Capítulo 13

16 2 0
                                    

Llegué a mi casa, solté la moto y entre rápido.

-¿Que paso?~Dije alterado ~

-Pasa que tu hermano esta en el hospital con tu amiga.

Soltó mi madre abrazandome, y besando mi mejilla, yo le respondí el abrazo.

-Mamá vamos ya. Por favor, quiero verla. ~Le dije casi llorando, no debo llorar me decia mentalmente una y otra ves~ Sus abuelos se han ido dejándola una semana sola y el primer día termina en un hospital.

-Hijo todo estará bien~Dijo tranquilizandome~

*****

Llegamos al hospital. Y nada mas preguntamos nos indicaron donde estaba. Caminar por el pasillo en el que se encontraba Sharipha se me hizo interminable. Mi hermano no estaba, seguro que estaba fumando o algo peor. Al fin llegue a la habitación, agarre el pomo y lo gire. Empuje la puerta y entré.
Estaba Sharipha y el doctor mirándole el suero.

-Doctor ¿Que tiene? ~Pregunte con un nudo en la garganta ~

-Bebió y consumió ....

No dejé que terminará. Salí y fui en busca de mi hermano. Fui a la terraza del hospital. Y estaba con el maldito tan tranquilo.

-¡Maldito seas Hugo! ~Dije aguantando la rabia y las ganas de llorar que tenía, sentía impotencia ~

-No tengo la culpa. ~ Dijo tranquilo ~

-Claro, eres un santo. Reza por que se recupere hermano. ~Sentecie, y entré. Volví a la habitación con ella~

Me senté, en el sillón de a lado. Cogí su mano. Mi padre entró, tocó mi hombro. Lo miré.

-Hijo, lo siento.

-No has echó nada.~Mire a Sharipha ~ Tu hijo se pasa a veces, le dije que la dejará. ¿Tanto le costaba?

-Kinnet, él no tiene la culpa de que Sharipha, consuma drogas y beba. ¿Tu a caso ves a tu hermano hacer eso?

-Papá, ni yo, ni Hugo lo somos como crees. No somo Santos. No sólo me fumo un cigarro, me tomo lo que sea, y le doy a los porros, eso si tu hijo se pasa. Ofrese cosas que no debería jamás.

-¿Es broma?~Dijo disgustado~

-No, me encanta fumarme un buen porro de Marihuana. Con un cubata, o cerveza.

Mi padre salió de la habitación. Y yo me sentía mal, acabo de traicionar a mi hermano.

-Hermano, ¿Puedo?~Pregunto Marina desde la puerta~

-Sí, claro.

-Ha vuelto a pasar lo que paso con Fanny. Espero que ella no terminé como termino Fanny.

-Yo también. Por que me encanta Sharipha.

-¿Y por que no le has dicho que deje esa mierda?¿Y por que no lo has dejado tu después de lo de Fanny?

-Por que yo no consumó tanta mierda como Hugo. Ni como Fanny, aun no entiendo como carajos una niña tan inocente, estudiante, probó esta mierda.

-¿Y Hugo y tu?

-Los amigos del verano pasado eran mayores que él comenzaron a ofrecerle y conseguirle hachi, luego marihuana, anfetaminas, etc... Y Hugo me lo ofreció a mí igual que a Fanny, lo único que yo solo es uno o dos porros de marihuana, no mas. Y ellos pasan a mayores.

-Lo siento hermano. Y debemos hacer algo con Hugo, no lo quiero ver aquí. No quiero que mi hermano se muera. No quiero perderos como a Fanny. ~Se puso a llorar~

-Ni, yo.~Abrace a mi hermana y la comencé a consolar ~

Mi madre a oír a Marina entró y la saco de la sala. Dejándone solo con Sharipha la miré como 5 minutos sin parpadear. Sinceramente no rezó nunca, desde que perdí a mi hermana Jessy, pero tenía la necesidad de hacerlo. Puse mis manos juntas y comencé a rezar como me habían enseñado de pequeño. Le recé mil veces a los médicos del cielo. Suena absurdo, pero siempre lo hacia de pequeño cuando estaba alguien malo, y se curaban.
Quizás eran chorradas de niños pequeños, lo sé.
Sonó el cell de Sharipha, miré quién era y era su abuela llamadola. No sé por que pero descolge el cell.

-Hola señora, su nieta esta en el baño, tenemos que hacer mucha tarea.

-Hola joven, entonces no os molestare, dirle que la quieremos y que se cuidé. Besos para ella y para ti joven. ~Dijo con una voz encantadora~ Por cierto, cuidamela, por favor, tienes una voz de buena persona.

-Gracias, lo haré.

Dicho esto la mujer colgó.
Miré a Sharipha, agarré su mano, y con la otra aun teniendo el cell en la mano, le acaricié la mejilla.

-Lo siento, no tenía que haberte dejado con Hugo. Esto lo quería evitar, no quería que te pasara nada. Por favor princesa abre los ojos.~Las lágrimas de mis ojos afloraro ~ Mira lo que me ocasionas, haces que lloré, que tema por tu vida. Por favor despierta.

Apoyé mi cabeza en su vientre, mientras intentaba dejar de lloriquear como una chica.

Narra Sharipha:

Noté mi abdomen mojado, y peso sobre el, me dolía todo.
No podía abrir los ojos, ni moverme de como me sentía. Después de un ratito, intentando hablar, me rendí. Comencé a oír como alguien entraba en la habitación.

-Kinnet, hermano lo siento.

Reconocí a Hugo hablar.

-Lo sientes. Por tu culpa me pasé un mes y medio sin parar de fumar esa mierda que me dabas, por tu culpa Jessy no paro y término muerta, tu hermana menor a la que le ofrecistes término muerta por una sobredosis. Y todos han creído que nosotros somos unos santos, en casa creen que la única así era Jessy. Y ahora a mi amiga, a la chica que me gusta. Hugo te pasaste con toda esa mierda.

Dijo algo alterado, pero con la voz baja.

-Mi culpa no es que Sharipha, no sepa cuando su cuerpo no aguanta más. Ni que Jessy me pillara fumando, si no le daba se iba de la lengua. Y si yo caía, tu también.

-Esa era la solución drogar a tu hermana menor. ¿A quien mas le ofreses esa mierda que consumes?

-Catalina, Susana, vaya a todas con la que estoy. ¿Nunca ofreciste a nadie?

-No, es mas Isabelina dejo de beber tan seguido, y de fumar incluso. Yo no quiero a mi lado a una borracha y drogadicta, quiero una mujer, no a una niñata.

-¿Y tu por que no lo dejas del todo? ¿Te gusta ser un niñato? Por que según tu los que consumimos sustancias ilegales lo somos.

-Me acostumbré. Pero puedo dejarlo del todo.

-¿A postamos?

-Como quieras.

-Si, lo dejas dejaré en paz a Sharipha. Eso si ella quiere.

-Toma.

En ese momento abrí mis ojos y vi como le daba Kinnet a Hugo un porro ya echó.

Chicos~Dije con dificultad ~ ¿Donde estoy?

-En el hospital. ~Me dijo Kinnet ~¿Como te encuentas?

-Como si hubiera pasado por mi una estampida. Esto es el camino del que me hablabas ¿Verdad?

Él sólo asintió.

Entre Dos Caminos. El acertado y el equivocado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora