Coincidimos (G!P)

Equipo Dorado

Pov Poché

—¡Como capitán del equipo, prohíbo el ingreso de cualquier inepto que crea tener el talento para jugar con nosotros!— Advirtió amenazante, fruncí el ceño y Alejo me miró.

—¿Por qué haces esa cara?— Preguntó. Mario seguía amenazando a los demás estudiantes que parecían tener miedo de él.

—Me parece injusto que amenace a todo el mundo solo porque no quiere que nadie vaya a postularse. Es un idiota.— Afirmé y él asintió.

—Estoy de acuerdo— Me paré de mi asiento dispuesta a detenerlo —Ey ey ey, ¿A donde vas?— Me detuvo.

—A ponerle un alto a Mario—

—Poché, ey ey ey...— Muy tarde. Soltándome del agarre de Alejo me dirigí a la salida de la cafetería. Me percaté de que los amigos de Mario me vieron y le avisaron.

No tenía idea de cómo había hecho lo que había hecho, pero lo hice.

Salí de allí y suspiré. Wow, una pelea al segundo día de clases no era lo ideal pero sin duda se lo merecía.

Caminé por los pasillos hasta llegar al gimnasio y toqué la puerta de la pequeña oficina que se encontraba en una esquina detrás de las gradas.

—¡Adelante!— Escuché una voz masculina del otro lado.

—Buenas señor, soy María José Guzmán y vengo a postularme para el equipo de basquetbol— El entrenador levantó la mirada lentamente de su libro y retiró sus gafas de lectura.

—Solo hombres pueden entrar al equipo. Lo lamento señorita Guzmán— Dijo y volvió a mirar su libro. Me acerqué a su escritorio y me senté en una de las sillas que estaban frente a él. Entrelacé mis manos y crucé mis piernas. Él me miró expectante.

—Bueno, técnicamente también soy hombre. Así que...— Iba a seguir hablando cuando me interrumpió.

—Espere, ¿A que se refiere?— Preguntó extrañado.

—Bueno...— Procedí a contarle básicamente todo sobre mi condición y él escuchaba atentamente —El director Cardenas tiene mi expediente médico donde está todo escrito detalladamente, vaya con él y le va a explicar más cosas—

—Pero usted se llama María José— Dijo confundido.

—Échele la culpa a mis padres. Perfectamente pudieron haberme puesto Mario José y sería exactamente lo mismo, señor.— Aclaré. —Ahora, ¿Vamos a seguir hablando sobre mi intersexualidad o podemos ir a lo realmente importante?— Dije severa y él asintió.

—¿Ha jugado antes?— Preguntó agarrando una libreta.

—Desde pequeña, si— Confirmé y él asintió, me hizo más preguntas al respecto y finalmente me pidió que me levantara.

—¿Sabe? Desde hace años que nadie se postula al equipo. Más precisamente desde que Ruiz llegó aquí y lloró tanto por la capitanía que no me quedó de otra que dársela— Contó, me sorprendí ante cómo habló de Mario.

—¿Tampoco le agrada?— Él sonrió un poco.

—No debería decir esto y menos a un estudiante, pero... No, definitivamente no.— Aseguró y reímos. —Vamos afuera y me muestra lo que tiene para ofrecer al equipo Guzmán— Asentí. —Voy a darle un uniforme y va a calentar un poco. Luego llamaré a los chicos y haremos la prueba real con ellos— Explicó y volví a asentir con una sonrisa. —Por cierto, ¿Puedo tutearla?— Preguntó.

—Claro que si señor—

Me dio un uniforme del equipo (el cual era de color dorado y blanco y bastante lindo para ser franca) y fui a los vestidores. Cuando salí ya estaba en medio del gimnasio con varios balones de básquet, amarré mi pelo en una cola alta y me acerqué al él.