CONFUSED || Stranger Things

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Hay días en dónde Steve quiere simplemente irse de Hawkins.

Le echo el ojo a Nancy desde hace un tiempo, así que intentaba acercarse a ella lo máximo posible.

La visitaba a su casillero de vez en cuando y siempre le piropeaba para que ella cayera por él.

Sin embargo, su esfuerzo generaba frutos con creces, sin embargo, dejo de prestarle cierta atención a asignaturas.

Las ciencias no congeniaban con Steve, en lo absoluto, por lo que por recomendación de su profesora, le dijo que buscara a Matthew Anderson.

Desconocía totalmente aquel nombre y rostro que pertenecía a su compañero, sin embargo se esmero en buscarlo, ya que una simple asignatura no le arruinaría su estabilidad académica.

—Hey Nancy —se apoyo al lado de los casilleros y paso su brazo por encima de la cabeza de la chica, mirándola con su típica mirada de galán —, ¿Cómo estás?

—O-oh, Steve... Me sorprendiste —la chica de lentes y de curvas se fue del lado de Nancy, dejándola sola junto con Steve —, he estado bien, algo atareada por cosas de literatura.

—Igual puedes pedirme ayuda si necesitas... —se calló al escuchar lo estúpido que había sonado su propia frase al saber que él era más tonto y por mucho que Nancy —, de todos modos, necesito un poco de tu ayuda.

—Si si, por supuesto, dime qué necesitas —la chica cerró su casillero y camino junto con Steve por el pasillo rodeado de adolescentes.

—Estoy buscando a un tal Matthew Anderson, ¿Sabes quién es?

—Por supuesto, va en algunas clases conmigo, y estoy segura que también va contigo en algunas otras.

El rostro de Harrington quedó inexpresivo ante tal afirmación. Él juraba nunca haber visto a aquel chico en su vida y ahora resultaba que estudiaban en el mismo salón.

—Bueno, no lo conozco y nunca lo he visto.

—tsk, Steve, deberías de prestar más atención a tu alrededor más que a tu ombligo.

Steve se quedó callado, por lo que Nancy también. Aquel comentario no le dolió en absoluto, solo que le dejo con una pequeña gran duda.

—Aqui puede estar tu amiguito.

Steve sin darse cuenta llegaron a una parte de la escuela no tan conocida para él.

—¿Aquí?

—sip, es el club de ciencias, o mejor dicho, el club de ciencias químicas.

—genial, entonces Mattie es un cerebrito.

—¿Mattie? Podría decirse que si, aunque su apariencia engaña a veces.

Nancy le sonrió y golpeó la puerta donde decía laboratorio. Escucharon un "pase" demasiado alto, por lo que Nancy mirando a Steve mientras encogía sus hombros abrió la puerta.

El olor a huevo podrido le llegó de lleno a Steve, haciendo que su cara se contrajera y los acidos de su estómago subieran por el esófago.

—¡Perdón! —una voz entremedio de los mesones y estantes hablo — ¡Confundí el frasco de ácido sulfhídrico con el de ácido sulfúrico pero se me fue un poco de las manos! ¡Si vienen a dónde estoy pónganse mascarillas y guantes!

Tomaron guantes y mascarillas, colocándose cada uno sus implementos y pasaron con sumo cuidado por el pasillo.

Al fondo y en medio de una campana con vidrio rodeándolo, se encontraba un muchacho alto, no más que Steve, rubio y con el cabello tomado hacia atrás.

—¿Qué necesitan de mí?

—Pues es Steve quien quiere hablar contigo.

—Esa voz... —dijo el muchacho dándole un vistazo a los visitantes —, o es Nancy, mucho tiempo sin hablar.

—Claro, es que la química ya no me resulta tan complicada después de que me leyera el libro que me recomendaste.

—Y vienes con Steve Harrington —el chico cerró con delicadeza el vidrio de aquella cápsula, dejando el frasco marrón dentro de este —nunca pensé ver a este personaje venir al laboratorio.

—Hola, sí —Steve sonrió forzadamente ante la algo extrovertida personalidad del chico rubio —, la profesora Lee me dijo que contactara contigo respecto a algunas... dudas que tenía con química...

No quería quedar de tonto frente a Nancy, por lo que eligió cuidadosamente las palabras que utilizaría.

—Supongo que viniste al lugar indicado —el chico se sentó en un banco y tomando un material de vidrio comenzó a agitarlo suavemente mientras abría cuidadosamente lo que estaba haciendo.

—¿Que haces, Matthew? —Nancy se acercó y observó cómo el líquido que caía en el otro líquido se volvía rosa.

—Se llama Titulación, es complicado de explicar, pero el resultado es asombroso.

Steve alzó sus cejas estando muy poco interesado en la conversación que estaban teniendo esos dos, movió sus manos sobre el mesón de madera, viendo y sintiendo las distintas marcas que tenía.

Su vista navegaba por los distintos químicos frente suya y su rostro se deformaba ante el olor insufrible que sentía.

—Harrington —lo llamo el muchacho rubio —, te ayudaré en lo que sea que necesites, solo te pediré una sola cosa.

—Dime —Harrington observó de nuevo a su compañero, y vio ahora un líquido rosado fuerte en el frasco que estaba utilizando el otro.

—Quiero que prestes mucha atención en clases y que anotes todo lo que tengas duda. Sino lo haces, no podré ayudarte en nada.

Steve se cruzó de brazos bajo la atenta mirada de Nancy, quien observaba a los dos hombres a su lado.

—Tsk —chisto el mayor, mirando a otro lado —, lo haré.

—Bien, es un gusto —el rubio le tendió la mano y Steve la agarro, apretando levemente.

—Que asco —exclamo el más alto mientras olía su propia mano.

—Perdón, estaba con un poco de...

—no me interesa, nos vemos en la semana.

Steve salió de allí, dejando a Nancy en el laboratorio junto con su nuevo tutor y dejando a estos dos demasiado confundidos.

Así fue como Steve y Matthew se conocieron, comenzando una... ¿extraña? relación entre ellos dos, pero que solo hacia confundir a Steve cada día más.

Era imposible que le gustara su amigo Matthew... ¿No?