Capítulo 29

3 1 0
                                    

-¿Estas de coña? No quiero entrar ahí...

-Vamos no seas cría.

-Kinnet, no es no.

-Entra en el maldito hospital ya. No lo dijo de nuevo.

-Pues mejor, no lo dijas y nos vamos.

De un movimiento ágil estaba en su hombro y me adentro en el dichoso hospital. Una vez ahí dio mis datos y nos quedamos en la sala de espera.

-¿Estaras contento? ~Mi tono era de enojo~

-No te mosquees, sólo quiero saber por que estas así.

-No te gustará saberlo.

-¿Que? ¿Por que?

-Por que no me bajo, por ello creó que se lo que me pasa.

-No sé si te entiendo.

-Creó que estoy en cinta.

-¿Por que se supone que no me gustara? Ósea, que saldré por patas...

-Por qué estamos estudiando aún...

-Pero soy tu novio, y te amo sobre todas las cosas... Te amo y no te dejaré marchar...

Kinnet me beso atrayendome hacía él, no quería confirmar mi duda... Por que no se si quería seguir a delante, y no se si no sigo adelante si me arrepentiré.
A Kinnet se le notaba nervioso, y a mi me empezaba a contagiar tal nerviosismo. Al rato me hicieron las pruebas y volvir a la sala de espera con mi hermoso novio.

-Amor, estoy nerviosa.

-Mi cielo tranquila todo estará bien, nos irá bien, muy bien. ~Me abrazo muy fuerte y beso mi mejilla transmitiendo tanto amor, cariño, y tranquilidad ~

-No se como has echo para estar tranquilo.

- Tenerte a mi lado, mirándome pidiéndome ayuda.

-¿Que dices?¿Que te gusta que necesite ayuda?

-No, pero si la necesitas, estas nerviosa tu. Yo debo estar tranquilo por tú bien y llevarte a mi armonia.

-Amor, tengo mucho miedo, no se que hacer.

-Sharipha, mi amor... Tranquila, estoy aquí.

Pasó un rato, en el cual Kinnet me abrazaba con fuerza, me llenaba de energía, y valor. Tal valor se marchó a escuchar mi nombre por los alta voces, mandándome a una sala para darme los resultados.
Entramos agarrados de la mano, yo con miedo de nuevo, pensaba que mis piernas me fallarían. Una vez dentro de la consulta me senté y Kinnet se apollo de pie en el respalda de mi asiento.

-Hola, me presento soy el doctor Almenar.

-Un gusto, yo soy Kinnet y ella mi futura esposa Sharipha.

-Encantado, toma asiento~Señalo el asiento de a lado mía, y éste lo tomó ~ os tengo una noticia algo complicada de tratar viendo que sois jóvenes... Los resultados dieron positivo, y como el embarazo esta avanzado no podrás plantear un alborto, correria tu vida peligro ya que hemos visto que estas falta de hierro y algunas cosas más.

Salí de aquél lugar angustiada, en cambió Kinnet parecía tranquilo, como si el no tuviera nada que ver. ¿Me iría a dejar? Dios, esperó que no... Es lo mejor que me pudo pasar.

-Kinnet, ¿Quieres ser padre? ~Mi voz salió con cierto miedo~

-Aun no estaba en mis planes, pero yo quiero una vida contigo y si tengo que ser padre antes de acabar los estudios lo soy, por ti todo amor. ~Dijo mirandome a los ojos trasmitiendo esa sinceridad de sus palabras~

-Podemos darlo en adopción... ~Su cara era de poker a oirme~ Si tu quieres...

-Yo no puedo saber que parte de mi y de ti lo tiene otra persona, no puedo ser feliz así, prefiero tirar mi vida por la borda, que eso... Tú eres mi vida y esa criatura es parte de ti... Te amo y eso siempre sera así.

-Vale descartamos eso entonces... ~Suspire~ Nuestro camino se lleno de baches ¿Verdad?

