CAPÍTULO 2: El club

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Beep, beep!

Joder, otra vez la maldita alarma. Tenía que quitarla de alguna manera, no lo aguantaba.

-¡James!-joder, qué puntual era la gente.

-¡Ya voy papá, me estoy vistiendo!-dije yo, pero tenía un problema: el amigo no quería ponerse bien...

Venga hombre, ponte bien de una vez...ponte...

Decidí darme una ducha fría para que se calme un poco y me dio que funcionaba, así que fui al armario, me puse una camisa negra con unos pantalones negros y bajé a comer rápidamente ya que llegaba tarde.

-Me voy. Venga, ¡hasta luego!-dije yo, y dí un portazo sin querer ya que hacía un montón de viento.

-Hola tío-oí una voz detrás mío, y cuando me giré era Jacob.

-Hola tío-me da que se saludaban así, así que yo hice lo mismo.

-Hoy a la tarde vamos a ir a un club, ¿vienes?

-Vale, me parece un buen plan.

-Me parece bien que vengas, bro.

-Gracias hombre-y me dió un abrazo con palmadas en la espalda. Yo le respondí con otras palmadas en la espalda. Me caía muy bien la verdad, era muy amigable.

Llegamos a clase y nos separamos. Ese día a primera hora me tocaba anatomía, y no me apetecía nada de nada. Me daba que iba a hacer pira por esta vez. Además, acababa de empezar el curso, así que no pasaría nada si no fuera a clase durante las primeras dos horas.

Fui a un rincón que estaba detrás del instituto a fumarme un cigarrillo y para tener un poco de paz. Sin embargo, no duró mucho porque alguien apareció a mi lado.

-Hola, chico que rechaza a chicas-joder, Hayley.

-Vete de aquí-le dije yo secamente.

-Uy, ¿qué te pasa? ¿Estás triste? Yo podría ayudarte un poco...-y empezó a acercarse más y más a mí. No podía controlar mi cuerpo, pero sí mi mente.

-No-dije yo, otra vez tan secamente que ella se sorprendió.

-Eres una piedra, ¿lo sabías?

-Ya, así soy. Además, me da igual.

-Vale vale...-y me dió un beso en el cuello...

-Hayley para. Ya te he dicho que no. Y mi respuesta sigue siendo la misma.

-Te vas a enterar James, no sabes en qué lío te has metido tú solito-y por fin se fue. No me daba miedo lo que me iba a hacer, pero de eso me arrepentí tarde...Ya te lo contaré en algún capítulo.

Me terminé el cigarrillo mientras estaba escuchando "That 's what I want" con los cascos que tenía para estas ocasiones.

Fui a clase y ahí estaba otra vez Ginger, pero esa vez se estaba pintando las uñas de negro muy concentrada. Preferí no hacerle mucho caso, y prestar atención a la profesora de geografía.

-Señor Davis, ven a la pizarra y señálame dónde está Kilimanjaro-fui a la pizarra totalmente convencido de dónde estaba esa montaña, y señalé en el mapa. Ginger empezó a reírse como si no hubiese un mañana.

-Ahí no está pringado, Kilimanjaro está mucho más abajo. Mira-se levantó de su silla convencida-Kilimanjaro está aquí, a ver si te enteras.

-Muy bien señorita Evans. Señor Davis, tiene que estudiarse mejor las montañas del mundo...Aprende de Ginger-no sé por qué, o quizás sí, la odié con todo mi ser. Todavía no entendía cómo había podido derretir a tantos chicos, si era así de borde...No entiendo nada.

Irresistible imperfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora