Falso | Alejandro Garnacho.

05

|Capítulo cinco: "¿Somos vecinos?"|

16 de Julio, 2022.

Manchester, Inglaterra.

MELODY.

Cinco días habían pasado desde que Alejandro vino a mi departamento a decirme que quería todo conmigo, pero quería ir despacio para conocernos. Un día de que me atreví a besarlo. Cinco días de que apenas se despertó, se dio cuenta de su error y vino corriendo a explicarme bien qué pasaba entre él y su ex.

Cinco días desde que me gustaba mucho más que antes.

—Me parece super tierno que haya venido prácticamente en pijama a explicarte lo sucedido porque sabía que nos íbamos a hacer la cabeza—. Argumentó Melanie y Mikayla le dio la razón.

—Si, igual lo tengo entre ceja y ceja porque antes de hacer esto podría, no sé, haber bloqueado a la ex, pero hizo bien en venir y pasar vergüenza en la recepción para decirte la verdad—. Opinó y, la verdad tenía razón, pero por el momento estaba muy contenta de que haya venido a explicarme, ya tendría tiempo de hacer algo al respecto.

—¡Melody! ¡Apurate!—. Me gritó Marissa, la fotógrafa.

Estaba en medio de una sesión de fotos para la revista Vogue, era para promocionar la nueva campaña de Yves Saint Laurent. Estábamos las modelos que representaban a la marca por país; había una italiana, una francesa, una española, una alemana, pero yo sólo estaba enfocada en que estaba la mísmisima Hailey Bieber.

O sea.

Yo estaba compartiendo una sesión de fotos con Hailey Rhode Bieber Baldwin, una modelo genial y excelente que era una de mis modelos a seguir. Además, era la mujer de mi ídolo, pero yo no la quería por lo que hacían con y para Justin, yo la quería por ser ella. La seguía desde 2014, más o menos y siempre me pareció una luz, un solcito.

—¡Voy!—. Grité y terminé de aplicarme el labial mate para ir a sacarme las fotos.

Me sentaron al lado de Hailey para las fotos y yo no podía creer lo Diosa Griega que era, era perfecta. El maquillaje super natural, la cara angelical. Cómo Justin no la va a preferir sobre cualquier otra, o sea, mirá lo que es. Una locura, un despelote, un escándalo.

—Te amo—. Le dije bajito y ella se rió—. Sos mi ídola—. Afirmé y ella me miró a los ojos y me abrazó fuerte, juro que podría haber muerto en ése momento y moriría feliz como ésa canción de Nessa Barrett que dice: "i wanna die when you touch my body, i feel right if my blood stop floring".

Finalizada la sesión de fotos, todas nos dirigimos a los camerinos a cambiarnos y volver a nuestra ropa usual. Me estaba desmaquillando cuando escuché a alguien gritar mi nombre, entonces salí a ver quién era y era Catherine Robinson, mi mánager.

—¡Cathy!—. Grité mientras corría a abrazarla, hacía un mes o dos que no la veía porque estaba viajando y, para mí, era como una hermana mayor.

—Acá estás, niña—. Dijo mientras me correspondía el abrazo—. Estoy muy enojada contigo—. Sentenció y yo me separé confundida.

—¿Por?

—Ahora me vas a contar bien qué onda con el jugador del United porque no me respondés nunca cuando te hablo de ése tema—. Me dijo y la verdad es que tenía razón, no le hablé nunca de Alejandro y es porque no sé qué decirle.

—Nada, qué sé yo, me gusta y creo q yo a él—. Respondí, muy apenas y es que no había demasiado para decir.

Ella me miró con los ojos entrecerrados, como sí me estuviera analizando.