, pero hasta el siguiente semestre.
   — Te recomiendo que tomes al profesor Connors u Octavius, sus clases son exigentes, pero siempre se aseguran de que no te quedes con la información a medias—dijo Gwen.
   —Gracias, lo tomaré en cuenta.

Después de la hora del club, Peter se quedó reflexionando en las palabras de sus compañeros. Aunque había tratado de mantenerse alejado de las personas justamente para no entrar en contacto con sus rivales, ahora se encontraba rodeado de personas que eran altamente relevantes; Gwen, Harry Osborn (quién claramente era hijo de Norman Osborn), y ahora la mención de los profesores Connors y Octavius.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la bicicleta se detuvo frente a su edificio.

   —¿Te encuentras bien Peter?—preguntó su amiga, quien le veía con una expresión preocupada.
   —S-si, si, sólo fue un día cansado.
   —De acuerdo... ¿Tienes la noche ocupada?
   —Si, bueno, no realmente —contestó un poco por lo bajo, pues su ocupación era su patrullaje de Spiderman, pero era obvio que no podía decir eso.
   — ¿Te gustan las hamburguesas? Va por mi cuenta, trabajo medio tiempo en McDonald's, así que tengo un par de privilegios sobre la comida del lugar, salgo a las 9, ¿Te parece?
   — Suena genial
   — De acuerdo, es el de la plaza del trébol

Ambos entraron al edificio, sólo para que la chica dejara su bicicleta en el pequeño closet/almacén de la entrada y se dirigiera nuevamente a la puerta.

   — Te voy dejando, no quiero llegar tarde, ¡Nos vemos!

¿Porque lo había ido a dejar si su trabajo quedaba entre el departamento y la escuela? ¿Y porque había dejado la bicicleta? Podría haberse ido directamente en lugar de retornar.
Y hablando de trabajos, necesitaba uno que le proporcionara más dinero que un repartidor de uber. Cada vez se quedaba más corto para la renta, y eso que el transporte que Olivia le proporcionaba era una gran ayuda, eso sin contar todas las veces que invitaba el almuerzo.
Viéndolo de esa forma, le parecía raro que trabajando medio tiempo en McDonald's se pudiera permitir hacerle todos esos favores. Sintió la culpa revolverse en su estómago y subió a alistarse para su "turno".

Las horas pasaron entre pedidos, le había ido bien, pues casi no había descansado y la mayoría de los clientes habían dado propina, nada deslumbrante, pero cada moneda contaba. Buscó una estación para dejar la bici de renta, tomó sus cosas y se dirigió al trabajo de su amiga.
No estaba lejos de donde trabajaba, en realidad, quedaba más lejos su departamento.
Llegó al local, y se sentó en una banca enfrente, quedando iluminado por las luces roja y amarilla del letrero neón a la entrada. Esperó un par de minutos antes de ver salir a su amiga, quien lo saludó con una sonrisa apenas verlo. Al acercarse, está le tendió una bolsa de papel.

   — Lo prometido es deuda, una Big Mac con todo, papas, un jugo de cajita y juguete incluido.

Peter soltó una carcajada, pues lo más que esperaba era una hamburguesa sencilla, pero hasta juguete había recibido.

   —¿Puedo? —dijo el señalando la bolsa.
   — Pues claro, es tuya, pero me tienes que dar papas, es la comisión por el servicio.

Ambos rieron, y con comida en mano, se dirigieron a casa.
A mitad del camino, ya tenían las manos vacías, sólo sus mochilas al hombro y las farolas iluminando su camino.
Si bien todavía quedaba un poco de luz solar, ya empezaban a ser necesarias las luces de la calle para poder ver apropiadamente.

   — Entonces, trabajas en McDonald's —indagó Peter.
   — Es correcto
   — A medio tiempo.
   — ¿Aja?
   —  Deben pagar bien entonces, como repartidor siento que apenas sobrevivo.

Olivia rió por el comentario de su amigo, más aún porque sabía que en algún momento le iba a preguntar de ello.

   — Tengo otro par de trabajos a medio tiempo, ya sabes, agarro un poco de todos lados.

Peter asintió y siguió con el siguiente tema.
Ambos iban despreocupados, hablando sobre diversos temas, sin poner mucha atención a su entorno. Eso hasta que la nuca de Peter empezó a zumbar, algo estaba o iba a pasar. De un momento a otro, un tipo encapuchado salió de uno de los callejones, cerrandoles el paso.

  — No quiero problemas, suelten el dinero y nadie sale herido.
   —Si como no amigo, vete de aquí, no tenemos nada —le contestó Olivia a la defensiva.

El sujeto bufó y sacó un arma para después apuntarles con ella. Ambos retrocedieron, y Peter automáticamente puso un brazo frente a su amiga, en un afán de protegerla.

   —¡Harán lo que les digo!
   —¡Hey, amigo! Tranquilo, baja eso, no quieres lastimar a nadie
   — Lo haré si no me dan su dinero ahora mismo.
   —¡Mejor vete a pescar monedas en la fuente imbecil!

Peter quería callar a su amiga, pero temía que si quitaba la vista del sujeto iba a salir algo mal. Aún así, salió mal, el tipo de un movimiento se acercó a los dos, tomó a Olivia del brazo y la tiró hacía dentro del callejón, la chica cayó golpeando el concreto, haciendo un quejido seco.

   — ¡Olivia!

Peter intentó alcanzarla, pero el encapuchado le apuntó directamente a la cara.

   — Última advertencia, dame tu dinero o le pongo un agujero a la cabeza de tu novia.

Con la mandíbula temblando, sabía que no podía actuar como Spiderman, pues ponía en riesgo su identidad y más importante aún, la vida de su amiga.
Apenas empezó a alzar su mochila para sacar su cartera cuando Olivia se abalanzó sobre el sujeto. El primer disparo fue lo que lo congeló.
La chica lo había empujado, y la bala había dado contra la pared, pero sin soltar el arma siguió forcejeando con el asaltante. Lo demás lo vio en cámara lenta.
Su amiga se pegó más al tipo, intentando aplicar una llave, pero el arma quedó a la altura de su estómago, y en un instante resonaron dos sonoras descargas, acompañadas de los destellos de los disparos, alumbrando la sorpresa en el rostro de Olivia antes de ser lanzada nuevamente al piso del callejón.

Dark red - Steve Lacy

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Capítulo corregido

Hello! Nuevo capítulo! Espero les haya gustado, si es así denle estrellita y comenten!
Estoy pensando en ir haciendo una playlist con las canciones de la historia en el orden de los capítulos, díganme si eso les gustaría.
Dentro de dos semanas!

-Gylfie

P. D. Siento dejarles en suspenso!