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|Capítulo quince: "Sorpresa"|

Manchester, Inglaterra.

16 de Agosto, 2022.

MELANIE.

—¿Entendieron el plan, no?—. Nos preguntó por octava vez Garnacho y todos asentimos, hartos.

Hoy volvía Melody a Manchester después de una semana y Alejandro le quería dar una sorpresa. El problema no era ése, sino que, como se le ocurrió cuando Melody nos avisó que se había tomado el avión, teníamos que hacer todo a las apuradas. Sumado al hecho de que, apenas se le ocurrió, decidió venir s nuestro departamento con Daniel, donde también estaban Marc y Rhys, para explicarnos en persona y con lujo de detalles lo que quería hacer.

Melody llegaba a las cinco de la tarde a Manchester y el demente de Garnacho hizo que Mariah, la recepcionista, nos llamara a las ¡CINCO DE LA MAÑANA! para que le diéramos permiso para subir. Atendió Marc y me despertó enseguida para decirme que los había dejado subir que era muy raro que estuvieran allí a ésa hora y que seguro les había pasado algo. Así que despertó a Mikky y a Rhys también.

Nos reunimos todos en la sala, medios dormidos, a esperarlos. Estábamos más muertos que vivos, Mikky se durmió de vuelta apenas tocó el sillón. Marc estaba nervioso, él de verdad creía que les había pasado algo. Ni Rhys, ni Mikky, ni yo entendíamos bien lo que pasaba y cuando llegaron impolutos con su bolso de entrenamiento, supe que lo que sea que le habían dicho a Mariah para que le diga a Marc era mentira.

Y, cuando Alejandro empezó a hablar emocionado sobre lo que se le había ocurrido, me dio tanta ternura como ganas de matarlo. Creo que las ganas de matarlo eran más, de hecho.

—Perdón, fresa—. Me pidió Marc cuando susurró en mi oído antes de recostarse en mi hombro para ver a Alex aclararle algunos detalles a Mikky, que era la más desorientada de todos, probablemente porque escuchó todo con los ojos cerrados y seguramente la voz de Garnacho se camufló entre el sueño.

—No pasa nada, sweetie—. Le dije y le empecé a hacer mimos en la nuca, jugando con el cabello que le empezaba a crecer ya que hacía unos días no se cortaba el pelo.

Marc y yo estábamos bien, éramos lo más parecido a una pareja, pero no lo éramos, porque ninguno de los dos quería formalizar. Nunca supe bien por qué, yo creo que es porque estábamos bien así. Desde que le aclaré que no quería que estuviera con otras y desde que él me dijo que no le gustaba tener que "compartirme", somos exclusivos y, en realidad, nos tratamos como una pareja.

A mí no me gustaban las formalidades, no me gustaba conocer a las familias de las personas con las que me relacionaba afectiva y sexualmente. Al menos, no desde que descubrí que soy mala con la gente mayor a la que no le tengo confianza. No estaba segura de dar ése paso con Marc, el conocer a la familia hacía todo más real y me daba miedo. No me creía dispuesta a conocer a su familia porque todavía no estaba enamorada de él y sabía perfectamente que él tampoco lo estaba, pero cada día que pasaba y que estábamos juntos y que la pasábamos bien, sabía que hacía mella en ése punto débil de nuestra relación.

Y yo no iba a ser la primera en hablar del tema.

Lo que me daba más miedo era que la gente se dé cuenta porque, como Melody es famosa, nosotras lo somos por asociación, por ser sus mejores amigas y ambas tenemos muchos seguidores en Instagram. El hecho de que alguno de nuestros amigos suban una historia donde nos veamos juntos o tiernos, me daba cosita. No quería que salieran rumores de nada, por eso no subía nada con él a Instagram y él tampoco conmigo.

Falso | Alejandro Garnacho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora