¡Beep, beep, beep!
La alarma sonó en todo mi cuarto. Ese día empezaban las clases en otro instituto, y estaba un poco nervioso por eso.
-¡James, despiértate anda!-mi madre me llamó desde el nuevo salón de nuestra casa. Me mudé ahí porque a mi padre le ofrecieron un trabajo en Los Ángeles, así que, ahí estábamos.
-¡Voy mamá!-dije poniéndome la ropa que tenía en el armario. La verdad es que me puse lo primero que pillé, pero no iba mal: unos pantalones anchos, camiseta blanca y una sudadera de Guns n' Roses. Me gustaba esa sudadera porque antes era de mi padre, y él me la dio.
Bajé las escaleras rápidamente y ahí estaba mi desayuno favorito: tortitas con sirope de chocolate y de caramelo. Madre mía, vaya pinta tenían. Cogí uno de los platos que tenía esas maravillosas tortitas y empecé a comérmelas compulsivamente.
-¿Gracias o algo, por favor?-se quejó mi madre.
-Perdón mamá. Gracias-dije yo, haciéndome el formal y el inocente como siempre lo hacía.
-Más te vale darme un beso cuando vayas al instituto, ¿eh?
-Vale, lo que tú digas mamá-dije con mala gana.
Por fin terminé las tortitas y mi café, le di un beso a mamá porque me lo había exigido minutos antes, y fui hacia el instituto con calma. Veía gente a mi alrededor, con mochilas y dirigiéndose al instituto, pero nadie me hacía caso, como si fuera invisible.
Cuando llegué al maldito instituto, entré por la puerta y un grupo de chicos se me acercó.
-Hola, ¿eres nuevo?-me dijeron un par de ellos.
-Sí. Me llamo James-dije yo.
-Nosotros somos Jacob, Evan, Tyler y Aiden.
-Encantado-dije, intentando ser amable con ellos. De repente, noté cómo todo el mundo miraba a la puerta principal del instituto, así que hice lo mismo. Entraron 3 chicas iguales por la puerta, eran jodidamente atractivas.
-¿Quiénes son esas chicas? ¿Y por qué las está mirando todo el instituto?-pregunté curiosamente.
-¿De verdad no sabes quiénes son?-me dijo Aiden.
-No, lo digo en serio.
-Son las hermanas Evans. Mira, la de la derecha se llama Hayley, es la mayor. La de la izquierda Ginger, que es la mediana, y por último está Abbie, que es la pequeña.
-¿Y se puede saber qué tienen de especial?
-Su madre es directora de una de las empresas más grandes de Los Ángeles, son muy ricas. Siempre enamoran a cada chico del instituto, uno tras otro. Pero ellas nunca se enamoran de ellos, solo les usan como si fueran marionetas. Y claro, ellos siempre caen en su trampa.
-Curioso...-dije yo, mirando a cada una de las hermanas. La verdad es que tenían pinta de ser muy ricas por la manera de vestirse, pero no parecían malas personas, todo lo contrario.
-Sí, la verdad es que sí. Además, la gente dice que van a un club secreto, pero nadie sabe dónde está ni qué hacen en ese club exactamente-siguió contándome la situación.
Iba a averiguar por qué iban a ese club, y lo más importante, a qué club iban. Lo iba a averiguar cueste lo que cueste.
Fuimos cada uno a su aula ya que no éramos juntos; a mí me tocaba geografía. Entré a clase, y ahí estaba la hermana mediana, Ginger Evans. No había un sitio a parte de la de su lado derecho, así que opté por sentarme ahí.
-Hola...-dije yo, intentando ser amable (otra vez).
-Hola. ¿Y tú eres...?-joder, me habló muy borde.
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Irresistible imperfección
RomanceLas hermanas Evans, las chicas que han roto el corazón a muchos chicos...hasta que James Davis viene. James enseñará a la hermana mayor una muy buena lección, lo que es amar de verdad, pero las cosas se tuercen muy deprisa... ¿Será que le romperá e...