Falso | Alejandro Garnacho.

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|Capítulo tres: "Departamento"|

Manchester, Inglaterra.

10 de Julio, 2022.

MELODY.

Había pasado una semana desde que todo el mundo hablara de que yo salía con Garnacho cuando sólo habíamos hablado unos 15 minutos. Exactamente una semana y un día. En esos pocos días, pasaron muchas cosas como que volvieron a hablar de nosotros en redes sociales y en la televisión por al menos dos días.

Alejandro y yo hablábamos mucho por Instagram. Él subía una historia y yo se la respondía, yo subía una historia y me la respondía. Nos empezamos a dar like en nuestras publicaciones y él, bajo mi permiso (sí, me pidió permiso), siguió a Melanie y a Mikayla. Estas últimas dos cuestiones son las que agigantaron el rumor de que estábamos saliendo que un poco de verdad había porque no estábamos saliendo, pero nos estábamos tirando onda.

Hablábamos todo el día, desde la mañana a la noche y nunca faltaban los halagos para el otro. Los dos teníamos claro que no queríamos ser solo amigos, pero yo también tenía claro que sí no conectábamos como para ser pareja, lo quería tener de amigo porque era muy gracioso y ocurrente. Teníamos un humor muy parecido que hacía que los dos estuviéramos mandándonos memes y tiktoks para hacer reír al otro.

En ésa semana descubrí varias cosas de él como que su mamá, Patricia, es argentina y que su papá, Alexander, es español y que por eso él tiene doble nacionalidad. Me contó que él fue el que eligió jugar en argentina y que su familia española no estuvo de acuerdo al principio, pero que después lo terminaron apoyando casi que a la fuerza. Me dijo que tiene un hermano más chico que se llama Robert, a quien quería mucho y con quien era muy unido. También me dijo que en España, él había jugado en el Atlético de Madrid y después se fue al Manchester United.

Ah, y que le gusta usar el número 7 en el dorsal porque es fan de Cristiano Ronaldo desde que tiene uso de razón.

Yo también le conté un par de cosas mías como mi cumpleaños, le expliqué mejor de qué iba ser modelo porque él pensaba que era sólo caminar en una tarima y que te paguen por eso. Le dije que era de Londres, pero que vivía en Manchester por la agencia de modelos junto a mis mejores amigas y él me dijo que vivía en un departamento cerca del Estadio del Manchester United junto con Daniel Gore, un compañero y muy buen amigo de él.

Para cuando nos volvimos a ver, ya habían salido las fotos de Dolce&Gabbana. Entonces, mi cara estaba por todas partes. En cada tienda de la marca en el mundo y en los carteles de la calle, dependiendo qué calle sea, pero estaba en todos lados. Entonces, cuando salía a la calle, me paraban varias personas para que me sacara fotos con ellas y yo lo hacía feliz de la vida porque me gustaba ser reconocida.

En aquellos días, unas chicas me dijeron "Mandale un saludo a Garnacho" y yo le mandaba mensaje a Alejandro y él se reía de que nos relacionaran tanto, igual que yo. Hice tres sesiones de fotos para Saint Laurent, por lo que esos días no hablé tanto con Alejandro y él, aún así, me mandaba mensajes de lo que iba haciendo o se le iba ocurriendo durante el día. Me pareció tierno y cuando él se iba a entrenar, yo hacía lo mismo.

A Alejandro también lo paraban en la calle, pero a él le preguntaban sobre nosotros y estaba bastante seguro de que los dos teníamos un periodista siguiéndonos. Yo estaba de acuerdo, al fin y al cabo sí no era un periodista era una fan loca. Por este motivo, nos dimos cuenta que la salida a la que me había invitado, no podía ser al aire libre porque iba a salir en algún lado al día siguiente.

A pesar de que ambos teníamos vidas muy públicas, queríamos tener un poco de privacidad y más cuando recien nos estábamos conociendo.

Entonces, me invitó a su casa y a mí me pareció un montón. Sabía de antemano que me iba a sentir incómoda por estar a solas con él cuando no lo conocía de nada. Si, hablaba con él y sabía quién era, pero no lo conocía. Así que él, entendiendo mi rechazo, me dijo que podía invitar a mis amigas que él iba a invitar a unos amigos.