CAPÍTULO 16: ¿Pero qué has hecho?

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-James-
Abrí los ojos y no sabía dónde estaba. Mi cabeza martilleaba demasiado, y me acordé de lo que hice aquella noche. Me había emborrachado y fumado más marihuana de lo normal, porque discutí con mi padre y necesitaba evadirme un poco de la maldita realidad. Fui con un antiguo amigo a una discoteca, la discoteca de siempre, el bar de siempre. El bar donde todo lo de mi pasado empezó.

-Levántate y toma esto anda-Alex me dio un vaso de agua y una pastilla. Suspiré y cogí el vaso y me tragué seguido la pastilla.

-¿Qué hemos hecho en toda la noche? Es que no me acuerdo de nada-pregunté poniendo mi mano en mi cabeza.

-Normal, ¿sabes cuánto fumaste y bebiste ayer? Tuve que quitarte la botella de la mano para que no bebieras más.

-Joder...

-Echaba de menos pasármelo tan bien contigo. Hace muchísimo que no te veo.

-Ya...-dije yo no muy animado por lo que hice ayer.

-Me tengo que ir a casa, ¿quieres que te lleve?-me preguntó.

-No tranquilo, ya iré andando, mi casa tampoco está tan lejos.

Después de eso me enteré de que me convertí en mi peor pesadilla: había vuelto a ser el mismo que hace años prometí que no volvería a hacerlo. Lo peor era que no podía cambiar nada, ya me había vuelto adicto a lo que antes era. Me odié a mí mismo.

Pasaron horas y horas y no se me quitaba el maldito dolor de cabeza. Fui a donde mi padre a casa y no estaba. Agradecí ese detalle, no quería que me viera así de mal.

Alguien tocó la puerta, y supuse que era mi padre así que la abrí. No era la persona que esperaba la verdad, eran Jac y...Hayley. Joder.

-Hola tío-me dijo Jac, y me dio un abrazo con palmaditas.

-Hola. ¿Qué hacéis aquí?

-Hemos venido a...-empezó Jacob, pero ella la cortó.

-James, quiero que me escuches, por favor. Quiero darte explicaciones.

-No quiero escucharlas Hayley, ya tuve suficiente. Además, ahora mismo voy a...-se me cayó todo el paquete de marihuana del bolsillo. Eran como 20 gramos, y ya había fumado más de medio paquete antes de que vinieran, iba fatal.

-¿Pero qué has hecho?-me preguntó Jacob.

-Nada, me he fumado todo eso, me encanta-ahí me enteré de que ya estaba flipando y no veía la realidad en lo que estaba pasando.

-Necesito que me escuches, pero mejor vengo mañana-zanjó Hayley.

-No quiero volver a verte Hayley, ¿no te enteras?-dije balanceándome. Jacob me cogió antes de caer al suelo.

-A ver, venimos mañana y hablamos, que ahora estás muy morado y no se puede hablar con seriedad. Estás alucinando demasiado.

Hayley asintió y se fueron a algún hotel que estaba cerca de mi casa. Me quedé solo, y empecé a fumar los otros 10 gramos que me sobraron horas antes. Ahí sí que estuve mal, pero esa sensación de no preocuparte de nada durante un tiempo, poner tu cabeza en modo avión estaba muy bien de vez en cuando.

Mi padre llegó a casa, cenamos los dos en silencio, uno en cada punta de la mesa, y al fin me fui a la habitación quedándome completamente tirado en la cama.

-Buenas noches James-me dijo mi padre desde fuera de mi habitación. Después me cerró la puerta.

-Buenas noches papá.

Apagué la lamparita que tenía en la mesita de noche, silencié mi móvil y al fin me quedé completamente dormido en mi cama.


A la mañana siguiente mi puta cabeza daba vueltas, parecía que estaba en algún sitio que da muchas vueltas sin parar. Me levanté y fue todavía peor, así que fui a mi baño como pude y me mojé la cara y la nuca.

Irresistible imperfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora