Capítulo 31 (El Camino Equivocado)

5 1 0
                                    


-¿Estas de coña? No quiero entrar ahí...

-Vamos no seas cría.

-Kinnet, no es no.

-Entra en el maldito hospital ya. No lo dijo de nuevo.

-Pues mejor, no lo dijas y nos vamos.

De un movimiento ágil estaba en su hombro y me adentro en el dichoso hospital. Una vez ahí dio mis datos y nos quedamos en la sala de espera.

-¿Estaras contento? ~Mi tono era de enojo~

-No te mosquees, sólo quiero saber por que estas así.

-No te gustará saberlo.

-¿Que? ¿Por que?

-Por que no me bajo, por ello creó que se lo que me pasa.

-No sé si te entiendo.

-Creó que estoy en cinta.

-¿Por que se supone que no me gustara? Ósea, que saldré por patas...

-Por qué estamos estudiando aún...

-Pero soy tu novio, y te amo sobre todas las cosas... Te amo y no te dejaré marchar...

Kinnet me beso atrayendome hacía él, no quería confirmar mi duda... Por que no se si quería seguir a delante, y no se si no sigo adelante si me arrepentiré.
A Kinnet se le notaba nervioso, y a mi me empezaba a contagiar tal nerviosismo. Al rato me hicieron las pruebas y volvir a la sala de espera con mi hermoso novio.

-Amor, estoy nerviosa.

-Mi cielo tranquila todo estará bien, nos irá bien, muy bien. ~Me abrazo muy fuerte y beso mi mejilla transmitiendo tanto amor, cariño, y tranquilidad ~

-No se como has echo para estar tranquilo.

- Tenerte a mi lado, mirándome pidiéndome ayuda.

-¿Que dices?¿Que te gusta que necesite ayuda?

-No, pero si la necesitas, estas nerviosa tu. Yo debo estar tranquilo por tú bien y llevarte a mi armonia.

-Amor, tengo mucho miedo, no se que hacer.

-Sharipha, mi amor... Tranquila, estoy aquí.

Pasó un rato, en el cual Kinnet me abrazaba con fuerza, me llenaba de energía, y valor. Tal valor se marchó a escuchar mi nombre por los alta voces, mandándome a una sala para darme los resultados.
Entramos agarrados de la mano, yo con miedo de nuevo, pensaba que mis piernas me fallarían. Una vez dentro de la consulta me senté y Kinnet se apollo de pie en el respalda de mi asiento.

-Hola, me presento soy el doctor Almenar.

-Un gusto, yo soy Kinnet y ella mi futura esposa Sharipha.

-Encantado, toma asiento~Señalo el asiento de a lado mía, y éste lo tomó ~ os tengo una noticia algo complicada de tratar viendo que sois jóvenes... Los resultados dieron positivo, y como el embarazo esta avanzado no podrás plantear un alborto, correria tu vida peligro ya que hemos visto que estas falta de hierro y algunas cosas más.

Salí de aquél lugar angustiada, en cambió Kinnet parecía tranquilo, como si el no tuviera nada que ver. ¿Me iría a dejar? Dios, esperó que no... Es lo mejor que me pudo pasar.

-Kinnet, no voy a tenerlo, no quiero ser madre, yo quiero ser una cirujana de exito.

-No has oído que es peligroso para ti.

-Sí, por eso no voy a tenerlo una vez nasca, lo daré en adopción, pero antes de esa opción pediré una segunda opinión médica para acabar con el embarazo.

-Soy el padre, debo tener algo de voz y voto en esto.

-Amor, vamos a acabar los estudios luego podemos ser padres.

-Sabés creó que esto no tiene futuro, te amó, te amo mas que a mi vida, pero esa criatura, ese bebé es parte de ti y parte de mí, si no amas a quién lleva nuestra sangre, quien me asegura que me ames a mí... Lo siento pero esto acabó aquí y no hay marcha atrás.

-¿Así? ¿Sin más?

-Sí, ahora sube en la moto y te dejó en tu casa. ~Dijo secamente ~

Todo el camino estaba ese silencio incómodo, y cuando me soltó en casa de mis abuelos ni me miró, arrancó su moto y se alejó rápidamente. Subí a mi habitación, me acaba de dejar por no querer ser madre.
Cogí y me puse en la computadora y miré varios médicos para pedir cita, cogí y llamé a uni de ellos.

Narra Kinnet:

Llegué a casa echó una fiera, subí a mi habitación y cerre la puerta de un portazo.
Sentía rabia, impotencia, la mujer qué amo y por la que daría mi vida, me quiere quitar la oportunidad de ser padre.

-Hijo, ¿Todo bien?

Me dirigí a la puerta, agarré el pomo, lo giré y abrí la puerta. No duré una milésima de segundo en buscar los brazos de mi madre, nos abrazamos tan cálidamente.

-Sharipha esta en estado ~Dije mientras por mis mejillas caían lágrimas desordenadas~ quiere abortar y si los médicos le dicen lo mismo que hoy, que su vida corre peligró por lo avanzado que va, lo dara en adopción.

-Hijo, no llores. Yo estoy aquí, y vamos a intentar solucionar todo. Y sino puedo hijo, se que vas a superar todo.

-Mamá gracias.

Mi madre y yo nos recostamos en mi cama, mientras no me dejaba de abrazar, mis ojos llorosos fueron pesando mas y mas cada instante, y mi madre besaba mi frente.

Narra Sharipha:

El doctor me dio una cita para esta misma tarde, así que cogí me bañe y me puse en marcha a la clínica privada, ya qué mis abuelos no sabían nada, fui en autobus. Llegue y pase de inmediato. Después de unas pruevas, eco y demás el doctor me sento en su despacho.

-Sharipha, todas las pruebas que le hicimos tiene un coste de 150€, y sinceramente su crió esta aún poco formado así que si decides abortar hoy o mañana, no pasará nada pero si esperas 4 o 5 días tienes peligro, ya que estas débil.

Saqué la cartera con el dinero que tenía ahorrado, ya que no me lo gastaba en beber o en droga tenía bastante. Agradeci que ya no consumiera, por que tenía 518€.

-Tomé. ~Le entrege su dinero~ Dime podría decirme cuanto cuesta, por favor.

-268€.

-Por favor, hagamoslo ya. No quiero tenerlo mas tiempo.

-Pasé por aquí.

Después de un pinchazo y de que me sacaran eso que me iba a arruinar la vida, el doctor me dijo que no hiciera ningún esfuerzo, así que me fui a casa y me acosté directamente.

Pasaron días, meses... Mis abuelos no sabían de mi aborto, Kinnet pasaba de mí... En pocos días estaría de vacasiones con mis abuelos en una hermosa casa en la playa, donde nos mudaríamos ya que yo no soportaba que Kinnet ni me mirará.

Narra Kinnet:

Ver como la mujer que amó, se quitó a nuestro hijo, me hizo ver que no merecía mi amor, decidí salir después de meses en casa a ver a unos primos de Miami, y estar allí el verano, luego volvería a mi casa a seguir con el bachillerato.
Así que con las maletas echas, cogí el avión que me llevaría a mí desconexión total.

Narra Sharipha:

Dias después...

Estaba en esa hermosa playa bañandome, sola sin nadie a mi alrededor. Cuando vi a unos chicos fumándose una cachimba, me aproxime a ellos y los salude, luego de eso me ofrecieron fumar con ellos, así que no rechace la oferta de estos chicos.


Entre Dos Caminos. El acertado y el equivocado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora