Coincidimos (G!P)

Ramón

Pov Calle

Poché se acababa de ir de Mocca y aunque me diga que no, sé que está más que disgustada con la repentina aparición de Mario, cabe recalcar que no era la única.

Miré a Paula quien se encontraba algo sorprendida ante lo que acababa de pasar, tomé asiento nuevamente frente a ella.

—¿Tú por qué tienes que decir esas cosas frente a Poché? Pareciera que lo hicieras a propósito Paula— Dije frustrada y ella negó.

—No pensé que el idiota de Mario viniera en serio, lo siento— Vi que se sentía culpable y me arrepentí de haberle hablado así.

—No, perdón por hablarte así... solo estoy frustrada porque Mario haya siempre la manera de joder a Poché, no dejé que lo golpeara porque no quiero problemas aquí y menos con Jim— De pronto me acordé —¿Y Jim?—

—No lo sé— Respondió y seguido vimos a Jean-Pierre salir de la oficina de mi jefe agarrando el blazer de su traje en su hombro y con las mangas de la camisa arremangadas, fruncimos el ceño.

—¡Jean-Pierre!— Lo llamé antes de que saliera de Mocca, él volteó hacia nosotras y vino —¿Qué hacías en la oficina de mi jefe?—

—Me temo que no tengo la autorización para decirle eso, señorita— Respondió inexpresivo, como siempre —La camioneta ya está lista, la señorita Guzmán me ordenó que las llevara a su departamento— Asentí y me fijé en que sus nudillos estaban rojos, fruncí el ceño más no dije nada.

Salimos de Mocca y nos abrió la puerta para entrar en la camioneta, del lado del copiloto se encontraba otro hombre.

—Buenos días señoritas, soy Pablo Lazcano, guardaespaldas de la señorita Guzmán— Se presentó amable y solo pude pensar en ¿Cuantos guardaespaldas tiene Maria José?

En fin, Jean-Pierre nos llevó a nuestro departamento y se despidió de nosotras.

—¿Soy yo o Jean-Pierre tenía las manos lastimadas?— Preguntó Pau cuando estábamos en el elevador.

—Yo también las vi, no me quiero imaginar ni por qué están así— Admití y ella asintió de acuerdo.

Poché me había escrito y acordamos que el lunes me iba a recoger para ir juntas a la universidad, yo estaba contenta por el hecho de que ella me lo haya propuesto.

Por el resto del día no hicimos nada más, solo ver Netflix hasta el cansancio en realidad.

Domingo (Departamento Paula y Calle)

Sinceramente hoy no sabía que hacer con mi vida, los domingos son tan ricos para descansar pero totalmente aburridos.

Decidí salir junto a Paula a correr un rato al parque que estaba cerca de nuestro edificio para ejercitarnos un poco.

Hoy el clima no era el mejor, está muy nublado y parece ser que va a llover.

Paramos de correr un segundo para descansar y empezamos a caminar.

—Oye, ¿Que opinas sobre el calentamiento global?— Preguntó totalmente seria, la miré confundida.

—¿Y a ti desde cuando te importa el calentamiento global rubia oxigenada?— Reí.

—No lo sé, solo...— No pude terminar su frase ya que puse mi mano en su boca al escuchar un quejido de lo que parecía ser un animal —¡Oye!— Se quejaba y presioné mi mano.

—¡Callate!— Le susurré, se volvió a escuchar un lloriqueo —¡¿Escuchaste eso?!— Asintió y quité mi mano de su boca.

—Creo que viene de aquel arbusto— Me susurró señalando un arbusto cerca de nosotras.