-No amor, sólo que nuestro camino se fortalecerá, y cambiará un poco... Todo irá bien, pienso cuidarte y darte todo lo que este a mi alcancé, a ti y a nuestro bebé.

-Vámonos a la casa, te necesitó.

-Amor, eres pervertida... Me superas en perversión.

-Claro, la alumna supera a su profesor.

-Te amo Sharipha, vamos a la casa.

Llegamos a la habitación, y me fui al baño primero, ya que andaba con fatiga, pero de esas fatigas que se tiene por la calor, así que me eche agua en la cara, y de camino me quité todas las prendas que cubrían mi cuerpo, menos la interior.
Salí del baño y Kinnet no perdió el tiempo, estaba con sus boxer en plan cómic, sentado en la cama. Yo me acerque a él y me senté sobré sus piernas, comencé a besarlo... Notaba su amigo crecer, y sus manos recorre mi piel. Muy ágilmente con su mano derecha desabrocho mi sostén, mientras su izquierda apretaba bien mi trasero. Se giró dejandome bajo su cuerpo, mi pecho contra el suyo, mis manos deslizarse por su espalda, y él quitando mi tanga, no sé por que aun no se quitó su boxer, solo se que una de sus manos estaba en mi clítoris jugeteando, aun no se puso en acción, sus besos y los mios ahogaban gemidos.
Se deshizo de su boxer, y sentí que todo comenzaría en este mismo instante.
Su mano derecha, puso mi pierna izquierda en su cintura, mientras esta era acariciada, la mano izquierda introdujo un de sus dedos dentro de mi, entraba y salía sus dedo de mí, mientras nos besabamos con desesperación, cuándo estaba a punto de soltar mi liquido vaginal, él bajo a mi entrepierna y con su lengua lamía tan perfectamente mis labios inferiores, y notaba como estaba en mi entrada, y mis gluidos eran saboreados, mientras yo me retorcía de tal placer, mientras mis manos agarraban fuertemente las sabanas, y mis caderas se movian buscando más.
No sé como hizo, pero tuve dos orgasmos seguidos, y aún no estaba en mí. Luego comenzó a besar mis senos, y a mordisquearlo, era tan placentero, su miembro ya descubierto, me rozaba y excitaba mas aún... Quería decirle que me lo hiciera ya, pero no tenía fuerzas para hablar.
Kinnet entro en mi haciendo que mi cuerpo se arquearse y yo soltará un gritito al sentirlo dentro, de un movimiento ágil.
Mis latidos iban a toda pastilla, mi respiración era dificultosa. Su tacto en mi piel me tenía tan sumisa, todo lo que me hiciera en este instante lo aceptaría. Sus movimientos perfectos fueron subiendo su velocidad, hasta tal punto que llegamos a la cima del climax, lo mejor de todo es que él sabía como llegat junto a mí.
C

alló a lado de mí agotado, se le notaba por la manera que respiraba. Me eche en su pecho y lo acariciaba.

-Amor y si decido no tenerlo.~Dije llena de dudas~

-Si decides matar a alguien que es parte ambos, no podría seguir contigo. Estarías matando a nuestro hijo, a nuestro amor, un hijo es una unión entré los dos.

-¿Y que vamos hacer con todo lo que nos viene encima?¿Has pensado en eso?

-Tu estudias tranquila amor, que yo veré como hacemos para criar al bebé. Te amo mucho mi reina.

-¿Dejaras de estudiar?

-Amor, no pienses en eso. Haré lo correcto, y lo correcto y principal para mí eres tu y el bebé, mi carrera puede irse al fondo del mar, por el condenado retrete. Eres mi vida, ~Kinnet toco mi barriga~ sois mi vida.

-Te amo Kinnet, te amo mucho.

Lo mire a los ojos y bese sus labios, para luego dormir entre sus brazos.

Entre Dos Caminos. El acertado y el equivocado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora