ᑕOᑎᖴETTI ᖴᗩᒪᒪIᑎG

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Sραɾƙʅҽʂ & Fιɾҽɯσɾƙʂ

┏━°⌜ 赤い糸 ⌟°━┓

┗━°⌜ 赤い糸 ⌟°━┛

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❝Yo diría que nos pusiéramos todos contentos sin preguntar por qué.❞

—Mafalda.

Yoruichi no solía celebrar su cumpleaños. Ni siquiera viviendo con Kisuke, Tessai y los niños.

Nunca lo habían hecho, en el caso de Yoruichi no le gustaba celebrar su cumpleaños sencillamente porque en su infancia, cada vez que su familia "celebraba" su cumpleaños ella sentía que esa fiesta era para todos, excepto para ella. Porque no había felicitaciones sinceras, regalos dados con cariño, calidez, no había nada. En aquellos eventos —porque ni siquiera podía llamarlos fiesta de cumpleaños— sólo existía el lujo y la superficialidad, el ansia de sus padres por presumir su alta alcurnia al igual que la de los invitados que, en la mayoría de las ocasiones ni siquiera tenían nada que ver con la morena cumpleañera.

Durante un buen tiempo, sólo con Kisuke a su lado Yoruichi sintió que su cumpleaños de verdad valía la pena, puesto que el pequeño rubio la llevaba a divertirse, le contaba las miles de creativas ideas que se le ocurrían en el momento la mayoría de las veces y en general... La hacía sentirse menos aburrida y sola.

Con Kisuke Yoruichi podía celebrar un cumpleaños de verdad, una pequeña dosis de libertad entre tanta rigidez.

Así había sido por años; y otro cambio llegó a su vida cuando lo hizo su pequeña abeja, quien al conocer su fecha de cumpleaños no dudó en tratarla como si fuese la fecha en la que alguna deidad pisaría la tierra, incluso cuando intentó explicarle que ella hace años no celebraba su cumpleaños la jovencita, tímida pero tan terca como era mostró una expresión de horror, alegando que no había manera en la que pudiese dejar pasar una fecha tan especial.

Ni siquiera Kisuke había logrado alguna vez que su corazón se sintiese tan cálido.

Desde esos momentos Soi Fong se esforzaba para darle un cumpleaños lo más disfrutable posible, sea dando pequeños presentes que la propia abeja describía como "humildes" o llevarla a sitios especiales donde se sintiese libre y pudiese apartarse un poco de sus deberes. Los años que pasaron juntas fueron los años en los que Yoruichi esperaba con ansias su cumpleaños sabiendo que los pasaría junto a su discípula favorita... Por desgracia ese pequeño entusiasmo que la mujer felina había desarrollado hacia su día de nacimiento se desvaneció por completo cuando tuvo que separarse de su pequeña abeja.

Desde ese momento y durante ese largo siglo, el cumpleaños de Yoruichi se transformó en una especie de tabú que ni siquiera Kisuke podía tocar, no sólo porque cualquier celebración se desvanecía por completo producto de los recuerdos que temía, no volverían, sino porque era precisamente ese día cuando Yoruichi solía mostrarse con un inestable mal humor, alejándose de todos durante todo ese día hasta que el "evento especial" caducara. Fue casi una suerte que en el mundo humano el cumpleaños de la morena coincidiese con el fin de año, porque entre las celebraciones y las promesas de una nueva era, la mujer felina no tenía que preocuparse porque alguien la felicitara y abriera sin querer heridas forzosa y brutalmente cosidas.

♡◦◦≫ᑭEᗩᑕᕼ≪◦◦♡ YOᖇᑌᔕOIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora