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|Capítulo trece: "Viaje Parte V"|

Manchester, Inglaterra.

14 de Agosto, 2022.

ALEJANDRO.

Me desperté y enseguida me puse a escuchar el audio que Melody me manda a la madrugada contándome su día. Mientras escuchaba, le respondía. Al parecer grabó una canción con él y la iban a sacar, pero todavía no sabía cuándo. Después de cantar en el after, se quedaron ahí bailando y boludeando con dos amigos de él que estaban ahí, un tal Blake Gray y Iann Dior. Deliró un rato largo con el tal Blake, era otro de los amores de su vida.

En ése viaje conoció a cuatro: Landon Barker, Joshua Bassett, Asher Angel y Blake Gray. Por lo que entendí, Blake y Jaden eran de la misma crew de tiktokers, pero las cosas quedaron raras después de que Jaden le comió la novia de otro de los chicos de la crew.

Entré a Instagram a chusmear y volví a entrar al chat de Jaden, la noche anterior compartimos un par de mensajes. Básicamente empezó porque yo le dije a él que un toque me molestaba que todos pensaran que era novia de él y me dijo que era hoy y mañana, que después ella ya se iba y ya quedaba libre del contrato. Yo le dije que pensé que era hasta que saliera la canción y él me dijo que no, también me amenazó y me pidió que no le rompiera el corazón a Melody.

Se lo prometí.

Tarde.

Me levanté de la cama después de terminar sus audios y en la mesa estaba el desayuno servido, Daniel estaba sentado en frente del televisor. Estaba viendo el programa de chimentos en el que hablaban de Melody y Jaden todo el día, otra vez. Lo miraba todos los días antes de ir al entrenamiento.

—Mirar eso todos los días te va a hacer mal, ¿Sabías?—. Le pregunté mientras me acercaba a desordenarle el cabello.

—Si—. Contestó, absorto en la conversación.

—¿Entonces?—. Pregunté por preguntar, desinteresado, mientras me preparaba el mate.

—Sí le rompes el corazón, ella se va a ir con él—. Soltó, de la nada, y yo lo miré fijamente.

—¿Qué?—. Pregunté, perplejo y él me miró a los ojos sin expresión alguna mientras señalaba la tele.

Más puntualmente a Jaden Hossler.

—Va a terminar con él—. Dijo, seguro, y yo me reí de la pelotudez que me acababa de decir.

—No va a terminar con él, Daniel—. Dije y él se encogió de hombros.

—Cuando pase, no me digas que tenía razón—. Me dijo, serio, y yo aproveché el momento para sentarme a su lado—. Cuando la veo con alguien más, seas tú o él, es una manera para que me deje de gustar. Como ésa canción de Sam Smith que dice "everytime you walk out, the less I love you"—. Dijo, respondiendo la pregunta que le había hecho hacía un rato.

Yo puse mi mano en su hombro y lo miré mientras apretaba mis labios cerrados, para hacerle saber que no sabía qué decir, pero que lo apoyaba. Él sonrió triste y pensé que era la persona más fuerte que conocía, porque hay que gustar de la novia de uno de tus mejores amigos aún sabiendo que es casi imposible que te dé bola.

Él se volteó a ver la tele de vuelta y yo aproveché para sacar mi celular. Tenía un mail de Eva, donde me agradecía que le haya mandado su ropa. Otra vez. Ya era la tercera vez que me agradecía. La primera vez fue cuando le llegaron, hace dos días, que me llamó para avisarme que le llegaron, la segunda fue a la tarde de ayer que me mandó un DM y la tercera fue ahora, que me mandó un mail porque el DM no se lo respondí.

Falso | Alejandro Garnacho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora