CAPÍTULO 6: Las cosas pueden cambiar mucho con un solo gesto

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Estuve buscándola durante mucho tiempo, hasta que se me ocurrió un sitio: el parque. La vi a lo lejos, y fui a donde ella decidido.

-¡Hayley! ¡Estaba muy preocupado!

-Hola-no me miró ni a la cara, estaba mirando a la nada.

-¿Qué te pasa mi pequeñita?-le pregunté.

-Déjame en paz.

-¿Pero por qué? ¿He hecho algo que no te...?

-¡Que me dejes en paz, joder!-y cruzó los brazos.

-Hayley, si he hecho algo...yo...

-Sí lo has hecho, ¡ser un idiota!

-No te pillo...-le dije bajando la cabeza.

-¡Le has dicho al chico ese que le ibas a llamar a la policía si me hace eso! ¡Ahora no me deja en paz James! ¡Está todo el rato llamándome y viniendo a mi casa! ¡Eres un imbécil!

-Hayley, yo pensaba...

-¡No! ¡Es que no pensabas!

-Perdón....

-¡NO ME SIRVE! ¡TE ODIO!-en ese momento te juro que sentí cómo me lanzaba una maldita flecha a la tripa.

Empezó a llover como si no hubiera un mañana, y justo tenía un paraguas pequeño en la mochila. Se la di-bueno, en verdad se la tiré-a Hayley y me fui a casa con ganas de llorar. Sin embargo, no lloré porque aprendí a ser fuerte con todo lo que me pasó en el pasado.

Llegué a casa y me di una ducha muy fría, a 10 grados. Quería quitarme a Hayley y su enfado por lo que le dije a ese tío, ¿por qué habré sido tan idiota? ¿Por qué?

Eres muy tonto...

Gracias hombre.

Estuve todo el día metido en casa, frotándome la cabeza y haciendo cualquier cosa para olvidarme de aquella escena, pero nada. Nada me ayudaba a quitármelo de la cabeza. Me arrepentí en todos y cada uno de los momentos en que recordé la cara de Hayley al mirarme, esa cara de enfado y de decepción.

No dormí en toda la noche leyendo el libro que me ordenaron en clase de literatura, y era de amor, esos clichés típicos de ficción. Cuando la terminé apagué la lámpara de mesa y me dormí en mi cama.
***
No os voy a mentir, me desperté sudando por el sueño que tuve: Hayley estaba ahí, delante mío, y me decía que me necesitaba, pero de repente aparecía el tío ese y se lo llevaba con él lejos de mí. Fue el peor sueño de mi vida, en serio.

¿Qué me estás haciendo, mi pequeñita?

Fui a clase porque ya llegaba tarde y me tocaba justamente la clase de literatura. El profesor pasó la lista y ahí vi a Hayley. Joder, era muy incómodo...

-James tío, ¿qué te pasa?-Jacob se dio cuenta de mi ausencia y me devolvió a la realidad.

-Nada, problemas con Hayley, pero no es nada tranquilo-tampoco se quedó satisfecho, pero bueno, me dejó en paz.

-Bueno chicos, ¿el libro que habéis leído para la clase de hoy de qué va?-preguntó el profesor.

-Iba de amor-dijo Hayley.

-Muy bien. ¿Y qué opináis sobre el amor?

-El amor es...indiferente-dije yo, uniéndome al debate.

-Explícate-me dijo el profesor, y todos me estuvieron prestando atención.

-El amor que vemos en las películas o en los libros no existe, nada que aparezca en ellas es real. Ambos son unos mundos irreales e inalcanzables. Pero en realidad el amor no es que te enamores de alguien y ya. Es mucho más que eso, porque algunas veces la persona de la que estamos enamorados no lo está de nosotros. Pero bueno, la vida sigue y ya. ¿Y el corazón roto quién me lo arregla? Nadie, nadie me lo puede arreglar. Por eso digo que lo que aparece tanto en las películas como en los libros románticos no son reales, es lo que a todos nos gustaría que pasara.

Irresistible imperfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora