El Legado (Pausada)

Lena Luthor

Capitulo 2: Lena Luthor

POV Kara Fairmont

Kara Fairmont amaba los días soleados, la música que hacía mover sus piernas y los helados de chocolate. La ojiazul amaba levantarse temprano, comprar el café de su jefa aun cuando esta se quejaba de que estaba frío la mayor parte del tiempo (cosa que era imposible porque ella era una vampira y llegaba a la oficina en 1 minuto) y amaba su trabajo.

-¡Kara, dile algo a Clarke! ¡Sigue insistiendo!- escuchó las quejas de su hermana menor mientras bajaba a desayunar.

Juliette ya estaba sentada a la mesa con un vaso repleto de sangre en su mano derecha para cuando Kara entró en escena. Clarke también se encontraba allí, la hermana mayor estaba mirando el periódico, sabiendo que aun cuando la menor se quejase, Kara no podría hacer nada al respecto además de pedirle que tomase la situación con calma.

-Clarke, no seas tan dura, Jules todavía es joven. Además, sabes que no quiere morder a nadie. A mi no me molesta traerle sangre.- habló Kara extendiendo su mano para agarrar el vaso de sangre que había sido colocado sobre su lado de la mesa.

Clarke suspiró dramáticamente y colocó el periódico sobre la mesa.

-Kara, si ella esta mal acostumbrada es por tu culpa. ¿Habias escuchado de un vampiro que beba sangre solo de su vasito porque tiene miedo a clavarle los dientes a su comida?- preguntó la mayor de las hermanas clavando su penetrante mirada en Jules, la joven se hizo aún más pequeña en su asiento.

-Entiendo que te preocupes, pero debes entenderla, Clarke...- intentó de defenderla Kara.

-¡No tengo que entenderla! Sabes que eventualmente tendrá tanta sed que atacará a la primera persona que tenga cerca. Si hemos sobrevivido todo este tiempo es porque tomamos las decisiones correctas. No puedo proteger esta familia si ustedes dos quieren jugar a que son humanas.- bramó Clarke dejando su copa casi vacía sobre la mesa y dirigiéndose a la salida a pasos largos.

Kara suspiró. Su hermana mayor se había hecho cargo de la familia desde que sus padres habían sido asesinados veinte años atrás. La noche de la cacería. Ella recordaba esa noche de manera borrosa. Tenia cinco años, y Jules apenas uno. Clarke no había sido la misma luego de ese día. Había sido obligada por las circunstancias a tomar el control de la familia y a protegerlas.

-Clarke, por favor...

Su hermana no hizo caso a su llamado.
Jules se hundió en el asiento y bebió de su pajita.

-Hey, no es tu culpa, monito...sabes como es Clarke.- intentó tranquilizar a la menor colocando su mano sobre la de Jules.

-Ella tiene razón, Kara. Si pierdo el control, si muerdo a alguien, si soy incapaz de detenerme...todo lo que ella ha hecho...

-Oye, no digas eso...Juliette, ¿sabes que te hace especial?- preguntó Kara arrodillándose delante de su hermana

Le tomó de las mejillas, limpiando el poco de sangre que había manchado el contorno de sus labios.

-Tienes compasión, Jules. Nuestra hermana se vio obligada a enterrar esa parte de ella...asi sobrevivimos, pero ella lo hizo para que tu no tuvieses que pasar por ello. Aun así...en algún momento tendrás que morder a alguien...la sangre que traigo lleva días en bolsas, tu cuerpo pedirá sangre fresca pronto.- explicó lo más tranquila que pudo.

Su hermana asintió, e inclinándose hacia ella le colocó un beso en la mejilla.

-Debo ir a estudiar...- avisó mientras el sonido de música inundaba el interior de la casa.

-¿Ese ruido es Ben? - preguntó Kara con una sonrisa.

-Si, le dije que bajara la música para no molestar a Clarke, pero creo que lo hace intencionalmente.- admitió la menor con una pequeña sonrisa.