Cuando los monstruos temen

293 40 8
                                    

Capitulo 14: Cuando los monstruos temen

POV Clarke Fairmont

Era una completa mierda aquella situación.

Clarke no estaba acostumbrada a sangrar durante más de unos segundos. No estaba acostumbrada a sufrir de aquella manera. Pero sobre todo, esa sensación de miedo que en esos momentos se esparcía por su cuerpo, le era extraña.

Cabeceó, sintiendo las esposas de plata quemando su piel al tiempo que la sangre escurría desde la herida en su brazo. Sentía el quemazón que el veneno de aquel vampiro que le mordió había introducido a su cuerpo. Ardía...pero no lograba quedar inconsciente.

Intentó comunicarse con Kara, pero era imposible estando rodeada de plata. Intentó dormir para contactar a Lexa, pero sus sueños la evadían. En ese momento, sintiendo la daga que todavía estaba enterrada en su costado, volvió a ser aquella niña de ocho años que estaba en el armario y miraba a sus padres ser asesinados sin poder hacer nada.

Sintió miedo...

Un miedo que le ahogaba y paralizaba su cuerpo. Uno que se expandía con rapidez por sus venas y le asfixiaba. Hace tanto tiempo no había experimentado aquello...

Las lágrimas pronto se deslizaron por sus mejillas hasta llegar su boca. El sabor metálico le hizo abrir los ojos que no recordaba haber cerrado y parpadear.

Clarke Fairmont estaba llorando.

Hacia tanto tiempo no lloraba.

Había llegado a pensar que era incapaz de llorar...

Ella debió haber previsto que estas cosas pasarían, pero estaba tan distraída con Lexa. Olvidó que los vampiros no muestran piedad hacia los traidores. La ojiazul lo sabía. Tenía marcas en su cuerpo que eran un constante recordatorio del castigo de un traidor.
Pero Lexa Luthor había besado esas cicatrices, y la memoria había desaparecido por un momento.

(...)

Su plan aquella mañana era estar acostada junto a Jules observando una serie sobre vampiros que no podía estar más lejos de la realidad. Había estado pensando en el juicio y en como salir airosa del mismo, acariciando el cabello de su hermana mientras lo hacía, cuando recibió un mensaje de Lexa.

Le extrañó que la castaña le escribiese. Ella no se comunicaba por medio del móvil, solo por sueños. Clarke le había proporcionado su número telefónico por si ocurría alguna emergencia.

No había una emergencia.

La castaña solo le había enviado una foto suya en traje de baño y sujetando una copa de lo que parecía ser vino. Clarke sintió todo su cuerpo despertar de inmediato. Sus ojos recorrieron con avidez el cuerpo de la ojiverde, deleitándose en su trabajado abdomen y como su rostro se iluminaba cuando sonreía.

Lexa: ¿Puedo tentarte a un baño?

"Ella puede tentarme a colocarme una estaca de madera en el pecho" pensó la ojiazul mordiendo su labio inferior.

Clarke: ¿Tu casa?

Lexa: Si, date prisa...

Clarke: En camino 🏃🏼‍♀️

Desapareció en un segundo, dejando sola a Juliette y apareciendo en su recámara para cambiarse.  Colocó algunas prendas en una mochila con descuido. Después de todo, no pretendía estar vestida por mucho tiempo. Mordiendo su labio inferior, se detuvo en un un cajón lleno de juguetes. Metió la mano hasta alcanzar aquellos que estaban sin abrir, arrugando el gesto al pensar en los que había utilizado con Niylah. Esa bruja seguramente fue quien le dejó saber al consejo que ella había asesinado a Nia.

El Legado (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora