Protegerte es mi instinto

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Capítulo 5: Protegerte es mi instinto

POV Juliette Fairmont

Clarke estuvo quejándose más o menos durante una hora. Jules se habia sentado en el sofa mientras Kara intentaba tranquilizar a la rubia semidesnuda que no dejaba de murmurar el nombre de Lexa Luthor. Juliette jamás le había visto tan fuera de si.

Eran cerca de las cuatro de la madrugada cuando su hermana mayor se había quedado dormida. Kara le besó la frente, pidiéndole que también se fuese a dormir porque había sido un día agotador. Jules obedeció, pero al estar en su cama no podía hacer más que dar vueltas y revivir lo ocurrido con Kate.

Su garganta ardía de manera insoportable, su visión se volvía roja y podía sentir sus colmillos asomando. La sangre de Kate era deliciosa. Era cálida, refrescante...y tan dulce. Cerró los ojos al recordar el sabor en su boca. Un gemido se escapó de sus labios.

Ese era el motivo por el cual no deseaba probar la sangre fresca. No podía sacar el sabor de su mente. No podía dejar de escuchar el latido del corazón de Kate. No podía dejar de oler la sangre que había fluido hacia su boca con tanta intensidad.

Había sido tan fácil beber de ella. Tan sencillo obtener aquel líquido que su paladar anhelaba con desespero. Lo peor de todo era que su garganta solo deseaba aquella sangre. La bolsa que había bebido esa tarde...se había sentido insípida en su boca.

Esa sería una larga noche...

Cuando abrió sus ojos, solo habían pasado tres horas. La mañana clareaba, y por el sonido de música, Kara seguramente no había dormido casi nada. Se arrastró escaleras abajo, apoyándose de la pared y clavando su mirada en la espalda de su hermana.

-¿Clarke sigue durmiendo?- preguntó sujetando el vaso de sangre que Kara le tendía.

-Asi es, creo que dormirá la mayor parte de la mañana. No todos los días se le escapa la cena.- comentó Kara sentándose a su lado y lanzándole un guiño.

Ella dejó salir una sonrisa.

Clarke se ponía insoportable cuando no comía bien. A juzgar por la sangre que manchaba su boca la noche anterior, había mordido a Lexa Luthor de la manera más salvaje que existía. Como solo Clarke Fairmont podría hacerlo.  

-¿Estará bien, cierto? La herida...

-Se necesita más que una estaca de madera para acabar con nuestra hermana, tranquila.- le interrumpió la rubia acariciándole el cabello con media sonrisa.

Ver a Clarke con aquella herida le había impresionado. Su hermana no parecía estar en dolor mientras refunfuñaba y juraba que asesinaría a Lexa con sus propias manos. Pero, que estuviese maldiciendo, no quería decir que no estuviese sufriendo.

Era demasiado para ella admitir que estaba en dolor.

-¿Debería quedarme a cuidarle?- preguntó luego de sopesarlo por algunos segundos,

Kara negó mientras colocaba su vaso en el fregadero.

-Creo que sera mejor que vayas a estudiar. Tengo la mañana libre así que estaré al pendiente.- le aseguró la mayor con esa sonrisa cálida que siempre conseguía callar todos los ruidos en su cabeza.

-Si ocurre algo, llámame,  por favor.- pidió recibiendo un beso en la frente y un movimiento afirmativo de cabeza.

Ser la hermana menor en una familia de vampiros significaba que siempre tenía a
alguien cuidándole. Ella creció en ciudad nacional. No tenia recuerdos del asesinato de sus padres porque solo tenia un año cuando ocurrió.

El Legado (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora