Tuo per sempre

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Emma.

Apretaba el volante y mi mandíbula al ver a Jay y Regina sentados como dos viejos amigos, tomando chocolate caliente, era estúpido sentir celos, pero era inevitable, odiaba sentirme así. Ella misma me había dicho que no pasaba nada entre ellos y que me amaba a mí y solo a mí, y con todo eso verlos tan compenetrados me molestaba, porque así deberíamos estar ella y yo.

Suspiré por lo tonto de mis pensamientos, era total y absolutamente ridículo que yo sintiera celos por eso, ellos solos estaban ahí, sentados, pasándola bien.

- ¡basta ya! - dije crispando los dedos de mis manos. –esto es ridículo.

Estaba decidida a irme de ahí, confiar en Regina y en el respeto que Jay le tenía.

Al arrancar tuve mucho cuidado, pues el pavimento estaba resbaladizo, y a tan solo unos metros frené, pero era demasiado tarde, pues había atropellado a Jay, cayo unos cinco metros lejos de la patrulla.

Me baje y Regina, Ruby y Zelena corrieron para acercarse a un seminconsciente Jay, se estaba ahogando, pues el golpe le había sacado el aire, sus manos estaba sobre su estómago.

- ¿estás bien? –dije al estar a su lado.

Al escucharme sus ojos se abrieron y se alejó de mi con temor en la cara, Regina y Ruby y Zel llegaron a nuestro encuentro bastante alteradas y preocupadas.

- ¿Qué fue lo que paso? –preguntó Zelena poniéndose de rodillas junto Jay. -¿estás bien?

Intento hablar, pero no podía tomar aire.

-se está ahogando. –dijo Regina - ¿Qué paso? –pregunto al verme.

-no pude frenar antes de tiempo. –le respondí intentando acercarme una vez más a Jay.

-el pavimento está demasiado resbaladizo –dijo Ruby arrodillándose al lado de Jay. –¿estás bien? ¿puedes respirar?

-vamos a llevarte al hospital. –dije y el retrocedió.

Se sentó en el suelo y tomo aire –¡ya déjenme en paz! –dijo rojo de la ira –arreglen sus putos problemas y a mi déjenme en paz –dijo entre dientes.

Compartí una mirada con Regina ella estaba catatónica y yo no podía creer lo que el mocoso nos acaba de gritar. Me sacudí mentalmente y me acerqué para ayudarlo a levantarse cuando el hizo amago de hacerlo por sí mismo.

-no me toque, por favor. –dijo al borde de los nervios - ¿Ruby? –la llamo con voz rota.

Ella junto a Zelena fueron las que lo ayudaron a levantarse, dejándome un raro dolor en la boca del estómago.

Lo llevaron a dentro del restaurante pues no quería ir al hospital.

Entonces, sentí algo en el pecho al darme vuelta Regina se había puesto una mano en el vientre y su cara se contrajo. Fue a su lado he hice que caminara hacia la patrulla.

-es el bebé. –dijo antes de la hiciera subir.

-tranquila, estaremos en el hospital en un momento. –le jure.

No sé quién estaba más nerviosa, si ella o yo, del viaje no recuerdo mucho, salvo que prendí las sirenas y pase varios semáforos en rojo, casi atropello a un perro, pero llegamos al hospital tan rápido como mis sentidos me lo permitieron. A partir de ese momento, me hice cargo de la situación, hice que buscaran a While y le explique lo que estaba pasando, también le dije que, si alguien se enteraría, él lo iba a pagar.

El equipo de emergencias se movió alrededor de Regina, me pidieron que esperar afuera, pero mis nervios me estaban llevando al limite, hasta que sentí la mano de alguien en mi espalda y me espante, al girarme vi a Zelena preocupada. En el camino la había llamado para que nos encontrara en el hospital.

Be my  beginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora