Capítulo Veintidos

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Lágrimas cayeron por sus mejillas al observarse en el espejo

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Lágrimas cayeron por sus mejillas al observarse en el espejo.

No había despertado hace mucho. En el reloj de la cocina marcaban cerca de las cuatro de la mañana, por lo que aún era madrugada y no tenía que ir a clases hasta el momento.

Se despertó debido a su gato que maullaba con exigencia a su lado y lamiendo su cara, estaba rodeado de vidrios y sangre, había corrido al baño a ver qué había ocurrido, observando su rostro con marcas y cortes.

Su nariz estaba roja y de esta salía sangre que ya estaba seca, por el costado tenía un corte por su ceja al extremo donde está hinchado como nunca.

Tenía un tremendo moretón en toda la sien y le dolía como un infierno.

Deseaba poder olvidar lo que había pasado el día anterior, sin embargo, aquel horrible recuerdo no le dejaba tranquilo.

Sus manos temblaban frenéticamente, sus dientes comenzaron a tiritar, sintiendo un frío recorrerle por todo el cuerpo.

No se preocupo por el desastre que estaba en su casa y simplemente se acostó en su cama, durmiendo entre lágrimas por el dolor y por el miedo que sentía.

La única compañía que tenía aquel momento era Curio, quien se subió a su lado y se acostó junto a el, intentando animarle.

Durmió profundamente, tanto que no escucho los toques en la puerta principal, ni menos los gritos desde afuera.

––¡Toca más fuerte! —le ánimo Ian a James — Se debe de haber quedado dormido.

—Pero... estamos haciendo un alboroto.

—Tsk, dejame hacerlo a mi —quito de la puerta a James y golpeó con más fuerza la madera, dejándole un dolor en sus nudillos.

—Ian, no saldrá...

—Pues me está preocupando mucho.

—Tal vez ya se fue al instituto.

—Imposible, para que él llegue a la hora correcta debe de irse en el primer bus, y ese —apunto a la otra calle en dónde estaba un bus esperando a que se suban los pasajeros — es el primer bus.

—Tal vez se fue caminando...

—Que no —Ian se alejo de la puerta y arremetió contra ella, quedando literalmente aplastado contra la puerta sin poder moverla un solo centímetro —. Eso dolió.

—No hagas eso, que la gente sospechara...

—¡Oye! —un vecino grito desde la casa del lado y camino hacia ellos con bata — ¡¿Que creen que están haciendo?!

—a-ajh, señor, nosotros buscamos al~

—¡Quiero entrar!

—Llamaré a la policía

CONFUSED || Stranger Things Donde viven las historias. Descúbrelo ahora